El mexicano Isaac Hernández presentará en la Ciudad de México el espectáculo Despertares que reúne lo mejor de la danza. El bailarín, que considera que la excelencia es consecuencia del trabajo y la disciplina, platicó con SinEmbargo acerca de este espectáculo, la situación de la danza, su faceta como actor, así como de series y comida mexicana.
Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo).- Isaac Hernández, el primer mexicano en recibir el Benois de la Danse, regresó a la Ciudad de México para platicar de Despertares, el espectáculo del que es director artístico y en el que reúne a los más grandes exponentes y compañías de la escena dancística del mundo. A pesar de los días llenos de trabajo y del cansancio, el talentoso mexicano nos recibió de manera muy amable y con la sencillez que lo caracteriza.
Despertares se presentó por primera vez en 2011. Tras varias ediciones, en 2019 se decidió terminar con este proyecto, sin embargo, la pandemia ha cambiado todo e Isaac decidió que este año regresaría para realizar la novena edición y la sexta que se presenta en el Auditorio Nacional de la capital mexicana. Despertares 2022 tiene un sabor muy especial para el titular del English National Ballet ya que representa un reencuentro que se dará el 6 de agosto.
«Es poder reencontrarme con el público mexicano después de tanto tiempo y de unas situaciones tan difíciles, creo que es un programa que he programado con mucha alegría, con muchas emociones en el contenido artístico creo que vamos a vibrar todos juntos en el Auditorio nuevamente y eso me emociona mucho», compartió Isaac Hernández a SinEmbargo.
Este espectáculo reunirá a 30 artistas en 14 números para brindar una experiencia inolvidable. Despertares cautiva con lo mejor no sólo del Ballet Clásico, sino con un gran repertorio que va desde lo contemporáneo, urbano, tap, popping, locking entre otros. El reencuentro para Isaac con el público mexicano le sabe a esperanza.
«Creo que regresar a México siempre ha sido importante para mí, pero regresar después de esta experiencia significa un poco también volver a la normalidad de nuestras vidas a retomar un poco la esperanza de que las cosas están regresando a la normalidad y también compartir una experiencia con 10 mil personas creo que va a ser muy emotivo. Creo que en todo el mundo no va a haber un espectáculo de danza con esa audiencia y me siento orgulloso de poder estar presentándome en México nuevamente», contó en bailarín.
Hernández creció bailando en el patio de su casa, practicando ballet bajo la dirección de su padre, el maestro Héctor Hernández Valle. Isaac tiene 10 hermanos, además de él, su hermano Esteban Hernández también ha desarrollado una carrera en el baile clásico y Despertares los reunirá nuevamente en el escenario. «Me siento muy contento porque regreso a San Francisco Ballet, vamos a trabajar juntos por primera vez en una compañía profesional, bailar con él siempre es muy especial, creo que todos los años cambia de acuerdo a lo que hemos vivido a través del año y cómo va cambiando nuestra relación», dijo Isaac Hernández.
«Yo admiro mucho a Esteban le tengo mucho respeto como bailarín profesional pero también y en especial como persona, es una gran persona que me recuerda muchas veces de lo que nos ha dado el ballet, nos ha dado esa posibilidad de cambiar nuestras vidas, de compartir una profesión como esta y del privilegio de poder bailar con un ser querido como tu hermano», agregó Isaac con una sonrisa.
Respecto a la situación de la danza en nuestro país, el bailarín de 31 años compartió que hay mucho trabajo por hacer, la situación de la pandemia arriesga a generaciones de bailarines por lo que para él es importante defender que haya oportunidades de calidad para que los niños y jóvenes puedan tener las herramientas de salir adelante. Aunque este año no pudo traer la plataforma Impulsa, con la que años anteriores trajo a al English National Ballet School y a la Escuela San Francisco Ballet para buscar talento mexicano; sí lucha por traer oportunidades de becas y de hacerlas accesibles y totalmente gratuitas para que los jóvenes sientan real la posibilidad de cambiar su vida después de esa experiencia.
