En la austeridad morenista, el entonces Gobernador adquirió en la exclusiva torre The Meridian en San Diego, condominio valuado en casi 4 millones de dólares. El vendedor, un magnate inmobiliario, es exfuncionario republicano señalado por tráfico de influencias.
Por Alejandro Arturo Villa
Tijuana, 24 de junio (Zeta).– Jaime Bonilla, exgobernador de Baja California, adquirió una propiedad en el Distrito de la Marina, mundialmente conocido por ser una zona de condominios de lujo en San Diego.
Ubicado en el 700 de Front Street, The Meridian es un claro ejemplo del nivel de vida que se puede adquirir con una inversión multimillonaria, en dólares, por supuesto: una propiedad en una gran torre de 27 pisos que incluye un vestíbulo principal con recibidores, un personal “de guante blanco”, servicios secretariales, opciones de banquetes, tintorería, valet parking, reservaciones para el teatro y los mejores restaurantes en la ciudad; un jardín de diseñador, una piscina tipo resort junto con su respectivo spa y, lo más codiciado de todo, una esplendorosa vista de la Bahía de San Diego, considerada en estas fechas, la quinta ciudad con la vivienda más cara en Estados Unidos.
Quienes han visitado The Meridian comparan el concepto con la Torre Trump en Nueva York, o la oferta de Lake Shore Drive en Chicago. A pasos del Centro de Convenciones, Seaport Village y cerca del Estadio Petco, Jaime Bonilla Valdez compró uno de estos condominios palaciegos en San Diego, aún como gobernador de Baja California.
De acuerdo con los registros públicos del Estado de California, a los que ZETA tuvo acceso, la exclusiva propiedad adquirida por el exsenador por Morena, se encuentra valuada actualmente en 3 millones 950 mil dólares, según indica la página de bienes raíces https://www.highrises.com/san-diego/meridian-condos/. El costo promedio por pie cuadrado del edificio es de mil 214 dólares.
Sin embargo, Bonilla Valdez pagó por el condominio 900 mil dólares, lo que equivale a 19 millones 134 mil pesos, con el tipo de cambio de ese entonces, de 21.26 pesos por divisa norteamericana. La transacción se realizó el 3 de febrero de 2021, cuando de hecho la frontera por vía terrestre con Estados Unidos estaba cerrada a ciudadanos mexicanos para viajes no esenciales, como medida restrictiva ante las políticas para la contención del virus SARS-CoV-2.
El inmueble se lo vendió David Malcolm, reconocido magnate de la industria inmobiliaria de San Diego acreditado como CCIM, la más alta designación en el ramo. El californiano también se ostenta como filántropo, líder comunitario, promotor de campañas políticas y funcionario público miembro del partido republicano de Estados Unidos, acusado por el delito de conflicto de interés cuando fue comisionado de Puertos en la vecina ciudad.
Además, ha trabajado en múltiples organizaciones privadas y gubernamentales, incluyendo Giant Group (NYSE), Aegis Communications (NASDAQ), ATC Communications (NASDAQ) y Payphone (AMEX). Se distingue por las relaciones estrechas que suele establecer con su selecta clientela.
Para desligarse de la compra que el ex mandatario bajacaliforniano realizó de manos de Malcolm, Bonilla le traspasó la escritura a su esposa, Rita Fimbres, el mismo día de la compra, de acuerdo con el historial de operaciones ante los registros de propiedad de San Diego.
En la última declaración patrimonial que Jaime Bonilla presentó en 2019, informó que sólo tenía dos propiedades: una adquirida en 1972, en la colonia Libertad, con un costo de 3 millones 90 mil 534 pesos, y un penthouse en New City que el político y empresario sumó en 2018, supuestamente con un costo de 10 millones 800 mil pesos. De sus otros dos bienes inmuebles a su nombre y al de su esposa, no anotó palabra alguna. Evadió las propiedades en San Diego, California y tampoco colaboró con la iniciativa ciudadana 3de3 para presentar su declaración patrimonial de manera pública.
Fuera de la declaración patrimonial incompleta que realizó en 2019, como gobernador de Baja California de ese año y hasta 2021, Jaime Bonilla Valdez no volvió a hacer público su patrimonio. Manteniendo en la opacidad, mientras fue mandatario estatal, sus bienes, ingresos y negocios, como la ampliación que realizó una constructora de gobierno a las oficinas de PSN en Tijuana, también documentada por ZETA.
