Heineken seguirá pagando a sus mil 800 empleados en Rusia hasta el final del año; pero dijo que ya no se beneficiará de las ventas de sus operaciones rusas y anticipa un costo de 438 millones de dólares como resultado.
Por Jan M. Olsen
COPENHAGUE, Dinamarca (AP) — El grupo cervecero danés, Carlsberg, anunció que saldrá de Rusia horas después de que su competidor, la cervecería holandesa Heineken, hiciera lo mismo, debido a la actual guerra de Moscú contra Ucrania.
El grupo con sede en Copenhague dijo en un comunicado que había tomado “la difícil e inmediata decisión de buscar una completa salida de nuestro negocio en Rusia, que creemos es lo que se debe hacer en las condiciones actuales”.
Carlsberg es dueño totalitario de Baltika Breweries, uno de los principales intereses cerveceros en Rusia y el principal exportador de cerveza rusa. La cervecería danesa genera alrededor de 10% de sus ventas en Rusia, en donde tiene unos 8.400 empleados que serán despedidos.
El gerente general de la cervecería danesa, Cees ’t Hart, dijo que la decisión significa que “no tendremos presencia en Rusia” y el negocio de su vasto mercado ruso ya no será incluido en los ingresos y ganancias operativas de Carlsberg. El negocio “será manejado como un bien a la venta hasta que se complete la salida”.
En 2021, Carlsberg reportó ingresos en Rusia por seis mil 500 millones de coronas (959 millones de dólares) y ganancias operativas en Rusia por 682 millones de coronas (101 millones de dólares), respectivamente. El grupo dijo que proporcionará más detalles del impacto contable de la salida planeada y la reintroducción de dirección de ganancias más adelante.
Cualquier ganancia generada durante la crisis humanitaria será donada a organizaciones de ayuda, indicó Carlsberg.
En Holanda, Heineken dijo que sus negocios en Rusia “ya no son sostenibles ni viables bajo las condiciones actuales. Como resultado, hemos decidido dejar Rusia”.
Agregó que busca un “traspaso ordenado de nuestro negocio a un nuevo propietario en apego total a las leyes internacionales y locales”.
Heineken seguirá pagando a sus mil 800 empleados en Rusia hasta el final del año. La empresa dijo que ya no se beneficiará de las ventas de sus operaciones rusas y anticipa un costo de 400 millones de euros (438 millones de dólares) como resultado.