Michoacán cumplirá el 24 de febrero próximo nueve años del surgimiento de los grupos civiles de autodefensa en la región de Tierra Caliente, principalmente en Buenavista, Apatzingán, Tepalcatepec, Aguililla y Parácuaro, que se levantaron en armas contra el cártel hegemónico de Los Caballeros Templarios.
Por Marco Antonio Duarte
Morelia (México), 7 feb (EFE).– Pese a una mayor presencia de la Guardia Nacional en la región, la violencia derivada del narcotráfico continúa sin freno en el occidental estado mexicano de Michoacán con la ejecución en el últimos mes de 35 personas en zonas indígenas, el ataque con una mina terrestre al Ejército y el asesinato a balazos de un periodista.
En el estado, una decena de cárteles de la droga buscan ejercer su control y producto de sus enfrentamientos se reportó el asesinato de al menos 215 personas en los primeros 37 días de 2022.
Además, la Fiscalía General de la República (FGR) investiga el uso y explosión, por primera vez en la historia del país, de una mina terrestre contra el Ejército mexicano, en la llamada Tierra Caliente de Michoacán.
Una zona que integran una decena de municipios que desde la década de 1980 han servido a narcotraficantes para la producción de drogas como mariguana, metanfetamina, heroína, fentanilo y, recientemente, cocaína.
La mina, de uso bélico, estalló en un camino de terracería que conecta los municipios de Apatzingán y Tepalcatepec, dejando seis soldados heridos y graves daños en un vehículo militar blindado, tipo «sandcat» y de manufactura mexicana.
VIOLENCIA CONTRA INDÍGENAS
Un recuento de EFE, que incluye cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y de la Fiscalía General del Estado (FGE), revela que en enero de 2022 fueron perpetrados un total de 210 homicidios violentos, la mayoría con indicios de estar relacionados con la lucha entre narcotraficantes, mientras que en los primeros seis días de febrero ya se acumulan cinco crímenes más.
Los asesinatos se registraron en las diversas regiones del estado, integrado por 113 municipios, y destacan los homicidios de 35 hombres y mujeres registrados en los últimos 98 días en las zonas indígenas purépechas de Tarecuato y Tacátzcuaro, en los municipios de Tangamandapio y Tingüindín, respectivamente.
Estos 35 homicidios, según las carpetas de investigación de la FGE, están relacionados con pugnas entre las bandas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de La Nueva Familia Michoacana, aunque hasta el momento no hay ningún detenido.
Información de las áreas de inteligencia de los Gobiernos federal y estatal, a la que EFE tuvo acceso, precisa que en Michoacán operan al menos una decena de cárteles del narcotráfico, cuyos sicarios mantienen el control de la producción y tráfico de drogas en las regiones de Tierra Caliente, Oriente, Sierra-Costa y Bajío.
Estas organizaciones criminales son el CJNG, La Nueva Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios (CT), el Cártel de Zicuirán, La Familia Michoacana (antiguo cártel y base de Los Caballeros Templarios), el Cártel del Golfo, el Cártel de Los Correa, el Cártel de Los Reyes, el Cártel de Tepalcatepec y Pueblos Unidos.
Además, la ola violenta también incluye el asesinato a balazos del teniente Víctor Manuel F., de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), perpetrado por un comando el 3 de enero en el oriente de Morelia, capital de Michoacán.
El crimen provocó el despliegue de grupos especiales del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, entidades que el 18 de enero anunciaron la captura de cuatro presuntos sicarios del Cártel de Los Caballeros Templarios, organización criminal que se creía había desaparecido en los últimos años.
RETO MAYÚSCULO
Ante este escenario, el Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, reconoció en días previos que la lucha contra el crimen organizado «no es un día de campo».
Además, advirtió que grupos de narcotraficantes utilizan a adultos mayores, mujeres y niños como «escudo humano», ante el avance del Ejército y la Policía Estatal en zonas controladas por los cárteles de la droga, principalmente en las regiones de Tierra Caliente y Costa, en el litoral del Océano Pacífico.
«El tema no es fácil, lo hemos dicho, no es un día de campo, no es un tema tranquilo. Los grupos delictivos usan a la población para fungir como escudo humano, para presionar a la autoridad», reveló Ramírez Bedolla, del oficialista partido Morena, del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Gobernador de Michoacán explicó que a finales de enero el Ejército, la Guardia Nacional y la Policía estatal lograron avanzar por los municipios de Tepalcatepec, Aguililla, Coalcomán, Chinicuila y Aquila (todos en la franja de la Tierra Caliente y Sierra-Costa).
Región en la que repararon carreteras y caminos donde sicarios del CJNG, de La Nueva Familia y el Cártel de Tepalcatepec realizaron socavones que impedían el tránsito entre los poblados, afectado a la agricultura y otras actividades económicas.
«El Ejército mexicano está haciendo un excelente trabajo, táctico, de inteligencia, pero también de acción para recuperar la tranquilidad», expuso en otro acto el Gobernador Bedolla.
Precisó que en la zona de Tierra Caliente se cuenta con más de 900 hectáreas de caña de azúcar y la zafra la hacen en Tepalcatepec y va hasta el ingenio -fábrica- de Santa Clara en el municipio de Tocumbo.
«Es precisamente -el operativo militar y policial- para que la actividad productiva vuelva y que se aprovechen los recursos agrícolas en esa zona tan importante del Estado», apuntó.