Michael Morbius es un prestigioso bioquímico con una rara enfermedad sanguínea que lo debilita físicamente; el motor de su vida es investigar para curar a otros y a sí mismo.
Por Magdalena Tsanis
Madrid, 23 de marzo (EFE).- Actor con fama de extravagante y de llevar el método a sus últimas consecuencias, Jared Leto ha presentado hoy en Madrid su primera incursión en el universo Marvel, Morbius, un personaje conflictivo, enemigo de Spiderman en los cómics, que dice haber abordado como «una especie de Jekyll y Hyde».
«La película explora de forma profunda esa lucha entre el bien y el mal, él tiene que combatir sus propios instintos más primarios, es una especie de Jekyll y Hide», señaló a Efe el ganador de un Óscar por «Dallas Buyers Club» (2013).
Michael Morbius es un prestigioso bioquímico con una rara enfermedad sanguínea que lo debilita físicamente; el motor de su vida es investigar para curar a otros y a sí mismo.
Cuando se inyecta la que cree que será su salvación, se infecta con un tipo de vampirismo que le hace adquirir una fuerza y habilidades sobrehumanas, pero también la necesidad imperiosa de sangre humana.
«Estoy muy emocionado con esta película porque es un personaje que nunca hemos visto antes en la pantalla», dice Leto, que también dio vida al Joker de DC en Suicide Squad (2016).
Si en aquel rodaje se dedicó a gastar bromas de mal a gusto a sus compañeros de reparto para meterse en el personaje, según contaron ellos mismos, esta vez ha sido algo más comedido.
«Me fascina esa forma de inmersión al aproximarme a los personajes», admite. Después de leer todo lo que pudo y llenar los cómics de anotaciones, habló con varios médicos y científicos para entender toda la terminología y el mundo de los laboratorios y poder desenvolverse con convicción.
«También trabajé con gente afectada por enfermedades raras para entender cómo es su vida y concretamente con alguien con un tipo específico de problema de movilidad», explica. Porque antes de tomar la poción que cambia su vida, Morbius está extremadamente débil y precisa muletas para caminar. «Esa parte fue especialmente retadora», subraya.
El director Daniel Espinosa, de origen chileno, asegura que Leto, que ya ha cumplido los 50, tiene la fuerza y la motivación de un joven de 22. «He tenido mucha suerte en mi carrera trabajando con actores como Denzel Washington, Tom Hardy, Gary Oldman… él forma parte de ese grupo de actores increíbles que son dioses para nosotros, los directores».
Lejos de suponer un problema a la hora de dirigirle, dice que su método lo hace más fácil. «Él es el personaje, pero tú puedes decidir a dónde va y puede ir a cualquier lado, es un actor con la liviandad de un Cary Grant, se mueve rápido y fácil porque se pone literalmente en la piel del personaje».
Morbius es una clásica película de acción de superhéroes, pero más intensa y oscura de lo que suele ser el universo Marvel.
«Las películas de Marvel suelen ser comedias de acción, pero este personaje necesitaba una mezcla nueva», dice Espinosa, que añade a esa mezcla la rivalidad con su amigo de infancia Milo (Matt Smith) y el romance con su colega Martine Bancroft (Adria Arjona).
Finalmente el villano resulta muy humano, porque la persona de carne y hueso no deja de estar ahí. «Aunque se transforme sigue sintiendo todo, todo sale de él, no es una fuerza exterior y por eso tiene que trabajar para aceptarse a sí mismo», indica el director.
Sobre la posibilidad de que eso suponga un problema para el espectador de cara a un futuro posible enfrentamiento con Spiderman en la gran pantalla, Leto mantiene el misterio: «No sé, quizá puedan ser amigos».