La atención de toda Europa se centra en el impacto que podría tener Rusia en el tema energético, pues este país es el principal distribuidor de gas natural en el continente, hidrocarburo esencial para garantizar el suministro de energía eléctrica.
-Con información de AP y EFE
Ciudad de México, 22 de febrero (SinEmbargo).- El conflicto entre Ucrania y Rusia vive uno de sus puntos más álgidos luego de que el Presidente Vladimir Putin firmara un decreto en donde ordenaba el despliegue de militares rusos en los territorios de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, lo que abriría las puertas para una invasión a territorio ucraniano.
Las acciones del Gobierno ruso han provocado una oleada de reacciones internacionales entre las que destacan fuertes sanciones económicas, el bloqueo de la certificación del gasoducto ruso Nord Stream 2 y el despliegue de tropas estadounidenses, miembros de la OTAN y de la UE a Lituania, Estonia y Letonia.
Rusia se opone a que Ucrania se integre a la OTAN y a la Unión Europea pues perdería a uno de sus principales proveedores agrícolas. El país es uno de los cuatro principales exportadores de cereales del mundo por lo que un impacto directo en su producción podría afectar el suministro de ciertos productos alimenticios.
De acuerdo con la agencia AP, la atención de toda Europa se centra en el impacto que podría tener Rusia en el tema energético, pues este país es el principal distribuidor de gas natural en el continente, hidrocarburo esencial para garantizar el suministro de energía eléctrica.
Luego del anuncio de las sanciones económicas contra Rusia por el despliegue de militares rusos en Donetsk y Lugansk, el Gobierno ruso respondió con una reducción en su volumen de venta de gas provocando que el suministro de este combustible cayera en toda Europa y que los precios se dispararan.
«Con reservas bajas de gas y la preocupación de que una guerra declarada pueda interrumpir los flujos de los gasoductos desde Rusia, la UE trabaja para obtener gas natural licuado, o GNL, por barco desde Estados Unidos, Qatar, Argelia y otros lugares hasta que las energías renovables satisfagan la demanda», mencionó AP.
La agencia estadounidense indicó que la crisis entre Rusia y Ucrania mostró la vulnerabilidad de Europa después de años de avances limitados para completar una “unión energética”, una meta imaginada en 2015 para permitir que el gas y la electricidad fluyan a través de las fronteras mientras se diversifican los proveedores y se alcanzan los objetivos contra el cambio climático.
A medida que las energías renovables como la solar y la eólica avanzan y el carbón y otros combustibles fósiles se eliminan gradualmente, Europa todavía necesita gas natural y depende de Rusia para obtenerlo.
LA SUSPENSIÓN DE NORD STREAM 2
Ante las medidas tomadas por el Gobierno ruso, el Canciller alemán Olaf Scholz anunció la suspensión del proceso de certificación del gasoducto Nord Stream 2.
El gasoducto submarino, que envía gas ruso a Europa vía Alemania, es uno de los blancos principales de los países occidentales para tratar de presionar a Rusia para disuadir nuevos avances militares contra Ucrania.
De acuerdo con AP, su trazado es paralelo al del gasoducto anterior Nord Stream y duplicaría su capacidad a 110 mil millones de metros cúbicos anuales de gas.
Significa que Gazprom, la gran empresa estatal rusa, puede enviar gas a la red europea sin utilizar los ductos existentes que atraviesan Ucrania y Polonia.
El Canciller alemán dijo que el reconocimiento de la independencia de las zonas en poder rebelde en el este de Ucrania constituía una “violación grave del derecho internacional” y que era necesario “enviar una clara señal a Moscú de que semejantes medidas no dejarán de tener consecuencias”.
Gazprom indicó que el ducto satisfará la demanda creciente europea de gas natural asequible y complementará los ductos existentes a través de Bielorrusia y Polonia.
«Nord Stream 2 sería una alternativa a la red envejecida ucraniana que según Gazprom requiere una remodelación, rebajaría los precios al eliminar las tarifas de tránsito que se pagan a Ucrania y evitaría episodios como los de 2006 y 2009, cuando las disputas sobre precios y pagos entre Rusia y Ucrania provocaron el corte del suministro de gas», indica AP.
