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Científicos del IPN rehabilitan con videojuegos a pacientes dañados por la COVID-19

07/03/2022 - 11:27 am

La innovadora terapia logra aumentar el rendimiento pulmonar de los pacientes hasta en un 40 por ciento con ayuda de un videojuego.

Por Carina López

MÉXICO, 7 mar (Xinhua) — La paciente Mónica Rojas nunca imaginó que podría sanar su sistema respiratorio tras padecer la COVID-19, acudiendo a una terapia de rehabilitación basada en videojuegos en un hospital de México.

«Es muy divertido venir a la terapia, jugar y, sin darnos cuenta, soplar y saber que con eso nos estamos rehabilitando, estamos mejorando nuestros pulmones después de estar enfermos de COVID-19», dijo a Xinhua la paciente.

La mujer, de 63 años, contrajo la enfermedad hace unos meses y debió ser intubada por varias complicaciones que presentó pues padece diabetes y otras enfermedades crónicas.

Como hay músculos que quedan dañados por la enfermedad respiratoria, un grupo de científicos mexicanos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional, se propuso fortalecerlos de manera lúdica a través de dos videojuegos.

Como hay músculos que quedan dañados por la enfermedad respiratoria, científicos del Cinvestav se propusieron fortalecerlos de manera lúdica. Foto: Cinvestav

«Creamos una plataforma en la que las personas pudieran hacer ejercicios con las válvulas, pero al mismo tiempo jugar. Tú vas a estar jugando, pero en realidad lo que vas a estar haciendo es ejercitar estos músculos», explicó a Xinhua la líder de esta innovadora terapia, Nadia Vanessa García Hernández.

La terapia abarca varios pasos, el primero es realizar una prueba donde el paciente bloquea su nariz con un clip nasal y, a través del forcímetro, inhala o exhala con la boca lo más fuerte que pueda para que el médico pueda medir la presión con la que entra o sale el aire, y así saber en qué estado se encuentran los músculos respiratorios para establecer parámetros.

Una vez que el médico determinó los niveles de presión, el siguiente paso es el entrenamiento a través del videojuego, donde se busca que el paciente logre inhalar y exhalar el aire para vencer la resistencia preestablecida en la válvula.

Los juegos consisten en mover un personaje, en este caso un ave de arriba hacia abajo con el objetivo de comer unas frutas y, el otro, un barco cuya meta es esquivar obstáculos.

«Estos ejercicios están dirigidos a aquellos que tienen débiles los músculos que intervienen en la respiración, como el diafragma, debido a que estuvieron intubados mucho tiempo y esos músculos se debilitan», refirió la especialista.

En lo que se refiere a los resultados del tratamiento, García Hernández comentó que los pacientes que han utilizado este dispositivo aumentan su rendimiento pulmonar hasta en un 40 por ciento. Nadia Vanessa García Hernández, la investigadora líder de esta terapia. Foto: Cinvestav

En lo que se refiere a los resultados del tratamiento, García Hernández comentó que los pacientes que han utilizado este dispositivo aumentan su rendimiento pulmonar hasta en un 40 por ciento y logran fortalecer su diafragma.

«Nuestro sistema te guía. Es el ‘plus’ de este sistema. A la hora de inhalar te indica hasta donde tienes que inhalar. Los ejercicios se hacen de manera correcta, con los descansos necesarios», refirió.

Para bajar los costos de fabricación, los mexicanos decidieron elaborar los instrumentos intercambiables entre cada paciente con impresoras 3D para que fueran accesibles a todo el público.

«Utilizamos sensores de presión de grado médico, o sea, tienen una precisión muy alta que ayudan al correcto funcionamiento de los dispositivos», comentó la investigadora.

Por el momento, el proyecto médico se utiliza en el estado mexicano de Coahuila (norte), sin embargo, sus creadores planean mejorar su alcance y así hacer que llegue a todas las personas.

Algunos pacientes que pasan la COVID-19 sufren de afectaciones en su sistema respiratorio. Foto: Hussein Malla, AP

«Planeamos que los videojuegos se puedan descargar desde un celular, enviar los reportes al médico y poder hacer una base de datos donde se tenga un mayor control del sistema», indicó.

En este proyecto, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), colaboraron dos investigadores mexicanos, dos estudiantes de maestría y dos de doctorado.

De acuerdo con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la COVID-19 puede ocasionar síntomas persistentes como la fatiga, caída de cabello, dolor de cabeza y disnea.

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