El organismo estima que los precios de la energía crecerán un 50 por ciento en 2022, aunque retrocederán ligeramente en 2023 y 2024. Los precios no energéticos, incluyendo alimentos y metales, se elevarán un 20 por ciento este año y se moderarán discretamente en los dos años siguientes.
Roma/Madrid/Miami, 26 de abril (EUROPAPRESS/AP/EFE).– El Banco Mundial considera que el elevado nivel de precios que se está registrando en estos momentos en los alimentos y la energía se mantendrá durante tres años, según se desprende de su último informe de previsiones de los mercados de materias primas.
«La guerra en Ucrania ha infligido un gran shock para los mercados de materias primas, alternado los patrones globales de comercio, producción y consumo de formas que mantendrán los precios en niveles históricamente altos hasta finales de 2024«, ha explicado el Banco Mundial.
Esta situación se produce después de que los precios energéticos hayan experimentado su mayor incremento en los últimos dos años desde la crisis petrolera de 1973. De su lado, los incrementos de precios de alimentos y fertilizantes han sido los mayores desde 2008.
«En general, esto supone el mayor impacto de materias primas que hayamos experimentado desde los años 70. Como era el caso entonces, el ‘shock’ está siendo agravado por un alza en las restricciones de comercio de alimentos, combustible y fertilizantes», ha explicado el vicepresidente del Banco Mundial para Crecimiento Sostenible, Finanzas e Instituciones, Indermit Gill.
El organismo multilateral estima que los precios de la energía crecerán un 50 por ciento en 2022, aunque retrocederán ligeramente en 2023 y 2024. Los precios no energéticos, incluyendo alimentos y metales, se elevarán un 20 por ciento este año y se moderarán discretamente en los dos años siguientes.
Por su parte, la guerra en Ucrania, la aceleración de la inflación y condiciones financieras más restrictivas, sumadas a la desaceleración de los principales socios comerciales y el descontento social, pueden empeorar las perspectivas de crecimiento para América Latina, advirtió el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para amortiguar el golpe y reducir el riesgo de tensiones sociales, indicó, los gobiernos deberían focalizarse en los sectores más pobres y vulnerables, y dejar que los precios internos se ajusten a los internacionales.
Proyecciones de crecimiento del FMI para 2022 en América Latina y el Caribe:
??Argentina: 4,0%
??Brasil: 0,8%
??Chile: 1,5%
??Colombia: 5,8%
??México: 2,0%
??Perú: 3,0%Caribe:
➡️ Dependientes del turismo: 3,2%
➡️ Exportadores de materias primas: 20,2%https://t.co/JO7SrZgkXl pic.twitter.com/c9qnFxZqOL— FMI (@FMInoticias) April 26, 2022
“La guerra en Ucrania está convulsionando la economía mundial y elevando la incertidumbre en torno a las perspectivas de América Latina y el Caribe”, dijo Ilan Goldfajn, director para el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. “Todos los países están enfrentando por la guerra precios más altos, especialmente de alimentos y energía, que están afectando desproporcionadamente más a los pobres”.
Las perspectivas económicas para la región fueron presentadas por Goldfajn en una rueda de prensa virtual desde la sede del organismo en Washington, en la que el funcionario también señaló que aún antes de la guerra la economía ya estaba desacelerándose.
Tras el repunte de 6.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional en 2021, el FMI proyecta que la actividad económica caerá a 2.5 por ciento en 2022 y se mantendrá en ese mismo nivel el año próximo. Sin embargo, el impacto de la guerra será desigual: en América del Sur la caída será más pronunciada, de un 2.3 por ciento este año y un 2.1 por ciento en 2023; mientras que países que exportan materias primas -como Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago- se verán favorecidos con un repunte de 20.2 por ciento de su PIB en 2022, que caería a 16.4 por ciento en 2023.
A principios de abril, los precios de los alimentos mundiales alcanzaron en marzo su mayor nivel desde 1990 por el encarecimiento de los aceites vegetales y de los cereales, estos últimos “en gran medida” a causa de la guerra en Ucrania, informó la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de los precios de los alimentos de este organismo se situó en marzo de 2022 en los 159.3 puntos, un 12.6 por ciento superior que en febrero, lo que representa “un salto gigante” que lo situó en un nuevo pico máximo desde su creación en 1990.
El FMI prevé que la economía de Brasil se desacelerará 0.8 por ciento en 2022 después del crecimiento de 4.6 por ciento de 2021, mientras que la de México retrocederá a dos por ciento, tras el avance económico de 4.8 por ciento el año anterior. Chile, que tuvo un crecimiento de su PIB del 11.7 por ciento en 2021, retrocederá a 1.5 por ciento y Perú pasará de 13.3 por ciento en 2021 al tres por ciento en 2022, según las previsiones del FMI. Argentina, en tanto, retrocederá de 10.2 por ciento de 2021 a cuatro por ciento este año y Colombia de 10.6 por ciento a 5.8 por ciento.