México tiene una última oportunidad para no pasar a la historia como el país que dejó extinguir a la vaquita marina. En el marco del T-MEC, el Gobierno federal tiene unas semanas para presentar a Estados Unidos medidas para su protección o de lo contrario el principal socio comercial del país evidenciará en un panel el descuido a la especie endémica y, de no haber solución, sancionará con embargos.
Ciudad de México, 5 de marzo (SinEmbargo).– Una última decena de vaquitas marinas nada en el Golfo de California. Ahora que Estados Unidos escaló su peligro de extinción al plano comercial, el «descuido» durante años del Gobierno federal para proteger a este mamífero único en el mundo será «exhibido» en un panel de solución entre ambos países si en unos días la Secretaría de Economía y Medio Ambiente no exponen medidas concretas para su protección, prevén organizaciones civiles. De no solucionar la controversia derivada de la falta de presupuesto al sector y una Ley de Pesca sin visión sustentable, vendrán las sanciones comerciales.
Con base en el capítulo 24 del T-MEC, en febrero la Oficina de Comercio estadounidense solicitó a la dependencia que encabeza Tatiana Clouthier Carrillo «consultas ambientales» sobre qué medidas se están realizando para la protección a esta especie. A pesar de que habita en la área protegida Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California, este pequeño cetáceo está en peligro de extinción debido a la pesca de arrastre del pez totoaba, el cual es exportado a Asia y también está en peligro de extinción.
Este martes, la Secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores González y el subsecretario de Desarrollo Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, José Fernández, se reunieron en México para dialogar sobre pesca sustentable, protección de la vaquita marina y el totoaba.
«Nunca está bien visto a nivel internacional que un país acabe con una especie marina endémica por no regular la actividad pesquera. Sus aliados comerciales podrían establecer sanciones comerciales (como embargos) por estas faltas, como se ha hecho en otros momentos con la tortuga caguama o el delfín», dijo desde Baja California Sur, Mario Sánchez Castro, director regional noroeste del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
«Los conflictos ambientales llevan un rato sucediendo, pero –añadió– ahora están teniendo repercusiones económicas a nivel internacional porque al no ser pesca sustentable es competencia desleal».
La pesca ilegal en México con prácticas como el arrastre, una técnica que se lleva con la red a otras especies como la tortuga caguama, el delfín y la vaquita marina, está bajo la lupa del Gobierno de Estados Unidos, el principal socio comercial del sector pesquero mexicano. En 2021 se exportaron principalmente desde el noroeste más de 5 millones 696 mil kilogramos de pescado fresco-refrigerado con un valor por más de 62 millones 697 mil dólares, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía.
El CEMDA diagnosticó como insuficientes las medidas de protección a este cetáceo implementadas por los gobiernos hasta 2018. En enero de 2021 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un plan de acción sobre una Zona de Tolerancia Cero, pero hasta la fecha el panorama de riesgo de extinción no ha cambiado por su incumplimiento.
«Aún se necesita una mayor interlocución internacional, una coordinación interinstitucional nacional basada en estudios científicos, una mayor protección a las áreas naturales protegidas y más presupuesto a las instituciones del sector para operar la vigilancia», dijo Sánchez. «El impacto del plan sería que la vaquita creciera en su población, pero en las últimas mediciones no ha cambiado el número».
Esta primera advertencia del Gobierno de Joe Biden, que antecede a un panel de solución y luego una probable sanción, se suma al embargo de exportación de camarón aplicado en 2018 para los pescadores del Alto Golfo de California, aseguró Alejandro Olivera, del Centro para la Diversidad Biológica que ha documentado que en 2012 eran 200 ejemplares de vaquitas marinas respecto a las casi 600 de 1997 y actualmente sólo hay diez.
«Los pescadores han tenido que buscar otros mercados a nivel nacional y están vendiendo a otro precio, por lo que es un daño a la economía», dijo.
«Ahora viene esta nueva amenaza bajo el T-MEC porque no se está cumpliendo con el tratado ni con el acuerdo de tolerancia cero. Estas sanciones no son ocurrencias, han habido advertencias previas y el Gobierno mexicano lo sabe. Tiene la oportunidad de abrir el panel de discusión y remediarlo; así de fácil: que cumpla con el compromiso», aseveró Olivera.
¡Urgen mas recursos para la vigilancia de las Áreas Naturales Protegidas!
Esta es una #TortugaCarey amarrada en una línea de pesca en #Cancún, en la #LagunaNichupté. pic.twitter.com/2PLkVx16lc
— Jossy (@JossyZamora) February 21, 2022
SIN LEY FORTALECIDA
La Secretaría de Economía coordinará los trabajos entre las diferentes autoridades mexicanas y de Estados Unidos con el objetivo de presentar «oportunamente» los esfuerzos y medidas adoptadas para proteger a las especies marinas en las aguas nacionales, aseguró la dependencia ante esta primera advertencia de solicitud de consulta ambiental.
El T-MEC establece que las consultas deben celebrarse en un plazo de 30 días y sirven para evitar medidas más drásticas, que Estados Unidos podría tomar en otros 75 días.
Si no se presentan los esfuerzos en el tiempo establecido, la administración de Joe Biden puede solicitar un panel, justo como el Gobierno mexicano lo hizo en enero entorno a las reglas de origen en el sector automotriz.
«Es el inicio, México tiene la oportunidad de tomar el timón para hacer las cosas mejor en estos días que duran las consultas para presentar soluciones funcionales. Si no se abrirá el panel y al final podrían tenerse las repercusiones económicas en materia de pesca», dijo Mario Sánchez, director regional noroeste del CEMDA.
A inicios de febrero, Estados Unidos cerró sus puertos del Golfo por presencia de barcos de Tamaulipas en sus aguas para pescar pargo rojo con redes, las cuales afectan a tortugas que aparecen muertas en playas de Texas.
La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), en coordinación con las secretarías de Marina, de Relaciones Exteriores y de Economía, informó que «fortaleció» las tareas interinstitucionales de concientización, ordenamiento, inspección y vigilancia en la zona.
En abril de 2021 el Gobierno norteamericano ya había embargado los envíos de camarón por el mal uso de los Dispositivos Excluidores de Tortugas.
En este marco de desorden en el sector, la organización Oceana México solicitó una demanda de amparo contra omisiones del Congreso entorno a la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, ya que no ha sido reformada para que no sólo se enfoque en la producción, volumen y mercado, sino que también garantice que se recuperen especies sobreexplotadas, entre ellas, la vaquita marina.
Desde la organización acusan que la Conapesca da permisos para pescar sin tener la información actualizada sobre si aún hay esos peces en los océanos mexicanos.
El 40 por ciento de las especies de importancia pesquera –sobre todo para los pescadores artesanales y sus familias costeras– se encuentran en algún grado de deterioro, documenta Oceana México.
El director regional noroeste de CEMDA, Mario Sánchez, coincidió en que parte del problema del peligro de extinción de la vaquina marina es que la Ley de Pesca «tiene un reglamento desfasado».
Esta es la última oportunidad que tiene el Gobierno para enmendar el desmantelamiento a las dependencias pesqueras y, por su parte, el Poder Legislativo debe reformar de cara a la pesca ilegal no sustentable. O ya no habrá peces qué pescar ni biodiversidad.
«La vaquita marina es una especie endémica, es el mamífero marino en mayor amenaza en todo el planeta y México no puede dejar extinguirla; debe hacer todo lo posible por salvarla y no añadirla a la lista de especies extintas», requirió Alejandro Olivera, del Centro para la Diversidad Biológica.