La agencia señala que Europa es un mercado crucial para Gazprom, cuyas ventas sustentan el presupuesto fiscal ruso. Europa necesita el gas para reemplazar las usinas a carbón y nucleares mientras construye fuentes de energía renovable como la eólica y la solar.
Estados Unidos y algunos aliados europeos como Polonia, además de Ucrania, se oponían al proyecto desde antes de que Joe Biden llegara a la Casa Blanca con el argumento de que aumenta la dependencia europea del gas ruso y le da a Moscú la posibilidad de usar el gas como arma geopolítica. Europa importa la mayor parte de su gas y el 40 por ciento proviene de Rusia.
La crisis de Ucrania, sumada a la escasez invernal, ha dado a los gobiernos europeos mayor razón para buscar su gas en otra parte, por ejemplo la compra de gas licuado transportado por barco desde Estados Unidos, Argelia y otros países.
BIDEN ORDENA DESPLIEGUE DE SOLDADOS
Ante la decisión rusa de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la transferencia de soldados estadounidenses a los países bálticos de Lituania, Estonia y Letonia.
En un breve discurso desde la Casa Blanca, Biden respondió a la autorización de Vladímir Putin, de enviar tropas rusas a las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk y mantener su presencia en la vecina Bielorrusia.
«Para decirlo con sencillez, Rusia acaba de anunciar que ha arrebatado un buen trozo de Ucrania», explicó el mandatario.
De acuerdo con la agencia EFE, este nuevo despliegue, que incluye 800 uniformados más, se sumaría a los 6 mil soldados recientemente desplazados por Estados Unidos de manera temporal a Europa (en países del flanco este de la OTAN como Rumanía, Alemania o Polonia) para responder a la crisis en Ucrania.
En total, hay actualmente más de 80 mil militares estadounidenses que se encuentran en el continente en misiones permanentes o rotatorias.
Asimismo, Biden anunció las primeras sanciones económicas directas contra dos grandes instituciones financieras rusas, el VEB (uno de los principales bancos de inversión y desarrollo de Rusia) y el banco militar (PSB), considerado fundamental para el sector de defensa ruso.
El Presidente estadounidense también reveló sanciones «integrales» contra la deuda soberana de Rusia, para bloquear el acceso del Gobierno de Moscú a financiación occidental.
«(Rusia) ya no va a poder conseguir dinero de Occidente y no va a poder comerciar con nueva deuda en nuestros mercados o los mercados europeos tampoco», subrayó el Presidente estadounidense.
EL ORIGEN DEL CONFLICTO
El conflicto entre Rusia y Ucrania se remonta a 2014, cuando las tropas rusas tomaron la península de Crimea y se apoderaron del parlamento regional y de las decisiones del Gobierno. A pesar de que la disputa entre ambos países continuó, las hostilidades terminaron de manera temporal con la firma de los acuerdos de Minsk.
Siete años más tarde, en marzo de 2021 se registró el primer despliegue militar ruso cuando separatistas de la República Popular de Donetsk informaron que se les había concedido permiso para utilizar «fuego preventivo para la destrucción» de las posiciones militares ucranianas.
En respuesta, la OTAN comenzó ejercicios militares conocidos como Defender Europe 2021, siendo uno de los mayores dirigidos por el grupo en Europa desde hace décadas.
Incluyó operaciones casi simultáneas en más de 30 áreas de entrenamiento en 12 países, con la participación de 2 mil soldados de 27 naciones. Rusia criticó a la OTAN y desplegó tropas en sus fronteras occidentales para realizar ejercicios militares en respuesta.
Días mas tarde, Ucrania reveló una acumulación militar por parte de las Fuerzas Armadas rusas en preparación para el ejercicio Zapad 2021.
Unos 28 grupos tácticos de batallones rusos se situaron a lo largo de la frontera rusoucraniana y de los territorios ocupados. Rusia trasladó armas y equipos militares a la Crimea ocupada y a las instalaciones de entrenamiento de Pogonovo, a 17 km al sur de Voronezh.
