Entre los datos más interesante de El Tajín destacan que es la ciudad prehispánica más importante de la costa norte de Veracruz y que la Pirámide de los Nichos ha llamado la atención de especialistas en cosmovisión. Aquí compartimos algunas claves de esta zona.
Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).- Durante marzo se realiza la Cumbre Tajín en Veracruz, por lo que es buen momento para ir preparando el viaje si es que se desea acudir a este festival cultural; con esto en mente compartimos algunas curiosidades de El Tajín, una ciudad prehispánica que asombra a todos sus visitantes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a la palabra Tajín se le han dado varios significados, uno de ellos es que en totonaca hace referencia a «el gran humo», otro es que la pronunciación se ha transformado, en un inicio era ta’jin, de la raíz ta’, esto quiere decir «estar construido»; jín es «humea constantemente», junto se puede traducir como «lugar de un conjunto de templos de donde sale humo constantemente».
El Tajín se presenta como la ciudad prehispánica Mesoamericana más importante de la costa norte de la entidad veracruzana. Su influencia fue tal que, de acuerdo con el INAH, se puede apreciar en la zona arqueológica de Yohualichan. Una de sus características es que se favorecieron los grandes espacios abiertos, estos están delimitados por desniveles y templos.
La Pirámide de los Nichos es la construcción que más llama la atención, su nombre viene de los tableros que componen su fachada, ya que fueron decorados con 365 nichos, esto llama la atención de los expertos en cosmovisión. Además, esta zona cuenta con 17 canchas de juego de pelota, este ritual se relacionaba con la creación del mundo.
De acuerdo con la página de la UNESCO, la ciudad de El Tajín tuvo su apogeo entre los inicios del siglo IX y los del XIII, incluso llegó a ser la más importante del noreste de Mesoamérica, esto después de la caída de Teotihuacán. La arquitectura de El Tajín «es única en toda Mesoamérica y se caracteriza por los relieves sumamente elaborados de las columnas y los frisos», se lee en la página de la UNESCO.
En 1992, la zona arqueológica El Tajín fue inscrita como Bien Cultural en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, esto se realizó bajo dos de los 10 criterios del Comité de Patrimonio Mundial: uno de ellos fue aportar un testimonio único o excepcional de una tradición cultural o civilización que desapareció o sigue viva; otro fue el de ser un ejemplo de un tipo de edificio o conjunto arquitectónico o de paisaje que ilustre una etapa significativa de la humanidad.