El director hasta ahora solo se había prodigado en el género de películas documentales y, según él mismo, «era importante la intersección entre el corte documental y la ficción» para darle la mayor naturalidad posible.
Por Guillermo Azábal
Los Ángeles (EU), 27 de enero (EFE).- El director mexicano Juan Pablo González proyecta esta semana su película Dos estaciones en el Festival de Sundance, con la esperanza de convertirse en la mejor ficción internacional del reputado certamen de cine independiente.
Se trata de una cinta que cuenta, con un notable corte documental, las dificultades de una empresaria local dedicada al tequila para no perder su negocio familiar pese a las deudas y las presiones de otras corporaciones extranjeras.
«La historia es de ficción pero está inspirada en la vida de personas que he conocido en mi región. (…) Quise mostrar la realidad de las empresas locales tras la llegada de compañías extranjeras», explicó Juan Pablo González en una entrevista con Efe.
Asimismo, el cineasta añadió que las empresas foráneas habían dado «mucho empleo», pero habían «erosionado algunos aspectos de las costumbres locales o la propia tierra».
Los campos de agave (la planta de la que se obtiene el tequila y otros productos), las escenas rodadas durante la celebración de las fiestas locales de un municipio de los Altos de Jalisco (este de México) o la muestra del proceso de destilación casi al completo aportan a la cinta una dosis de realidad y costumbrismo que promete captar la atención total del espectador.
El director hasta ahora solo se había prodigado en el género de películas documentales y, según él mismo, «era importante la intersección entre el corte documental y la ficción» para darle la mayor naturalidad posible.
PLANOS BUCÓLICOS Y UN COMPLEJO PAPEL PROTAGONISTA
En los bucólicos paisajes de los Altos de Jalisco, reconocidos por su tradición tequilera intergeneracional, la protagonista, María García (interpretada por Teresa Sánchez), lucha por mantener a flote un negocio familiar a punto de colapsar definitivamente por las deudas y la expansión de otras empresas extranjeras del sector del tequila ya asentadas en la zona.
El golpe final, y a su vez el declive del imperio de García, llegará cuando a estas dificultades se les sumen una plaga y una implacable inundación que enferma y echa a perder las plantas de agave.
La interpretación de Sánchez, con multitud de planos cortos enfocados en su rostro y dotados de tensión por un uso audaz de los silencios, refleja a una protagonista con la que el público puede sentir empatía y rechazo a partes iguales, según el momento de la película.
El hundimiento de Dos Estaciones, como se titula la película pero también la finca de María García, hace que el personaje principal se vea representado como una persona solitaria, llevada al límite y con escasos destellos de felicidad que evocan un pasado lustroso de su empresa.
«Es un personaje muy complicado, tuve una relación muy difícil con él porque desconocía cómo eran las reacciones que podía tener una persona tan compleja», contó Sánchez, también presente en la entrevista con Efe.
CRÍTICA SOCIAL LATINA EN SUNDANACE
Esta producción, que recibió inversión mexicana, francesa y estadounidense para su realización, está rodada y ambientada en Atotonilco el Alto (Jalisco, México), municipio del que es natural su director.
Dos estaciones tiene en común con Utama -otra de las tres apuestas en español que compiten por hacerse con el galardón de mejor ficción internacional en Sundance- el hecho de que sus directores usan la estética documental para reflejar en la gran pantalla las preocupaciones de los lugares de los que proceden.
Si el filme de Alejandro Loayza Utama (Nuestro hogar) sirve de altavoz para poner de relieve el problema de las migraciones forzadas debido a la crisis climática; en este caso, González hace lo propio con la industria tequilera en Jalisco y sus complicaciones fruto de la llegada de empresas extranjeras al sector.
«Cuando pienso en mis películas, lo hago sobre todo en el lugar, más que en otros elementos técnicos y estéticos», detalló González, que principalmente ha desarrollado su obra cinematográfica en los Altos de Jalisco.
La cinta se proyecta esta semana en el Festival de Sundance, el concurso de cine independiente más prestigioso a nivel mundial, y que González considera un «escaparate increíble».
La decisión final de la segunda edición virtual del festival se hará pública mañana viernes. Mientras, directores y productores esperan con impaciencia conocer el resultado y conseguir que alguna distribuidora internacional o plataforma popular ponga la mirada en sus creaciones.