El Gobernador de Texas aseguró que hasta que no haya nuevas medidas de seguridad en el cruce fronterizo entre México y Estados Unidos, mantendrá vigente su política de inspecciones.
Por Paul Weber
Austin, Texas, 13 de abril (AP).— El Gobernador de Texas, Greg Abbott, desafió el miércoles la creciente presión para que ponga fin a las inspecciones de camiones que han atascado la frontera entre Estados Unidos y México durante varios días, provocando una fila de vehículos de carga que se extiende por varios kilómetros y haciendo que algunos productos se echen a perder. Abbott dijo que no revocaría su nueva medida en todos los cruces hasta que existan más garantías de seguridad.
Sin embargo, sí retiró las inspecciones en un puente internacional después de anunciar que llegó a un acuerdo para reforzar la seguridad con el Gobernador de Nuevo León, Samuel García, que se ubica del otro lado de la frontera con Laredo.
Pero las filas más largas de camiones comerciales a lo largo de los mil 900 kilómetros de frontera con Texas se han presentado en otros puentes que no colindan con Nuevo León. Entre ellos se incluye el Puente Internacional Pharr-Reynosa, que ha permanecido prácticamente cerrado desde el lunes por las protestas de transportistas.
Abbott dijo que esperaba que otros estados mexicanos siguieran los pasos de Nuevo León y lleguen a acuerdos con Texas.
La presión sobre Abbott se ha seguido acumulando, incluyendo de parte de aliados del Gobernador.
La Asociación de Camioneros de Texas, que ha expresado su apoyo a Abbott por la reelección, dijo que la situación actual «no puede sostenerse» luego de que las demoras aplazaron entregas y amenazaban con dejar vacíos los anaqueles de las tiendas.
Los gobernadores de los estados mexicanos de Coahuila y Tamaulipas, que también colindan con Texas, enviaron cartas a Abbott en las que dijeron que las inspecciones eran demasiado vehementes y causaban caos y daños económicos en ambos lados de la frontera.