PERFECCIÓN Y EXCELENCIA
Isaac Hernández tenía sólo 16 años cuando obtuvo la medalla de oro en la USA Internacional Ballet Competition de Jackson, Mississippi, este concurso es considerado como las olimpiadas de la danza, aspecto que refleja la disciplina, talento y esfuerzo que Isaac ha puesto en el ballet desde muy joven. Aunque se suele considerar que el ballet es la perfección hecha arte, el mexicano tiene muy claro que esta es muy difícil de lograr pero cree que la excelencia sí es posible.
«La perfección y la excelencia yo las considero no completamente diferentes pero sí diferentes, porque creo que la perfección es muy difícil de cuantificar pero creo que nosotros sí tenemos la capacidad de tener la excelencia, la excelencia es consecuencia de un trabajo, de una disciplina, de una maestría y yo soy fan de la excelencia, en ese sentido [la pandemia] nos dio la posibilidad a los bailarines, a los que teníamos la posibilidad de entrenar en casa de volver a trabajar en esa base que nos da el entrenamiento diario, no teníamos una meta especifica, no teníamos esa presión de las funciones, de estar viajando, haciendo giras y volvimos a las bases de la técnica que es lo más fundamental y después cuando volvimos a los salones de ballet, a los escenarios, llegamos bien entrenados y con muchas ganas de volver a sentir y luchar por encontrar esta excelencia».
Respecto a la pandemia, Hernández refirió que fue un momento difícil y lleno de incertidumbre, recordó cómo había cómo había bailarines a quienes sólo les quedaban dos años de carrera, mismos que se fueron con la pandemia, los alumnos que se graduaban durante la contingencia sanitaria y ahora enfrentan retos significativos debido a las limitaciones en el empleo.
«Ha sido muy difícil mantener la mente positiva sentir que esto también va a pasar, creo que los que podemos ejercer está profesión, tenemos una herramienta extra que fluye como un refugio y para mí definitivamente fue un refugio, cuando no hacía clase de ballet era muy difícil pasar el día, entendía que era algo que estaba haciendo por mi bienestar y también me ayudó a enfocarme un día a la vez y en enfocarme en estos principios básicos nuevamente y salimos adelante bien, positivos y con ganas de que este tipo de proyectos como Despertares se puedan rescatar y puedan seguir siendo parte de la vida cultural del país y que podamos seguir inspirando y compartiendo la excelencia con el público mexicano», afirmó.
NETFLIX, SERIES Y CHILAQUILES
El arte de Isaac ha trascendido los escenarios dancísticos, hace un par de años formó parte de la serie de Netflix Alguien tiene que morir en la que interpretó a Lázaro, un bailarín que llega a España a la casa de Gabino, su mejor amigo, personaje interpretado por Alejandro Speitzer. Esta serie le permitió dar mayor visibilidad al ballet y hacerlo llegar a muchos más hogares, esa fue una de las razones por las que aceptó la invitación de Manolo Caro, creador de la producción, además de que le pareció muy interesante que quisiera incluir el ballet clásico en una plataforma como Netflix.
«Ha sido una gran experiencia que definitivamente ha cambiado la manera en la que regresé yo al escenario clásico y definitivamente posicionó el ballet en una de las plataformas más importantes del mundo done millones de personas conocieron un poquito más de mi trabajo y de mi profesión y ha sido un gran regalo que me dio la vida y que me dio Manolo con su confianza», destacó Isaac.
Respecto a las series que él disfruta, recomendó ver Peaky Blinders, de la que señaló «es una gran serie, tiene una gran fotografía, tiene una gran historia tiene grandes actores, grandes interpretaciones». Además, compartió que al llegar a México hay una comida que no le puede faltar: chilaquiles. «Desayuno todos los días chilaquiles, es un poco incomodo para la gente, hoy me comí unos platos de chilaquiles con huevo revuelto, eso es lo que más me gusta, también obviamente los tacos y puedo encontrar tacos en Londres, los últimos años han mejorado mucho, pero definitivamente los chilaquiles, los huevos revueltos con machaca, los desayunos de verdad, eso lo extraño mucho porque nosotros los mexicanos desayunamos muy particular a comparación de los europeos», dijo.
Un dato curioso que compartió es que en su casa, en Londres, prepara tortillas: «tengo un tortillero de esos de metal y a veces las hago y quedan relativamente buenas».