El sentenciado obligaba a sus hijos de cinco y seis años de edad a comercializar llaveros en varios puntos del municipio de Cuautitlán Izcalli y la Ciudad de México.
Toluca, 25 de febrero (A Fondo).– El Agente del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada de Trata de Personas de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) acreditó la participación de Camilo Martínez Velázquez en el delito de trata de personas, en la modalidad de trabajos forzados en agravio de dos menores de edad, ilícito por el cual fue condenado a 27 años y 10 meses de prisión.
Los hechos por los cuales fue condenado este sujeto ocurrieron del mes de julio del año 2013 hasta abril de 2018 cuando obligó a sus dos hijos, de entonces cinco y seis años de edad, a comercializar llaveros en diferentes puntos del municipio de Cuautitlán Izcalli y de la Ciudad de México.
Ambas víctimas debían entregar una cuota diaria y en caso de no juntar el dinero acordado eran golpeados por este individuo.
Cabe mencionar que una de las víctimas fue rescatada en el mes de abril del año 2018, en la Ciudad de México, donde se encontraba comercializando dichos artículos, por lo que fue iniciada una indagatoria.
Con el avance en la investigación el Ministerio Público solicitó a un Juez librar una orden de aprehensión en contra del probable partícipe; mandamiento judicial que fue otorgado y cumplimentado en el mes de enero del año 2019.
Tras ser detenido este sujeto, fue ingresado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Cuautitlán en donde quedó a disposición de un Juez, autoridad que previo proceso legal, le dictó esta condena por el delito de trata de personas, en la modalidad de trabajos forzados, con la agravante de que tenga parentesco por consanguinidad, se utilice violencia, sea cometido en contra de menores de edad y que comprenda más de una víctima.
Además de la pena privativa de libertad, este sujeto deberá pagar una multa de 16 mil 625 pesos y 87 mil 943 pesos, aunado a que sus derechos civiles y políticos quedaron suspendidos.
