Amnistía entrega documentos sobre desaparición en la Guerra Sucia a Segob y CNB

23/03/2022 - 7:33 pm

La organización internacional entregó su acervo de información sobre las desapariciones forzadas de personas durante la Guerra Sucia, un momento «en el que diversos movimientos sociales fueron reprimidos al exigir su derecho a la libertad expresión y la apertura de espacios de participación política para hacer oír sus voces».

Ciudad de México, 23 de marzo (EFE).– Amnistía Internacional (AI) entregó el martes al Gobierno mexicano los archivos en los que documentó las desapariciones forzadas de personas por motivos políticos durante los años 70, época conocida como Guerra Sucia, informó este miércoles la organización.

En un comunicado indicó que la entrega se llevó a cabo el martes a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).

En la reunión, concretada en la oficina de Amnistía Internacional México, participó a distancia el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas.

Encinas destacó que este acervo será de gran utilidad para el trabajo que realiza la CNB y la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, al tiempo que agradeció a AI.

En su oportunidad, la titular de la CNB, Karla Quintana, dijo que el acervo entregado por AI «es un ejemplo de que en la búsqueda de personas desaparecidas, las organizaciones de la sociedad civil juegan un papel importante».

Mientras que el director de la Unidad de Búsqueda de las Personas Desaparecidas Víctimas del Terrorismo de Estado Contrainsurgente durante la Guerra Sucia (UBGS), Javier Yankelevich, resaltó la importancia de los documentos entregados, ya que, recordó, Amnistía Internacional «era una de las entidades que recibía denuncias en nuestro país, cuando en México no existía ninguna otra instancia».

Subrayó que la organización «era una de las pocas puertas que las familias podían tocar para denunciar desapariciones forzadas, y que fue pionera en la documentación de este tipo de atrocidades alrededor del mundo».

En tanto, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Edith Olivares Ferreto, dijo que la entrega de los archivos con que los que cuenta AI los ha llevado a un momento de reflexión «muy doloroso».

«El trabajo de la sección mexicana inició en el país en 1971, en un contexto político-social en el que diversos movimientos sociales fueron reprimidos al exigir su derecho a la libertad expresión y la apertura de espacios de participación política para hacer oír sus voces», apuntó.

Además, dijo que detrás de esta entrega está el trabajo de fundadoras históricas de AI que durante décadas impulsaron la búsqueda de personas desaparecidas.

«Estos casos constituyen una herida que ha atravesado al país durante muchos años y lamentablemente es un fenómeno que, aún hoy, no cesa», agregó.

Amnistía Internacional fue de las primeras organizaciones en documentar las desapariciones forzadas en América Latina. Los archivos que fueron entregados a la CNB se encuentran resguardados en su oficina central en Londres.

Marcha En Memoria De Los Desaparecidos Foto Frente Mexicano De Grupos Trabajadores De La Cultura Grupo Germinal fotógrafo Acervo Cristina Híjar Arte Y Movimiento Social Cenidiapinba

La organización señaló que la importancia de los archivos radica en que «su información es cercana en el tiempo al inicio de las desapariciones, además de que la lógica de su documentación responde a las violaciones de derechos humanos, lo que la distingue de los repositorios de los perpetradores de éstas, que responden al objetivo de la represión».

En México, la época conocida como Guerra Sucia se dio en la década de 1970 y parte de la de 1980 y fue catalogada por especialistas como «terrorismo de Estado».

Según especialistas, durante ese periodo existió en el país «una violencia ejercida por el Estado mexicano» contra disidentes y opositores políticos en distintas entidades del país.

Entre ellas, el entonces Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y en estados del norte del país como Sinaloa, Chihuahua y Nuevo León, o Jalisco en el occidente, aunque esta violencia especialmente se focalizó en Guerrero, y principalmente en la zona rural de esa entidad.

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