Analistas consideraron que Estados Unidos podría ampliar su catálogo de proveedores de aguacate, ya que dependía principalmente en las exportaciones provenientes de Michoacán, México, y que fueron suspendidas cuando un inspector estadounidense fue amenazado por grupos criminales del estado.
Ciudad de México, 17 de febrero (AP/EFE/SinEmbargo).– El problema de las exportaciones de aguacate mexicano a Estados Unidos podría afectar no sólo a los productores en México, también a las cadenas estadounidenses que se abastecen de este fruto.
Los expertos afirman que, a corto plazo, es posible que los estadounidenses paguen más por su pan tostado con aguacate, y que los distribuidores del fruto en el país busquen más allá de México para prevenir futuras alteraciones en el abastecimiento. Los recolectores de aguacate en México ya están sintiendo los efectos de la prohibición temporal de Estados Unidos sobre las importaciones del fruto mexicano.
México está negociando actualmente garantías de seguridad para los inspectores estadounidenses que trabajan en el occidente de México, certificando los aguacates para exportación.
Las inspecciones estadounidenses se suspendieron la semana pasada después de que uno de los inspectores recibiera amenazas en el estado occidental de Michoacán, donde los productores son extorsionados rutinariamente por parte de los cárteles del narcotráfico.
Este día, el Departamento de Agricultura (USDA) de Estados Unidos exigió garantías de seguridad para reiniciar la exportación de aguacate de Michoacán.
En una declaración pública, el USDA (por sus siglas en inglés) insistió en que las inspecciones requeridas para la exportación de aguacate se suspendieron luego que un empleado del Servicio de Inspección de Sanidad Agropecuaria (APHIS) se rehusó a certificar un embarque.
El Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró este jueves que en «pocos días» podría levantarse la suspensión de exportación de aguacates a Estados Unidos.
«Llevamos dos sesiones de trabajo y creo que estamos a unos días de que se levante la suspensión, sobre todo por la respuesta de los norteamericanos en las reuniones», detalló el gobernador, quien matizó que los avances son fruto de encuentros entre autoridades de ambos países.
LA CRISIS QUE VIENE
Muchos recolectores del fruto se han quedado sin trabajo y algunos acudieron esta semana al borde de una carretera en las afueras de la ciudad de Uruapan, en Michoacán, para pedir donaciones que les permitan sobrevivir. Con carteles que decían «Cooperación voluntaria» y «Nos mantenemos del corte de aguacate», esperaban a que los automovilistas les regalaran algunas monedas en los baldes que tenían.
«Desde el miércoles para acá no se ha cortado» nada, lamentó uno de los trabajadores, que se negó a dar su nombre debido a la violencia generalizada en el estado. «Mientras tanto, uno se muere de hambre», agregó.
Aunque los aguacates que ya fueron inspeccionados todavía pueden ser enviados a Estados Unidos, había indicios el jueves de que las exportaciones mexicanas de aguacate se reducirán, y que las empresas que los importan podrían tener que buscar en otros países. México suministra actualmente alrededor del 80 por ciento de las importaciones estadounidenses del fruto.
«Creo que van a subir los precios en Estados Unidos, no ahora porque todavía hay aguacate en tránsito, pero anticipo que en una semana o 10 días vamos a tener un pico de precios», manifestó Miguel Gómez, profesor de Economía Aplicada y Administración en el Cornell SC Johnson College of Business, una escuela de negocios de la Universidad de Cornell, con sede en Ithaca, en el estado de Nueva York.
Jack Hartung, director financiero de la cadena estadounidense de restaurantes Chipotle, escribió en un comunicado: «Estamos trabajando en estrecha colaboración con nuestros proveedores para superar este desafío. Nuestros socios de suministros tienen actualmente inventario disponible para varias semanas, por lo que continuaremos monitoreando la situación de cerca y ajustar nuestros planes en consecuencia».
Gómez dijo esperar que cualquier escasez de aguacates en Estados Unidos sea de corta duración.
«Opino que la interrupción en el mercado será muy corta ahora porque [el aguacate de] Perú llegará a fines de marzo, principios de abril, y estoy seguro de que harán todo lo necesario para comenzar a enviar aguacates antes, quizás a mediados de marzo», expresó Gómez.
Perú, Colombia y Chile ya envían aguacates a Estados Unidos, pero en cantidades que apenas son una pequeña fracción frente a la producción de México, pero eso puede cambiar.
«Estuve hablando con algunos compradores de aguacate a nivel nacional y hacia el futuro. Saben que necesitan diversificar proveedores», comentó Gómez. «El tema es que se dieron cuenta de que sería muy arriesgado depender de una sola fuente».
La asociación de productores de aguacate y los funcionarios del estado de Michoacán se reunieron esta semana con funcionarios estadounidenses para elaborar garantías de seguridad para los inspectores estadounidenses.
«Mantenemos los trabajos para restaurar la exportación de aguacate a la brevedad», escribió el Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
En compañía del secretario de Seguridad Pública, y de representantes de la APEAM, nos reunimos en Uruapan con Timothy W. Dumas, ministro consejero de Seguridad de la Embajada de Estados Unidos. Mantenemos los trabajos para restaurar la exportación de aguacate a la brevedad. pic.twitter.com/rhWJtnapNY
— Alfredo Ramírez Bedolla (@ARBedolla) February 16, 2022
Mientras tanto, los productores de aguacate en Michoacán están en la incertidumbre. Los aguacates pueden quedarse en los árboles durante un cierto tiempo, pero la fruta ya cosechada debe enviarse rápidamente a los mercados.
«Estamos en esta incertidumbre, de que [el aguacate de exportación] si se va al [mercado] nacional en toda la República, va a abaratar el precio», dijo el mayorista y distribuidor de aguacate José Manuel García Tovar. «Entonces, estamos en que los productores quieran o no cortar».
También queda por ver cómo reaccionarán los consumidores estadounidenses si comienzan a ver cómo suben los precios. Aunque existe preocupación por la deforestación y la violencia que han resultado del auge del aguacate en Michoacán, el fruto se ha vuelto un alimento básico en Estados Unidos, donde su consumo per cápita se triplicó desde 2001 a 3.6 kilos (8 libras) por persona en 2018.
«En el momento en que tocas el pan tostado con aguacate de alguien en un almuerzo, es como atacar el corazón de muchas familias estadounidenses que disfrutan del almuerzo dominical, ¿verdad? Entonces, de repente, hacemos preguntas como… ¿Dónde están las prioridades aquí?», comentó Desirée LeClercq, profesora de Derecho Laboral en la Facultad de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell.
Eso plantea la cuestión de si los estadounidenses estarían dispuestos a pagar más por aguacates que no estén asociados con la violencia, los cárteles de las drogas o la deforestación.
«Requiere que los estadounidenses realmente se pregunten a sí mismos, ¿quieren pagar más para tener un producto de calidad o quieren hacerse de la vista gorda y poder comer su pan tostado en consecuencia?», preguntó LeClercq. «Y creo que los consumidores se están educando más sobre cómo se hacen estos productos, pero creo que aún está por verse si eso se reflejará o no en el comportamiento del consumidor».
–Con información de Por Mark Stevenson, AP