Alejandra Leal, Codirectora de la organización Céntrico, señaló que la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, ha sido impulsada “desde la sociedad civil, especialistas y fuertemente por familiares de víctimas de siniestros de tránsito, desde 2014″, y “responde a la instrumentación de un derecho que fue reconocido a finales de 2020, que es el derecho a la movilidad».
Ciudad de México, 16 de marzo (SinEmbargo).- «En México fallecen 16 mil personas al año, esto es 44 personas al día pierden la vida en nuestro país [en un siniestro de tránsito]», situación que es la principal causa de muerte de niñas, niños y jóvenes en México, así lo afirmó Alejandra Leal, Codirectora de Céntrico, organización que se especializa “en planeación, diseño, implementación y evaluación de proyectos de movilidad urbana sustentable”, según indica en su página web.
En entrevista con las periodistas Daniela Barragán y Romina Gándara para el programa Café y Noticias que se transmite por el canal de Youtube SinEmbargo Al Aire, la experta abordó el tema de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, la cual ya pasó por unanimidad en comisiones de la Cámara de Diputados, y se espera que mañana sea votada por el pleno de la Cámara Baja, pese a que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz ha impulsado una campaña para desactivar el proceso.
Explicó que tras años de discusión se determinó que «la movilidad y la seguridad vial es un tema de justicia social», debido a que México es “un país en el que la mayoría de las personas anda a pie y en transporte público», por lo que el Estado tiene el deber de «poner toda la atención en la mayoría de las personas, que son las más tiempo dedican a trasladarse, las que más recursos destinan para moverse en las ciudades, y también las que potencialmente corren más riesgo de perder la vida».
Por ello, en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial “busca proteger la vida y garantizar, a través de leyes, que todos los sectores, el Estado, la ciudadanía, la industria hagan la parte que le corresponde para prevenir estos siniestros de tránsito, mediante el diseño de calles, del establecimiento de los límites de velocidad en las calles”.
En este sentido, puntualizó que se determinó que [a nivel nacional] se establezca que “en vías secundarias [los límites de velocidad] sean de 30 kilómetros por hora, en primarias de 50 y en vías de acceso controlado de 80 kilómetros por hora. Límites que son definidos por la Organización mundial de la Salud en función del golpe que podemos recibir y sobrevivir [a este impacto]”.
«También se establecen límites de alcohol en la sangre y en aliento, lo cual también genera este piso mínimo para que los municipios pongan protocolos de alcoholimetría, que han sido de las estrategias más importantes en la disminución de siniestros de tránsito», dijo la Codirectora de Céntrico, y añadió que dicha Ley considera, además, el «uso obligatorio de los cascos por motociclistas, el uso de sillas de retención infantil, en los ocupantes de vehículos, el uso de los cinturones de seguridad de todos los ocupantes del auto».
Asimismo, se estableció un tema que sienta un precedente, como lo es la “obligatoriedad de aprobar un examen de aptitudes y conocimientos para contar con una licencia de conducir», ya que existe una disparidad entre las distintas entidades federativas respecto a cómo se otorgan dichas licencias, pues, destacó, es el Estado mexicano el que debe garantizar que a la persona a la que se le dé una licencia “potencialmente no va a dañar a algún otro ciudadano que se encuentre en el espacio público”.
Leal explicó que esta Ley ha sido impulsada “desde la sociedad civil, especialistas y fuertemente por familiares de víctimas de siniestros de tránsito, desde 2014″, y “responde a la instrumentación de un derecho que fue reconocido a finales de 2020, que es el derecho a la movilidad», lo que quedó establecido en el Artículo cuarto de la Constitución Mexicana, ya que «la movilidad es un derecho que te da acceso a otros derechos, [como] a la educación, al trabajo».
«Hay unos riesgos que se observan para el día de mañana, la Industria Automotriz se ha pronunciado públicamente [contra esta Ley]”, la cual, dijo la experta, “tiene un enfoque totalmente en las personas”, ya que su propósito es el de proteger la vida, «no tanto en el transporte, como tradicionalmente se ha hecho», enfatizó Leal, quien sostuvo que “ningún interés privado puede estar por encima de la protección de la vida de las personas».
La Ley de Movilidad y Seguridad Vial también «reconocen los derechos de las víctimas de siniestros de tránsito», por lo que, dijo Leal, incluye el tema de atención médica prehospitalaria, con la que se determina el cómo se atiende a las víctimas una vez que ocurre un siniestro y cómo se generan los protocolos necesarios para brindar una mejor atención, y con ello evitar la muerte de más personas.
Tras el accidente que se suscitó el pasado 15 de agosto, en la carretera México-Cuernavaca, en el que siete motociclistas perdieron la vida, generó un debate sobre si se requiere o no una mayor regulación a quienes conducen este tipo de vehículos.
Lo sucedido, además, forma parte de una tendencia en la que los choques de motociclistas registraron un crecimiento en México, en los últimos cinco años, de al menos un 22.9 por ciento, ya que pasaron de 32 mil 892 coaliciones con motociclista registrados en el año 2016 a 40 mil 753 durante el 2020, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los accidentes con motocicleta se han mantenido al alza desde el año 2016 hasta 2019, siendo este último el que presenta el mayor repunte con 42 mil 667 colisiones, un 15 por ciento con respecto al 2018, que tuvo en total 37 mil 94. En tanto que el 2020, primer año de la pandemia, registró un descenso de 4.5 por ciento con relación al año anterior inmediato.
El comportamiento de este tipo de accidentes contrasta con la de los choques de vehículos a nivel nacional. Los datos del Inegi muestran que los accidentes vehiculares en 2020 (179 mil 696) bajaron al menos un 24.3 por ciento con respecto a los registrados en 2016 (235 mil 998). Si bien el mayor descenso se registra en el 2020 y se podría adjudicar a las medidas restrictivas por la pandemia, el número de percances vehiculares ya registraba una tendencia a la baja de 6 por ciento desde 2016 a 2018.
Incluso el número de choques de motociclista también contrasta con las colisiones de ciclistas que, al igual que las de los vehículos, fueron a la baja a nivel nacional. Para el año 2020, los 3 mil 680 accidentes en los que se involucró un ciclista fueron al menos un 27.94 por ciento inferior a los registrados en 2016, que ascendió a los 5 mil 107.
Los accidentes con motociclista representan un 13.50 por ciento del total de los accidentes que reporta el Inegi, que desglosa los accidentes en 12 variables: colisión con vehículo, con peatón, con animal, con objeto fijo, con ferrocarril, motociclista, ciclista, volcaduras, caída de pasajero, salida de camino, incendio (vehicular), y otros accidentes.
Nuevo León, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Yucatán son las entidades federativas que registran el mayor número de choques con motociclistas al reportar durante el 2020: 4 mil 091, 3 mil 505, 2 mil 734, 2 mil 448 y 2 mil 64 caso, respectivamente.
En tanto que los choques de vehículo concentran el 59.56 por ciento de los accidentes, seguido de los impactos con objeto fijo (42 mil) que representan el 14 por ciento del total de los accidentes.
– Con información de Romina Gándara y Efrén Flores