Andre Kramer, CEO de una empresa que opera en el puerto, declaró a la agencia de noticias británica que su personal ha recibido amenazas para que cooperen con los extractores de droga e incluso varios renunciaron a raíz de eso.
Por Chris Dalby
Ciudad de México, 27 de enero (InSight Crime).- Con los récords de las incautaciones de cocaína en puertos de todo el mundo, los narcotraficantes han ideado un nuevo método para acceder a la droga: infiltrarse en los puertos escondiéndose en contenedores vacíos.
El puerto de Rotterdam, principal punto de entrada de la cocaína a Europa, marcó un récord en 2021, con el decomiso de más de 70 toneladas de droga, frente a 40 toneladas incautadas en 2020, por un valor estimado de cinco mil millones de euros (cinco mil 660 millones de dólares).
Y en más de 400 ocasiones en 2021, las autoridades del puerto atraparon a “extractores de drogas”, jóvenes contratados para retirar la cocaína de ciertos contenedores específicos. Para acceder a ellos, llevan a los extractores al puerto dentro de “contenedores hoteles”, que se declaran como vacíos en los manifiestos de embarque, pero en realidad contienen comodidades básicas. Ese fue el caso en más de 280 hechos de extracción notificados en 2021.
Según una investigación de BBC, estos jóvenes no son generalmente criminales curtidos, lo común es que sean reclutados en zonas deprimidas de los alrededores de Rotterdam por una paga que ronda los dos mil euros por cada recolección que lleven a buen término. Hasta hace poco, los riesgos legales eran mínimos, con una multa inferior a 100 euros a menos que fueran atrapados en posesión de la droga. Algunos de ellos incluso llevaban efectivo para pagar la multa en el lugar, según señaló la policía neerlandesa a BBC.
Pero el número de extractores motivó un cambio. En un lapso de dos semanas en septiembre, fueron sorprendidas 110 personas, algunas en varias oportunidades. Una nueva ley, en vigor a partir del 1 de enero de 2022, estipula que cualquier persona que se encuentre en las instalaciones del puerto sin justificación puede enfrentar hasta un año de prisión.
Las autoridades también están buscando atacar la corrupción en el puerto, gracias a la cual los extractores pueden ingresar a las instalaciones. “En general, son llevados a la terminal o admitidos en ella por personal del puerto, como conductores, empleados, subcontratistas y guardias de seguridad”, como declaró a la prensa Olav Brink, portavoz del servicio de fiscalías de los Países Bajos.
Un extractor relató a la BBC que “simplemente le dices a un empleado: ‘préstame tu pase hasta mañana, y te ganas 500 euros’. Es difícil hacer nuestro trabajo sin alguien de dentro, como un agente aduanero, que podría tener la tarea de inspeccionar un contenedor, pero lo saca de la lista para uno».
Andre Kramer, CEO de una empresa que opera en el puerto, declaró a la agencia de noticias británica que su personal ha recibido amenazas para que cooperen con los extractores de droga e incluso varios renunciaron a raíz de eso.
El problema no es sólo de Rotterdam. En octubre pasado, en el aeropuerto de Amberes, en Bélgica, fueron detenidos 13 personas de nacionalidad surinamesa, cuando retiraban cocaína de un contenedor. En septiembre, fueron detenidos 22 extractores. Los fiscales están solicitando sentencias de cinco años de prisión y cuantiosas multas, según un comunicado judicial citado por los medios belgas.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
La repentina escalada en el uso de estos extractores evidencia dos realidades: hay más cocaína para recoger que nunca antes y las autoridades están haciendo un mejor trabajo para rastrearla.
“La primera vez que los observamos fue hace unos dos años”. “Había uno o tal vez dos, y se encontraban una o dos veces al año”, recordó Kramer.
“Pero en los últimos seis meses, los grupos de recolectores han aumentado: 10 o 12 personas juntas, y se observan tres o cuatro veces a la semana ”, agregó Kramer.
Para Bob van den Berghe, coordinador regional del Programa de Control de Contenedores de la ONU (CCP), este incremento tiene relación con el monumental tonelaje que está cruzando el Atlántico.
“La técnica de gancho ciego sigue siendo el modus operandi más usado para el trasiego de cocaína. Es un método en el que se aprovecha un cargamento legítimo, por lo general en un contenedor, para introducir materiales de contrabando […] al país de destino”, explicó a InSight Crime.
“Luego es preciso extraer las drogas de los contenedores […] y aquí vemos, con mucha frecuencia, la participación de estibadores corruptos y el ingreso ilegal de extractores en las terminales. Los extractores se esconden en contenedores de exportación y esperan a que oscurezca […] para recuperar la droga de los contenedores contaminados”, señaló van den Berghe.
La policía también investiga qué organizaciones podrían estar detrás de estas extracciones. El 4 de enero, fueron detenidos siete hombres de una firma naviera de Rotterdam por varios contenedores procedentes de Costa Rica cargados de cocaína. Se encontró que la empresa en sí no tenía culpa, pero hay varios sospechosos retenidos para interrogarlos.
Esta también puede ser una tarea ingrata. En una investigación reciente, InSight Crime halló conexiones entre numerosas pandillas latinoamericanas y cargamentos a Rotterdam y Amberes, entre los que se contaban el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC) de Brasil, y las bandas panameñas Bagdad y Calor Calor.
Y los Países Bajos y Bélgica, como principales puntos de ingreso, sirven de base para diferentes organizaciones criminales europeas, como la ‘Ndrangheta, de Italia, la mafia albanesa, la Mocro Mafia y el cartel Kinahan, de Irlanda.