La Habana atribuye su ausencia de la Cumbre de las Américas al «temor a verdades incómodas»; Cuba ha manifestado su agradecimiento a la «digna, valiente y legítima posición» de los gobiernos que han defendido la participación de todos los países.
MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) – El Gobierno cubano ha denunciado «chantajes y amenazas» por parte de Estados Unidos hacia otros gobiernos americanos para evitar las ausencias provocadas en la Cumbre de las Américas por el veto de Washington a la presencia de países como Cuba, Venezuela o Nicaragua en una decisión «antidemocrática y arbitraria».
Según un comunicado oficial de La Habana, ha habido «intensas gestiones de alto nivel» por parte de Washington para «contener la intención de muchos de ausentarse del evento si no se invitara a todos».
«Estas incluyeron presiones inmorales, chantajes, amenazas y sucias maniobras de engaño. Son prácticas habituales del imperialismo que reflejan su desprecio tradicional hacia nuestros países. Merecen el más enérgico rechazo», ha expresado.
Cuba ha atribuido el veto en la Cumbre de las Américas que acoge la ciudad de Los Ángeles al «temor a que se escuchen verdades incómodas» y al «empeño en evitar que la reunión delibere sobre los temas más urgentes y complejos del hemisferio» ante las contradicciones de «su endeble y polarizado sistema político».
«El Gobierno estadounidense optó nuevamente por la exclusión como recurso para tratar de lograr un evento sin aportes concretos, pero provechoso para la imagen del imperialismo», ha apuntado el Gobierno cubano en un comunicado.
Además, Cuba ha manifestado su agradecimiento a la «digna, valiente y legítima posición» de los gobiernos que han defendido la participación de todos los países.
En particular ha mencionado el «liderazgo» del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; del Presidente de Bolivia, Luis Arce; de la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y la posición de Argentina, Presidenta de turno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que «expresa la opinión mayoritaria de la región en contra de una cumbre selectiva».
«Estados Unidos subestimó el apoyo a Cuba en la región, mientras trató de imponer su política de hostilidad hacia Cuba, unilateral y universalmente rechazada, como si fuese una posición consensuada en el hemisferio, pero el debate sobre el proceso de invitación demostró lo contrario», ha destacado La Habana.
Cuba ha reprochado así a Washington que «utilice este mecanismo de diálogo de alto nivel como instrumento de su sistema hegemónico en el hemisferio al estilo de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y otros entes concebidos en el siglo XX para coartar la independencia, limitar la soberanía de las naciones de la región e impedir las aspiraciones de unidad e integración latinoamericana y caribeña».
Estas gestiones «forman parte del esfuerzo por aplicar la Doctrina Monroe y promover la exclusión como arma de división, en función de claros intereses políticos, electorales y de dominación».