Tras la clasificación de la Selección Mexicana de Futbol a la Copa del Mundo 2022 en Catar y el sorteo de grupos para conocer los enfrentamientos en dicho torneo, se percibe esa sensación de alegría y entusiasmo, que cada cuatro años se vive, en la que los colores y olores del futbol y las aficiones de cada país se impregnan en las sociedades durante aproximadamente un mes.

Para muchas personas, los Mundiales de futbol son y han sido momentos alegres e inolvidables; tiempo de reunión, de festejo, de coleccionar álbumes, de sentirse mexicano. Durante una treintena de días todos se interesan por conocer jugadores, estadísticas y reglas del futbol, incluso aquellos que no son precisamente seguidores habituales del balompié. Menciono algunas referencias personales. Mi primer recuerdo de futbol es el Mundial de 1994, año en que para los mexicanos hubo más de un suceso imborrable. Un ceviche en casa de amigos de mis padres y “Zague” fallando inexplicablemente un gol frente a la portería desguarecida de Noruega. En 1998, la niña guapa de mi salón me dijo que si México calificaba a la fase de grupos sería mi novia. Cuando Luis Hernández metió ese gol de último momento contra Holanda yo salí corriendo a festejar, quizá igual que “El Matador” lo hacía en ese momento en Saint-Étienne, por ambos objetivos cumplidos, quizá uno más que el otro.

Más allá de la evocación de estos gratos momentos y los que muchos puedan tener sobre los Mundiales es inevitable analizar el contexto internacional en que se realizará la Copa del Mundo de Catar, sobre todo, a la luz de la conmemoración del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, acontecida hace apenas unos días, el 6 de abril. El conflicto bélico que desde febrero ha captado la atención de la opinión pública mundial es la invasión de Rusia sobre Ucrania, iniciada el 24 de febrero de este año. Este suceso, por cierto, provocó que Rusia quedara excluida de Catar 2022. Es imposible saber si el conflicto se extenderá hasta noviembre-diciembre de este año y difícilmente el Mundial será tomado en cuenta por Rusia para cesar sus hostilidades. Cabe recordar que dicho país violó la Tregua Olímpica de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Invernales de Beijing, aprobada por unanimidad en la Asamblea General de la ONU.

Por otro lado, en la zona continental en que se desarrollará la Copa del Mundo de este año existen diversos conflictos que, quizá no sean tan difundidos en Occidente, pero que son igual de preocupantes por distintas razones. Uno de los escenarios de conflicto se encuentra en Yemen, los rebeldes hutíes se enfrentan al presidente de ese país. Sin embargo, lo significativo es que Arabia Saudita y un grupo de países de la región respaldan militarmente al Gobierno yemení, mientras Irán suministra armas a los hutíes. En últimas fechas, el grupo rebelde detonó explosivos en Arabia Saudita y éste último respondió con ataques en Yemen. ¿Saben qué país se encuentra entre Arabia Saudita e Irán? Efectivamente, Catar. De igual forma, el enfrentamiento Israel-Palestina no es un tema cerrado y cualquier chispa puede detonar una nueva escalada de violencia.

En este contexto, el país sede del Mundial promovió en la Asamblea General de la ONU una resolución sobre la Copa Mundial de Futbol. En ella, se llama a los estados miembros a que apoyen el deporte y su utilización como instrumento para promover la paz y el desarrollo; y alienta a las autoridades competentes a que hagan todo lo posible por garantizar que la Copa Mundial de Fútbol de 2022 deje un legado duradero para la paz y el desarrollo en Oriente Medio. Esta resolución cuenta con apoyo unánime, incluido el de México.

Nuestro país esta vinculado de una u otra forma en la mayoría de los asuntos mencionados y tiene posturas y liderazgos bien definidos respecto a estos. Sobre la Copa del Mundo, seguramente los mexicanos volverán a ser la afición mayoritaria en Catar. Según números de los organizadores del Mundial, México se encuentra entre el tercer y cuarto lugar de las naciones que han solicitado entradas para los partidos de futbol. El segundo lugar es Estados Unidos de América, muy posiblemente la compra de entradas de este país la realizan mexicanos y mexicoamericanos. Por tal motivo, distintas áreas de la Secretaría de Relaciones Exteriores se preparan para informar a la afición mexicana que viajará a ese país de Medio Oriente sobre las medidas y normas que deben observar, así como sus derechos y obligaciones principales. Para la Copa del Mundo se planea tener los mecanismos consulares y de protección necesarios para atender a los connacionales que lo requieran.

Por otro lado, el Mundial también será una oportunidad para fortalecer la presencia de México en Catar y el mundo. Este propósito dará continuidad a la participación de nuestro país en Expo Dubái. Por lo que nuestro país tiene y tendrá presencia importante este año en esa zona del mundo en la que subsisten los conflictos referidos y sobre los cuales el Gobierno se ha pronunciado en favor de la resolución pacífica de los mismos y ha emitido posturas a favor de condiciones humanitarias en favor de los civiles ante organismos multilaterales. En especial, nuestro país ha sostenido un destacado liderazgo en estos temas ante la invasión rusa en Ucrania. De tal forma, la cultura, la paz y el deporte son herramientas que el Gobierno está robusteciendo y podrán palparse en las acciones que Cancillería realizará en torno a Catar 2022.

“La pelota está rodando”, y como se indicó, no necesariamente el futbol o el Mundial de esa especialidad acabará con los conflictos mundiales prevalecientes, sin embargo, con voluntad y trabajo serio de los países, incluido México, organismos internacionales, como ONU y FIFA, el Mundial será un buen motivo para buscar treguas significativas. El balón siempre ha unido más que confrontado, no sólo dentro del futbol, también en procesos sociales en el mundo e incluso en planos personales. Por cierto, en 1998 la jovencita de mi clase cumplió su palabra, fue un buen verano.

Erik Del Ángel Landeros

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Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM, maestro en Historia Moderna y Contemporánea por el Instituto Mora y candidato a doctor en Historia por la UNAM. Cuenta con estudios en la Universidad de Texas y con el Diplomado Líderes Progresistas por la Fundación Friedrich Ebert. Se ha desempeñado en el sector público y académico. Actualmente es profesor en la carrera de Relaciones Internacionales y Coordinador Ejecutivo del Consejo Técnico de Diplomacia y Cooperación Deportiva de la SRE.

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