El Presidente de México se reunió con el enviado especial para el clima del Gobierno de Estados Unidos para dialogar sobre la relación binacional y el sector energético mexicano, en compañía de varios empresarios estadounidenses.
Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo/EFE).– John Kerry, enviado especial para el clima del Gobierno estadounidense, llegó este jueves a Palacio Nacional en la capital de México para reunirse con el Presidente Andrés Manuel López Obrador por la tarde, con quien dialogó sobre los efectos de la Reforma Eléctrica junto con empresarios extranjeros.
Poco antes de las 14:00 horas, el funcionario de Estados Unidos y su comitiva ingresaron al despacho de Gobierno, donde se tenía prevista primero una comida con el mandatario mexicano y los miembros del sector privado. Además, por la mañana estuvo en la sede de la Embajada de su país.
El Presidente mexicano calificó el encuentro como «amistoso, necesario y benéfico» a través de redes sociales, y compartió que el Embajador Ken Salazar también estuvo presente.
Nos reunimos con el enviado presidencial especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, el embajador Ken Salazar y un grupo de empresarios estadounidenses. Considero que fue un encuentro amistoso, necesario y benéfico. pic.twitter.com/dxKJ3L7u8n
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 1, 2022
«Queremos mantener buenas relaciones con el Gobierno de Estados Unidos, relaciones de amistad. Y también buscar la integración económica con respeto a nuestras soberanías», dijo López Obrador por la mañana en su conferencia de prensa, previo al encuentro.
Es la tercera vez que Kerry llega a México para un encuentro con López Obrador. El enviado especial pretende llegar a acuerdos entre ambos países sobre cómo acelerar la lucha contra el cambio climático.
«Afortunadamente John Kerry y el Embajador, Ken Salazar, han ayudado mucho, y también empresarios que están dispuestos a que se llegue a acuerdos. A regularizar su situación», agregó el Presidente de México.
Aunque se anunció que el encuentro entre las delegaciones de México y Estados Unidos tenía el afán de acelerar la cooperación contra la crisis climática, López Obrador centró sus palabras en el mercado energético y de combustibles fósiles y en la necesidad de aprobar su polémica Reforma Eléctrica.
La propuesta de reforma es controvertida porque limitaría al 46 por ciento la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado.
Además, eliminaría los reguladores autónomos de energía, revisaría contratos previos y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados.
A los empresarios de Estados Unidos «se les va a informar sobre nuestro plan de generación de energías limpias y del propósito de fortalecer a Pemex, a la Comisión Federal de Electricidad, es decir a las empresas públicas», explicó el Presidente.
Dijo que «al mismo tiempo» se va a «definir» cuáles «minerales estratégicos» van a estar manejados por empresas de la nación, como el litio.
Aseguró que la Reforma Eléctrica quiere garantizar que no haya «apagones» en el país.
«Vamos a hablar con ellos para informarles, decirles que ya son otras condiciones y que no queremos nosotros padecer, como está sucediendo incluso en Estados Unidos, por la invasión a Ucrania», agregó.
Y sobre la votación este abril en el Poder Legislativo, dijo: «Los legisladores, diputados y senadores, van a tener que definirse, si están con las empresas o están con la nación», remarcó, y denunció los supuestos subsidios a empresas privadas.