¿Cómo encuentra los actuales choques económicos a la economía mexicana? «Los encuentra sólidos en los fundamentales, tenemos un tipo de cambio flexible que absorbe estos choques del exterior, tenemos suficientes reservas en el Banco Central que no se han disminuido, tenemos finanzas públicas sanas, tenemos muchos factores macroeconómicos que nos permiten absorber estos choques», explica Gabriel Yorio González, Subsecretario de Hacienda, en entrevista exclusiva para el programa «Los Periodistas» de SinEmbargo Al Aire.
Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).– La crisis económica provocada por la larga pandemia de COVID-19, que luego se extendió por la guerra en Ucrania, dejó varias lecciones a México y al mundo. La primera: que los países deben ser autosuficientes en sectores estratégicos, como la energía y los alimentos, si no quieren ser víctimas de los vaivenes impredecibles del mercado. La segunda: cuidado con la deuda; las naciones que salieron por dinero regresaron con bombas de corto plazo. Bombas que están estallando ahora en muchas partes del mundo y no aquí.
Gabriel Yorio González, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, afirma en entrevista con Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez, en el programa de “Los Periodistas” de SinEmbargo Al Aire, que muchas de las decisiones que el país tomó en los momentos más complicados lo salvaron en el mediano plazo. Y también a la larga. Los sindicatos de empresarios exigían, por ejemplo, que el Presidente Andrés Manuel López Obrador tomara deuda (cuando era dinero caro y en dólares) y gracias a que no se hizo ahora se tiene una buena posición para manejarla.
–¿En qué condiciones se encuentra la economía de México en este mayo de 2022? –le pregunta Delgado Gómez.
–La economía mexicana muestra fundamentales sólidos y eso lo han venido reconociendo las calificadoras. México comparado con otros países –por ejercicios que han hecho por ejemplo el Fondo Monetario Internacional (FMI)– tiene una proyección de que su deuda se va a mantener estable en comparación con otros países que sí tienen ya sendas que van a empezar a incrementarse. Entonces, ¿cómo encuentran estos choques a la economía mexicana? Los encuentra sólidos en los fundamentales, tenemos un tipo de cambio flexible que absorbe estos choques del exterior, tenemos suficientes reservas en el Banco Central que no se han disminuido, tenemos finanzas públicas sanas, tenemos muchos factores macroeconómicos que nos permiten absorber estos choques, en el micro o en el regional es donde va a estar el reto porque es reconfigurar producción, reducir costos, la implementación de todas estas medidas toman tiempo y mucho esfuerzo de coordinación pero, en lo general, en lo macroeconómico, México está muy bien posicionado comparado con sus pares– responde el funcionario federal, quien es Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec de Monterrey) y tiene una Maestría en Economía por el Colegio de México (Colmex) y otra más en Gestión de Políticas Públicas por la Universidad de Georgetown en la Escuela McCourt de Políticas Públicas.
–El tema de la deuda es un tema muy importante porque es una de las promesas de este Gobierno federal: ser muy prudentes con la deuda. ¿En qué condiciones se encuentra México?, le inquiere Paéz Varela.
«Es un tema complicado porque la deuda de un país tiene muchos elementos, uno de esos elementos es que el portafolio de deuda debe de tener un plazo promedio de vencimiento largo y eso es considerado por los mercados como una muy buena señal. En el 2019, en el inicio de la administración del Presidente López Obrador, el plazo promedio de la deuda externa era alrededor de 25 años, hoy lo hemos ampliado, eso significa que hemos podido mitigar un poco el riesgo de vencimiento, pero el 100 por ciento de la deuda externa es a tasa fija; eso significa que los movimientos de tasas que vamos a observar por ajustes en las políticas monetarias en los próximos meses ya no van a afectar este saldo de deuda. La mayor parte de nuestra deuda está en pesos mexicanos, en nuestros mercados, donde el 80 por ciento está en tasa fija, Entonces, desde el punto de vista de riesgo de nuestra tasa fija, esos riesgos están mitigados, son bajos y eso lo está reconociendo las calificadoras», explica Yorio González, quien al inicio del sexenio lopezobradorista se desempeñó como titular de la Unidad de Crédito Público y encargado de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de diciembre de 2018 a agosto de 2019.
Cuando hablamos de deuda, agrega el Subsecretario de la SHCP, «hablamos usualmente de la sostenibilidad de ésta, y el estándar internacional para medir la deuda es medirla respecto al Productor Interno Bruto (PIB), la deuda respecto al PIB en México en 2019 era alrededor de 44 ó 45 por ciento del PIB y la política siempre fue tratar de mantenerla estable, que no suba de 45; en el 2020 subió a 52 por efecto de que se cayó el PIB menos 8.2 y el tipo de cambio pasó de 18 a 22, en marzo llegó a 25 y esto generó efecto de revaluación en el portafolio. ¿Qué significa esto? Que la deuda que estaba en dólares al moverse el tipo de cambio valía más en pesos, entonces el saldo se incrementó, estos efectos nos llevaron a que la deuda subiera a 52.5 por ciento en ellos 2020 pero partir de este año, en el 2021 y 2022 la deuda en este momento está convergiendo en 49 por ciento, la hemos venido reduciendo y el objetivo es mantenerla estable. La deuda esta controlada, está estable, hemos refinanciado cerca de 10 mil millones de dólares, agarramos tasas bajas y eso es algo que está reconociéndose a nivel internacional».
