Los primeros reportes de la pandemia del coronavirus señalan que perros y gatos fueron las primeras mascotas en contagiarse del SARS-CoV-2.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).- Los científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han recomendado que si una persona presenta síntomas de COVID-19, es necesario que se aísle de todos en casa, incluidas sus mascotas.
Una investigadora de la UNAM afirmó que aunque hasta el momento no existe evidencia científica que asegure que los animales transmiten el SARS-CoV-2 a los humanos, se debe seguir con el proceso de monitoreo de aquellos que está propensos a la enfermedad porque se podrían desarrollar nuevas variantes virales.
A través de un comunicado, Erika Hernández Villegas, académica del Laboratorio de Virología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, sostuvo que se puede llegar a infectar a los animales porque son susceptibles a la enfermedad.
«Cuando hablamos de coronavirus en general nos referimos a toda una familia de virus y puede afectar a diferentes especies. A los seres humanos, en específico, les perjudica el SARS-CoV-2, pero también se ha visto que puede llegar a afectar a animales porque son susceptibles a la enfermedad», explicó Hernández Villegas.
Además, resaltó que se han realizado experimentalmente vacunas para el uso de emergencia en perros y gatos, las cuales han demostrado que son eficaces, pero hasta ahora no está justificado su uso porque no existe evidencia de transmisión del virus a humanos.
«Cuando se sabe que una mascota, por ejemplo, está infectada por SARS-CoV-2 es porque su dueño está contagiado; aunque en algunos zoológicos les realizan pruebas PCR de rutina a los animales para descartar la enfermedad», comentó la investigadora.
Los primeros reportes de la pandemia del coronavirus señalan que perros y gatos fueron las primeras mascotas en contagiarse del SARS-CoV-2. Un reciente estudio de Staten Island, en Estados Unidos, expuso que ciervos de cola blanca estaban contagiados de la variante Ómicron, que fue transmitida de un humano a un animal y después entre animales, y no al contrario.
A finales de 2020 en Dinamarca, las autoridades decidieron sacrificar 15 millones de visones de una granja productora de pieles, como una forma de prevención para evitar futuros brotes de contagio y “saltos” a las personas.
Mientras que en Hong Kong, dos mil hámsteres, conejos, chinchillas y cobayas fueron sometidos a pruebas y a la eutanasia después de que un trabajador y 11 roedores de una tienda de mascotas dieron positivo al nuevo coronavirus. «No es nada fácil; se hace de manera preventiva», agregó.
El sacrificio de animales se llevó a cabo en casos de influenza aviar y porcina, con el objetivo de contener los virus y evitar que se infecte a demás individuos.
La investigadora aseveró que la pandemia del coronavirus trajo consigo como reflexión que los seres humanos no son los únicos que viven en el planeta y que es necesario tomar distintas medidas para evitar la invasión de ecosistemas.