De acuerdo con la investigación periodística, en los registros de la propiedad del Estado de California se encontró una casa a nombre de la pareja Bonilla-Fimbres, con dirección en el número 1145 de Mansiones Lane, Código Postal 91910.
Las únicas propiedades que mencionó en su declaración patrimonial inicial, fueron la adquirida en 1972, ubicada en la colonia Libertad, con un costo de 3 millones 90 mil 534 pesos, y el penthouse en New City, supuestamente adquirido por el político en 2018 por 10 millones 800 mil pesos.
Así como mintió asegurando que contaba con un título universitario de ingeniero emitido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hecho que la máxima casa de estudios del país aclaró no tener registros de Bonilla Valdez, el ex mandatario bajacaliforniano omitió mencionar otras propiedades registradas a su nombre y de su esposa en Estados Unidos y Tijuana.
De acuerdo con la investigación hecha por ZETA, en los registros de la propiedad del Estado de California, Estados Unidos, además un inmueble a nombre de la pareja Bonilla-Fimbres, aparece una lujosa residencia en Mansiones Lane 1145, en Chula Vista, con cinco habitaciones, seis baños, garaje para cuatro automóviles y una alberca. Fue adquirida en 1999.
Esta propiedad apareció en su declaración patrimonial en una nota aclaratoria del 9 de febrero de 2019, donde supuestamente la propiedad la adquirió en 2004 por 8 millones de pesos y adeudaba 7 millones. Sin embargo, en los registros del Estado de California, el precio del inmueble es de 26 millones 487 mil pesos, y lo adquirió en 1999.
Otra de las propiedades que Bonilla no incluyó en la declaración patrimonial inicial, pero sí en una nota aclaratoria al siguiente día, aparece también en la declaración de conclusión presentada el 21 de marzo de 2019, la cual consiste un predio que tiene un adeudo desde hace 20 años con el pago de Impuesto Predial al Municipio de Tijuana.
La propiedad está ubicada en Calle Gladiola número 9645, Fraccionamiento Jardines de la Mesa, Delegación La Mesa. Fue adquirida por el ex mandatario en 1976 y desde 2002 no ha pagado Predial, de acuerdo con los registros del Ayuntamiento. La cantidad actual es de 72 mil 777 pesos.
Cabe recordar que el 14 de enero de 2021, durante una de las videoconferencias de Bonilla vía Facebook Live, este designó a la entonces secretaria de la Honestidad y Función Pública, Vicenta Espinosa Martínez, para que explicara por qué el mandatario no había pagado Predial desde 2002.
Tanto ella como Bonilla, aseguraron que dicho inmueble ya no le pertenecía, que lo vendió a otro particular. Pero ante el Registro Púbico de la Propiedad de Baja California, aún aparece a su nombre, no hay documentos que den fe de la compraventa de la propiedad, mientras que, ante el Catastro de Tijuana, también aparece a su nombre la propiedad con clave JD-011-030.
SAN DIEGO, QUINTA CIUDAD CON VIVIENDA MÁS CARA DE EU
En febrero de 2022, OJO Labs -empresa que usa inteligencia artificial para guiar a vendedores y compradores de bienes raíces en Estados Unidos- publicó un análisis en el que se colocó a San Diego como el área metropolitana más cara de California, superando a San Francisco y Los Ángeles.
La conclusión se dio al comparar el ingreso promedio de los residentes con el costo promedio de la vivienda.
Y es que apenas en enero, el precio de una casa habitual subió 14.3 por ciento, equivalente a 764 mil dólares.
Expertos inmobiliarios señalan este fenómeno como una consecuencia de la pandemia, período en el que el costo de la vivienda se disparó del otro lado de la frontera y el trabajo remoto facilitó las posibilidades de mudarse a ciudades más costeables para habitantes de San Diego, como Tijuana, Rosarito, Tecate y Ensenada.
A la par, San Diego trata de planificar vivienda asequible conforme a una ordenanza vigente desde 2002, cuando se requería que el 10% de las unidades de alquiler pudieran ser una opción para quienes percibieran el 65% del ingreso promedio. Sin embargo, una decisión de Cabildo en diciembre de 2019, modificó las cifras de tal manera que los desarrolladores ahora sólo deben destinar el 4% de sus proyectos inmobiliarios para ofertas que el trabajador promedio pueda financiar.
