Por medio de una granja que permitiría cultivar la especie de pescado, México podría criar y exportar la totoaba a nivel internacional pese a encontrarse en peligro de extinción.
Ciudad de México, 11 de marzo (EFE).- El Gobierno mexicano consiguió la aprobación para comerciar a nivel internacional la totoaba, un pez en peligro de extinción, informó este viernes Earth Ocean Farms (EOF), una granja que permitirá cultivar la especie sin ponerla en riesgo.
México alcanzó la mayoría de votos del Comité Permanente de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), que respaldó la propuesta de registrar la primera granja de acuacultura, es decir, EOF, con sede en La Paz, Baja California Sur.
“La acuacultura es un método para asegurar la no extinción de la totoaba. En EOF hemos cumplido con todos los requisitos solicitados por la Convención. La decisión de Cites permite consolidar la economía regional de la península de Baja California», aseveró Pablo Konietzko, director de EOF.
El buche de la totoaba, originario del Golfo de California, en el noroeste mexicano, es muy apreciado en el mercado asiático, sobre todo en China, donde a su vientre natatorio se le atribuyen capacidades curativas y afrodisíacas.
La pesca de totoaba está prohibida, pero su gran valor en el mercado negro chino hace que este pez de hasta dos metros de largo y 150 kilos de peso sea víctima de la pesca furtiva.
Por ello, la resolución de Cites permitirá «impulsar un importante mercado internacional con un enfoque sustentable y, además, abre la puerta a otras Unidades de Conservación de la Vida Silvestre (UMA) que cumplen con los requisitos solicitados», indicó Konietzko.
«EOF es parte de la solución para la conservación de la especie. Apoyamos su repoblación y hemos liberado cerca de 150 mil totoabas juveniles en el mar de Cortés y estudios han comprobado que los individuos liberados han logrado sobrevivir», sostuvo.
Miembros del Comité, como Brasil, Canadá, Indonesia y Kuwait, consideraron que EOF solventó los requerimientos y observaciones.
Mientras que otros representantes concedieron que la problemática del comercio ilegal del buche de totoaba y el comercio legal de la carne proveniente de las granjas de acuacultura deben evaluarse de manera independiente.
«La aprobación se interpreta como un importante paso para México, fortaleciendo la estrategia de conservación a través del cultivo de especies marinas», consideró EOF.
La pesca aportaba 2.5 por ciento del PIB agropecuario de México con más de 240 mil trabajadores en 24 de los 32 estados del país antes de la pandemia, de acuerdo con cifras oficiales de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).
Pero la insuficiencia de medidas para proteger especies en peligro, como la vaquita marina, ha despertado preocupación en Estados Unidos, que en febrero pidió que se realicen consultas ambientales sobre este tema como parte del acuerdo comercial T-MEC.
La explotación de la totoaba data desde la década de 1920, y no solo ha puesto en un grave peligro de extinción a esta especie sino también a la vaquita marina, un mamífero acuático con la que comparte espacio geográfico.