–¿En qué niveles de deuda se encuentran otros países? –le consulta Páez.
–Creo que la última cifra que vi fue que Japón estaba cerca del 300 por ciento de su PIB, debe tres veces más lo que produce en un año, es una de las economías más endeudadas. Las economías avanzadas tienen mayor tolerancia, las economías emergentes, como tienen que financiarse parte de su mercado local, tienen una prima de riesgo, un sobrecosto, pero hay economías avanzadas que están muy endeudadas; Estados Unidos empieza a acercarse a ese nivel. Nosotros no estamos en ese nivel, estamos en el 50 por ciento del PIB, entonces es un nivel muy bajo –externa.
«Durante la parte más álgida de la COVID muchas economías tomaron la decisión de endeudarse, México no lo hizo. México tomó la deuda que le aprobó el Congreso y no se pidieron incremento de techos, pero la mayor parte de los países decidieron endeudarse pero, ¿qué pasó en el 2020? Los mercados se colapsaron, los mercados locales estuvieron dislocados, hubo tres semanas donde no hubo movimientos de compra-venta de instrumentos y la volatilidad internacional generó que la gran parte de los flujos se fueran a Estados Unidos y Europa pero estos mercados también se contrajeron. ¿Qué significó eso? Que cuando se abrieron los mercados fueron los más líquidos que fueron los de dólares y por eso muchas economías emergentes tomaron deuda externa en dólares, no en sus mercados, y la exposición al riesgo se incrementó, no sólo se incrementó el nivel de deuda, sino que se aumentó el nivel de deuda externa. Por eso ahora las economías va enfrentar problemas de refinanciamiento muy fuertes porque los bancos, la Reserva Federal, están subiendo sus tasas, entonces el riesgo de refinanciamiento está incrementando, por eso digo que México está en muy buena posición en cuanto al manejo de su deuda», dice Yorio, quien ha ocupado diversos puestos en el Banco Mundial (BM), el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y la Secretaría de Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México.
–¿Cuáles son las expectativas? ¿A qué le podemos tirar los mexicanos a este escenario de la inflación que se presenta? –le pregunta Delgado.
–Los efectos que se habían generado con COVID, como son la interrupción de cadenas de valor, los rezagos en la producción de contenedores, repercutió después en el incremento de los costos de transporte marítimo. Hay que recordar también que perdimos muchas vidas humanas y esto restringe la disponibilidad de oferta laboral y lo que está generando prácticamente es una inflación que está basada en costos, no es tan simple como lo estoy diciendo porque algunas economías avanzadas vieron incentivos fiscales muy agresivos y sí sobrecalentaron sus economías, el caso más claro es el de Estados Unidos que dio muchos paquetes y actualmente sí está enfrentando un sobrecalentamiento de algunos de sus mercados que principalmente es el mercado laboral –expone Gabriel Yorio.
Lo que se está observando a nivel global, destaca, es esta presión de formación de precios que están nutriéndose del incremento de costos que se dieron en la etapa del COVID, luego en la etapa postCOVID, con las oleadas de contagios que se han ido dando y luego, posteriormente, con la guerra de Rusia y Ucrania pues está afectando la disponibilidad de ciertos granos como el trigo, minerales como el cobre y fertilizantes, esto genera continuos choques de oferta que se empiezan a vivir en la formación de precios.
«Entonces, ¿qué puede hacer México ante esto? Porque México es un tomador de precios, es una economía abierta, tenemos inventarios de granos pero estamos recibiendo todos estos incrementos de los precios del exterior, son choques que vienen del exterior, como dicen los economistas, estamos importando la inflación en su mayoría. ¿Qué podemos hacer en este sentido? El Banco Central empezó a trabajar de manera adelantada tratando de bajar los que ellos califican como la expectativa de inflación, pero derivado de la naturaleza de los choques de oferta que se están viviendo, el Banco Central tiene una mayor influencia por el lado de la demanda y es por eso que la Reserva Federal en Estados Unidos sí ya está tratado de bajar la demanda».
Sin embargo, el Subsecretario de Hacienda afirma que México no está en esa situación. «México está recibiendo estos choques por el lado de la oferta, por eso es que se han tomado algunas propuestas por el lado de evitar una mayor formación de precios derivado por incremento de costos. Una de esas medidas fue el no trasladar el precio de las gasolinas al consumidor final y eso estímanos que evitó que la inflación en lugar de llegar a 7.5, no llegara a 9.5. ¿Qué significa esto? Que pudo haber llegado a una senda más alta de inflación y se controló que llegara a un nivel más bajo, que incluye medidas de oferta que tienen que ver con mitigar costos de transporte, no subir la casetas de peaje, no subir tarifas eléctricas, facilitar el comercio, que los aranceles sean mínimos para alimentos; se está evaluando que haya otro choque de costos y esto es lo que va a hacer es acelerar la convergencia que tiene como objetivo el Banco Central», concluye el funcionario federal.