Finalmente ante la presión internacional, el Ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoygu, anunció una reducción de las maniobras militares el 22 de abril de 2021.
En noviembre de este mismo año, siete meses después del primer despliegue militar ruso, el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anunció que Rusia había vuelto a concentrar 100 mil soldados en la zona fronteriza. Los informes sobre la concentración militar rusa llevaron a los funcionarios estadounidenses a advertir a la Unión Europea que Rusia podría estar planeando una posible invasión de Ucrania.
En respuesta, Rusia acusó a Ucrania de desplegar la mitad de su ejército, 125 mil soldados, y de desplazar artillería pesada en Donbass para enfrentarse a los separatistas pro Rusia. Putin criticó a Ucrania por utilizar drones Bayraktar TB2, de fabricación turca, contra los separatistas pro Rusia en Donbás.
El 3 de diciembre de 2021, el Ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, dijo que existía la posibilidad de una escalada a gran escala por parte de Rusia. Se informó de que otras fuerzas rusas se habían trasladado a Crimea para reforzar las unidades navales y terrestres rusas. Funcionarios de inteligencia estadounidenses advirtieron que Rusia estaba planeando una gran ofensiva militar en Ucrania en enero de 2022.
Pese a las advertencias del Gobierno de Estados Unidos y la OTAN, el Gobierno Ruso inició las maniobras militares con 6 mil soldados y al menos 60 aviones de combate en el sur de Rusia, cerca de Ucrania y en Crimea el 25 de enero.
Finalmente, después de casi un mes de tensiones, el pasado 21 de febrero, el Presidente Vladimir Putin firmó un decreto donde ordenaba el despliegue de militares rusos en los territorios de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas tan solo horas antes por Moscú, para ejercer funciones de pacificación.
De acuerdo con los documentos, los militares rusos “garantizarán la paz” en esos territorios hasta la firma de acuerdos sobre la Amistad, la Cooperación y la Ayuda Mutua entre ambas entidades y Moscú.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, tomó la decisión de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk después de recibir de sus respectivos líderes una solicitud al respecto y una vez que la Duma (Cámara Baja del Parlamento de Rusia) le enviara el pasado 15 de febrero una resolución para instarle a dar ese paso.
Los decretos firmados por el mandatario ruso establecen también iniciar consultas entre Moscú y las repúblicas reconocidas para el establecimiento de relaciones diplomáticas.
Los documentos entran en vigor desde el momento de su publicación, según el texto de los mismos difundido a los medios de comunicación.
El mandatario ruso firmó los decretos con el reconocimiento de Donetsk y Lugansk tras una larga alocución televisada a la nación.
“Considero necesario tomar una decisión que desde hace tiempo caía por su propio peso: reconocer de inmediato la independencia y la soberanía de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk”, dijo Putin al final de su discurso.
Putin sostuvo en su discurso que la situación en el Donbás, donde se enfrentan los separatistas prorrusos desde 2014 con el Ejército ucraniano en un conflicto que se ha cobrado la vida de unas 14 mil personas, es “crítica, grave”.
La decisión de reconocer a ambas repúblicas autoproclamadas fue secundada casi por unanimidad por los integrantes del Consejo de Seguridad ruso.
El Vicepresidente de ese órgano, Dmitri Medvédev, comparó la situación con 2008, cuando él, como entonces Presidente de Rusia, tomó la decisión de reconocer a las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.
Eso, según Medvédev, permitió salvar “centenares de miles de vidas” de los residentes en esos territorios.
Pese al decreto ruso, Oleksii Danílov, Secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania aseguró que el país sigue considerando las regiones de Donetsk y Lugansk, incluido las zonas controladas por los separatistas prorrusos, parte de su territorio.
Danílov subrayó en rueda de prensa que Kiev seguirá cumpliendo “sus obligaciones” con “todos los habitantes” del Donbás tras el reconocimiento de la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas por el Presidente ruso, Vladímir Putin.
Recordó que el territorio de Ucrania son todas aquellas regiones que integran el país de acuerdo a la Constitución, lo que incluye tanto Donetsk como Lugansk y la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.