De acuerdo con el Buró del Censo de los Estados Unidos, el ingreso per cápita en San Diego es de 39 mil 737 dólares al año, es decir, alrededor de 3 mil 311 dólares al mes. El costo promedio de la renta es de 2 mil 970 dólares, realidad que se tiende a repetir al momento de adquirir una casa.
Mientras esto sucede, cifras oficiales de 2021 revelan que el mercado de bienes raíces de lujo en la Zona Costa de San Diego sumó poco menos de 50 billones de dólares en ventas. Entre quienes tuvieron poder adquisitivo para hacerse de una vivienda exclusiva con vista al mar, estuvo Jaime Bonilla Valdez, entonces gobernador de Baja California.
LAS CORRUPTELAS DEL EX MANDATARIO
Durante los dos años de gestión de Jaime Bonilla en Baja California, los casos de corrupción documentados por ZETA fueron varios. Primero, dos funcionarios de su gobierno fueron grabados en el cobro ilegal de cuotas millonarias –moches– a empresarios a cambio de contratos.
Los involucrados fueron la ex secretaria de Bienestar Social del Estado, Cinthya Gissel García Soberanes, y el ex subsecretario de esa dependencia, Rosendo Colorado. A la fecha no se ha castigado penalmente a ninguno de ellos, ni se ha investigado la responsabilidad de Bonilla en el caso.
Otro caso fue el de la adjudicación de más de 50 millones de pesos a una empresa fantasma para la limpieza de las diferentes unidades médicas y administrativas del Instituto de Servicios de Salud Pública del Estado (Isesalud), a cargo del entonces secretario Alonso Óscar Pérez Rico, en la etapa más álgida de la pandemia por COVID-19 en 2020.
También se documentó en las páginas de este Semanario, el conflicto de interés cuando a la empresa constructora Makro le adjudicó las obras de limpieza de la canalización del Río Tijuana, firma que al mismo tiempo le remodelaba las instalaciones de la empresa de medios de comunicación de Bonilla.
El más reciente y sonado caso de corrupción durante la gestión del ex senador, es el relacionado con la licitación de la planta fotovoltaica, la cual nunca se construyó, ni la primera piedra se colocó desde agosto de 2021.
Por el caso serán citados a declarar nueve ex servidores públicos de su administración por presuntos actos de corrupción, a quienes se les imputan los delitos de peculado y coalición de servidores públicos, con un impacto negativo en las finanzas estatales por 12 mil millones de pesos: el ex secretario del Agua, Luis Salomón Faz Apodaca; Adalberto González Higuera, quien fue secretario de Hacienda; los ex oficiales mayores Israel Clemente González y Marco Octavio Hilton Reyes; Miriam Lizbeth Álvarez Martínez, titular de la Comisión Estatal de Energía en esa administración y el ex titular de la Secretaría General de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano.
MAGNATE INMOBILIARIO Y AMIGO DE BONILLA
No fue cualquier empresario del ramo inmobiliario quien le vendió a Bonilla el lujoso condominio con vista a la Bahía de San Diego en 2021. Se trata de uno de los empresarios más acaudalados de ese giro en California, David Malcolm.
El magnate tiene muchas similitudes con el ex gobernador amigo del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Ambos han ocupado cargos públicos en condados del Estado vecino a Baja California: mientras uno fue concejal de Chula Vista, el otro presidió la Junta del Distrito de Agua de Otay. Los dos son republicanos y acumulan escándalos de corrupción. Claramente, la diferencia es que uno tiene más dinero que el otro.
Respecto a los casos de corrupción, en abril de 2003, Malcolm se declaró culpable de conflicto de intereses, derivado de un contrato con el entonces arrendatario del puerto, Duke Energy, que pagó 20 mil dólares por mes durante un año a partir de 2000, mientras él era miembro de la Comisión Portuaria.
Para mayo de 2003 fue sentenciado por el Tribunal Superior, a 120 días en un programa de licencia laboral y se le ordenó pagar alrededor de 260 mil dólares en multas.
El último caso irregular en el que participó, fue reportado por The Arizona Republic, medio norteamericano que expuso que Malcolm y su esposa ganaron más de un millón de billetes verdes en un solo día, justo antes de Navidad, comprando y vendiendo un terreno que la ciudad de Glendale había afianzado para deportes y para los jóvenes.
Los Malcolm pagaron 5 millones 500 mil dólares en efectivo por el terreno que la ciudad previamente había rentado hasta 2034; sin embargo, después de adquirir la propiedad, el magnate la vendió de regreso a la Ciudad por 6 millones 600 mil dólares.