El Jefe del Ejecutivo reiteró sus críticas a los agentes de la DEA y de otras organizaciones extranjeras, a los que acusó de que «antes entraban y salían por el país y hacían lo que querían, incluso fabricaban delitos».
Ciudad de México, 21 de abril (SinEmbargo/EFE).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) explicó que hace un año disolvió una unidad antinarcotráfico de alto nivel en la que colaboraron por más de 20 años el Gobierno mexicano y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) porque se comprobó que sus integrantes estaban relacionados con el crimen organizado.
Durante su habitual conferencia de prensa, el Jefe del Ejecutivo detalló que por la infiltración del crimen organizado es que fue tomada la decisión de disolver la unidad.
“Ya tiene tiempo que se tomó la decisión de deshacer este grupo, sigue habiendo cooperación, pero ese grupo que supuestamente era de muy alto nivel, estratégico, estaba infiltrado y sus jefes están siendo investigados y hay presos de ese grupo. Nosotros decidimos que se suspendiera eso… Es algo que respetuosamente recomendamos al Gobierno de EU porque tiene que haber orden y confianza”, manifestó en su rueda de prensa matutina.
Y agregó que «hay cosas que llevan a cabo agentes abajo sin el conocimiento de las autoridades del Gobierno de EU de mayor nivel, que tienen que ver con la procuración de justicia, y eso es muy delicado, porque tienen informantes que se quedan en los grupos de la delincuencia».
El mandatario hizo estas declaraciones tras trascender esta semana en la prensa nacional e internacional que México disolvió la unidad antinarcóticos, en la que había más de 50 agentes que participan en operativos especiales, como la detención del capo Joaquín «El Chapo» Guzmán en 2016.
El Presidente cuestionó los reportes y las críticas de sus opositores, quienes acusaron al Gobierno de México de cerrar de forma repentina el grupo de cooperación.
“Les falta información, eso se hizo hace como un año y se demostró que ese grupo estaba infiltrado por la delincuencia, que inclusive uno de sus jefes está siendo juzgado en Estados Unidos”, expresó.
López Obrador enmarcó la decisión en la nueva política de seguridad que existe entre México y Estados Unidos, cuyos gobiernos firmaron el Entendimiento Bicentenario en 2021 para acabar con el enfoque militarista de la Iniciativa Mérida.
También recordó que México ya sólo admite los agentes «que por ley se permiten» de la DEA y otras agencias, tras la reforma a la Ley de Seguridad Nacional de diciembre de 2020 que restringe su presencia.
«Nosotros mantenemos cooperación con organismos internacionales encargados de seguridad, pero procuramos que se respete nuestra soberanía», comentó.
El líder mexicano reiteró sus críticas a los agentes de la DEA y de otras organizaciones extranjeras, a los que acusó de que «antes entraban y salían por el país y hacían lo que querían, incluso fabricaban delitos».
«Entonces ya saben ustedes que se puso orden y se tiene una relación de cooperación, pero con respeto a nuestra soberanía… Es buena la relación, pero con respeto, ya no es el tiempo en que estaba [Felipe] Calderón y [Arturo] Sarukhán de Embajador y entraban y metían hasta armas. Ya no es el tiempo de los operativos esos, como el rápido y furioso, imagínense», dijo.
Incluso, citó que en un nuevo libro de memorias, William Barr, Fiscal General del Gobierno de Donald Trump, reconoció que ellos desconocían la detención de Cienfuegos, entregado poco después a México, donde fue liberado, tras la presión de López Obrador.
«Ahora que escribió sus memorias el Procurador del Presidente Trump habla de la detención del General Cienfuegos y sostiene que fueron agentes de abajo y que ellos no sabían. Imagínense detener al Secretario de la Defensa de un país y que no se enteren de arriba», subrayó.