Si bien se ha hablado respecto a los posibles beneficios de la vitamina D para prevenir la COVID-19, este estudio indica que, aunque puede estar asociado a tasas más bajas de intubación y hospitalización más corta, no reduce la mortalidad.
Madrid, 18 de febrero (Europa Press).- Una nueva revisión de los datos de hospitalización por COVID-19 llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Toledo (Estados Unidos) ha revelado que la toma de suplementos de refuerzo del sistema inmunitario, como la vitamina C, la vitamina D y el zinc, no disminuye la probabilidad de morir por COVID-19.
Al principio de la pandemia, los profesionales sanitarios probaron una serie de micronutrientes como posibles terapias para la nueva enfermedad. En los últimos meses, otros científicos han promovido los suplementos como alternativa a las vacunas seguras y probadas.
Sin embargo, hay pocas pruebas de que estas estrategias funcionen, a pesar del interés que suscitan. «Mucha gente tiene la idea errónea de que si se carga de zinc, vitamina D o vitamina C, puede ayudar al resultado clínico de la COVID-19. No se ha demostrado que eso sea cierto», explica Azizullah Beran, líder de la investigación, que se ha publicado en la revista científica Clinical Nutrition ESPEN.
Estos investigadores examinaron 26 estudios revisados por expertos de todo el mundo que incluían a más de 5 mil 600 pacientes con COVID-19 hospitalizados. Su análisis no encontró ninguna reducción de la mortalidad en los pacientes tratados con vitamina D, vitamina C o zinc en comparación con los que no recibieron ninguno de esos tres suplementos.
Metastudie om kosttillskotten Zink, Vitamin C och Vitamin D. Var för sig gjorde Zink & Vitamin C ingen nytta. Kan finnas nytta med Vitamin D.https://t.co/LLJzXFAjMX pic.twitter.com/qbckRV8V0O
— jorgenponder — om coronavirusepidemin (@jorgenponder) February 17, 2022
El análisis sí reveló que el tratamiento con vitamina D puede estar asociado a tasas más bajas de intubación y a estancias hospitalarias más cortas, pero los investigadores afirman que se necesitan estudios más rigurosos para validar este hallazgo.
La vitamina C y el zinc no se asociaron a estancias hospitalarias más cortas ni a la reducción de la probabilidad de que el paciente fuera conectado a un respirador.
Aunque el estudio se centró principalmente en los pacientes que ya estaban enfermos y hospitalizados por COVID-19 cuando se les administraron los suplementos, los investigadores analizaron un subconjunto más pequeño de individuos que habían estado tomando vitamina D antes de contraer el virus. Tampoco encontraron diferencias significativas en la tasa de mortalidad de esa población.
«Es importante que la gente entienda que tomar muchos de estos suplementos no se traduce en mejores resultados. El otro mensaje importante es que la respuesta a esta enfermedad es la vacuna. Los suplementos de micronutrientes no compensarán la falta de vacunación ni harán que no se necesite la vacuna», apunta otro de los líderes del trabajo, Ragheb Assaly.
Los investigadores afirman, sin embargo, que es posible que algunos pacientes con COVID-19 que están desnutridos o tienen otras deficiencias de micronutrientes se beneficien de la toma de suplementos, pero eso es porque sus cuerpos ya carecen de nutrientes esenciales, no porque la vitamina D o la vitamina C sean eficaces contra el virus.
«Lo que decimos es lo siguiente: Si no necesitas estos suplementos desde el punto de vista médico, no los tomes pensando que son protectores contra la COVID-19. No van a evitar que te contagies y no van a evitar que mueras», remacha Beran.