Solo en el desierto es un monólogo que abarca la niñez del pintor Manuel Rodríguez Lozano, su tormentoso matrimonio con Carmen Mondragón (Nahui Ollin), sus inicios como pintor y la trágica relación amorosa con su pupilo Abraham Ángel, además de la entrañable amistad con Antonieta Rivas Mercado, entre otros momentos importantes.
Ciudad de México, 8 de mayo (SinEmbargo).- La oferta de teatro de calidad en la Ciudad de México sigue creciendo, ahora la puesta en escena Solo en el desierto protagonizada por Leonardo Mackey se presenta en La Teatrería para contar una buena parte de la vida del pintor Manuel Rodríguez Lozano.
«Es la vida de Manuel Rodríguez Lozano, que es un pintor muy importante que perteneció a los muralistas junto con Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siquieros, y él asó un poco a la historia sin adquirir este gran renombre que tuvieron los demás muralistas porque él se pelea con ellos, a él no le gusta el trabajo que hacían los muralistas en sus pinturas porque le parecía que ellos enaltecían la revolución y la ponían como si fuera algo maravilloso y al la revolución siempre le pareció un acto sangriento, innecesario y terrible», dijo Leonardo Mackey en entrevista a SinEmbargo.
Leonardo compartió que cuando Rodríguez Lozano se separa de los muralistas para buscar su camino pasa a ser uno de los pintores menos recordados de la época, sin embargo, la obra rescata y cuenta su historia para darla a conocer en especial a los jóvenes. «Tiene una vida fascinante y aportó muchísimo con su obra a la cultura de este país, entonces me parece muy interesante contar la historia de Manuel que muchos no la conocen», apuntó el actor que cuenta con más de 30 años de labor artística.
— Solo en el desierto (@solodesiertoof) May 4, 2022
Mackey contó que esta obra se iba a estrenar en mayo de 2020, sin embargo, por la pandemia ya no fue posible así que en esta ocasión se encuentra muy contento de poder compartir con el público la historia de Manuel Rodríguez Lozano.
«[Manuel Rodríguez Lozano] era rebelde, subversivo, nunca le gustó ir con la corriente, siempre fue contra corriente, tanto en su obra como en su vida personal que estuvo llena de escándalos, imagínate, primero se casa con Carmen Mondragón cuando era muy joven a los 20 años, pero él era homosexual, en esa época era casi casi quemarlo en leña verde, sin embargo, ocho años después de su matrimonio, [años en los que] se van a vivir a París, regresa a México, se divorcia de Carmen y asume por completo su homosexualidad», refirió Leonardo.
Un punto que se debe mencionar como parte de la historia de este pintor mexicano es que María Antonieta Rivas Mercado se enamora perdidamente de él, pero él ya se había asumido como gay, así que Antonieta sufre durante años en desamor de Manuel y un poco por la decepción amorosa de que Manuel Rodríguez nunca le haga caso y vaya más allá de una amistad, ella se suicida en la catedral de Notre Dame en 1931,datos que muestran la interesante y también terrible historia que se rescata y muestra en esta obra.
Otro momento fundamental de la historia es la estancia de Manuel en Lecumberri, lugar al que llega tras ser acusado de robo, de lo cual no es culpable, ahí, él pinta la obra «La piedad en el desierto», él está pintando el mural mientras hace una remembranza de su vida, sus amores más profundos y su recorrido artístico.
«Yo siempre he dicho que los personajes te escogen, no escoges tú como actor a los personajes», aseveró Leonardo, ya que agregó que cuenta con varias similitudes respecto a su personaje, una de ellas es el carácter.
Vicente Ferrer, director y escritor de la obra, realizó una gran investigación de dos o tres años a profundidad en hemerotecas y bibliotecas; Mackey también investigó uy se involucró más para poder entrar a la piel de Manuel respecto a los datos históricos.
Solo en el desierto se presenta en La Teatrería ubicada en Tabasco 152 colonia Roma, los jueves del 5 de mayo al 23 de junio a las 21:00 horas.
