De acuerdo con los expertos, el descubrimiento significa una oportunidad de adentrarse en las prácticas funerarias de la antigüedad.
Ciudad de México, 22 mar (EFE).- Arqueólogos mexicanos han encontrado entierros humanos asociados a la intervención francesa y el imperio de Maximiliano de Habsburgo, en el siglo XIX, ha informado este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
El hallazgo ha tenido lugar en el Templo de San Francisco Javier, que se ubica en el centro histórico de la ciudad de Puebla, en el centro de México, donde los expertos mexicanos realizan acciones de salvamento arqueológico.
“Se ha recuperado un grupo de entierros humanos, los cuales en su mayoría podrían estar relacionados con las epidemias decimonónicas y, especialmente, con la época de la invasión francesa y el imperio de Maximiliano de Habsburgo, entre 1862 y 1867”, ha precisado la dependencia en un boletín divulgado este día.
Las autoridades han explicado que pudieron deducir que los entierros humanos están relacionados con esa época debido a que uno de los hallazgos es el de un individuo masculino que conserva un agujero de bala en el hueso iliaco izquierdo.
“Así como el proyectil mismo que lo causó, se teoriza que el hombre falleció en plena guerra contra Francia”, han apuntado.
Además, han encontrado otros materiales, como suelas de zapatos, botones de ropa y una cruz de metal que una mujer debió de portar, “que se estima corresponden a la segunda mitad del siglo XIX”.
El equipo de especialistas, integrado también por los arqueólogos Mariana Navarro Rosales y Raymundo Ramírez Marcos, así como la ilustradora científica Selene Bagatella, ha identificado, hasta ahora, seis entierros primarios y dos secundarios (uno con seis individuos y otro con catorce).
Asimismo, han indicado que los investigadores pudieron determinar que las edades del grupo de entierros primarios sobrepasaban los 25 años en el momento de su fallecimiento.
Para los expertos, el descubrimiento significa una oportunidad de adentrarse en las prácticas funerarias de la antigüedad, ya que aunque la mayoría de los entierros se han hallado en posición anatómica, lo que sugiere que pudieron haber tenido ataúdes, en otros podrían haber usado otras técnicas funerarias.
Finalmente, el arqueólogo Manuel Melgarejo Pérez ha declarado que para dar tratamientos de conservación a los restos humanos y a los materiales encontrados, se plantea instalar un laboratorio dentro del Templo de San Francisco Javier.