El Presidente impulsó la Ley de Amnistía con el fin de liberar a unas seis mil personas condenadas o en prisión preventiva por delitos como aborto, pequeños robos o posesión de drogas.
Ciudad de México, 23 may (EFE).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador celebró este lunes la liberación de la indígena guatemalteca Juana Alonzo, quien volvió este domingo a su país tras estar siete años presa en el estado de Tamaulipas por un delito que no cometió.
«Ya estaban todos los estudios y habían participado instituciones de derechos humanos, (la Secretaría) de Gobernación y también los juzgados en Tamaulipas, y ya se había demostrado que era inocente, estuvo siete años presa, y ya salió, fue liberada el domingo», indicó el mandatario.
Las autoridades mexicanas detuvieron a Alonzo en 2014, cuando buscaba migrar a Estados Unidos, y la acusaron de secuestro. La mujer indígena permaneció siete años tras las rejas hasta que su caso tomó trascendencia pública este mes con una declaración del Presidente López Obrador en una de sus conferencias matutinas, en la que pidió que se revisara su situación.
El mandatario reconoció que la detención de la migrante contó con irregularidades, incluida la supuesta firma ilegal de documentos y la falta de un traductor, ya que no hablaba español.
«Cuando ella ingresó, comentábamos que no hablaba bien el castellano, cuando fue internada en el penal en Tamaulipas, entonces esto es lo que tenemos que estar viendo”, manifestó el Presidente.
López Obrador ha impulsado una Ley de Amnistía con la meta de liberar a unas seis mil personas condenadas o en prisión preventiva por delitos como aborto, pequeños robos o posesión de drogas, con el fin de despresurizar las cárceles.
En México, hay más de cuatro mil personas indígenas en prisión preventiva, es decir, sin sentencia, según la asociación Asistencia Legal por los Derechos Humanos (Asilegal).
“Y así, lamentablemente hay muchos casos todavía, entonces tenemos que buscar la forma, no dejar, en Gobernación, de seguir tratando estos temas», admitió el mandatario.
Además, cada año más de 300 mil guatemaltecos intentan llegar a Estados Unidos, atravesando México, en busca de mejores condiciones de vida, para huir de la pobreza y de la violencia que azotan al país centroamericano.