Restaurantes, hospitales y aerolíneas han sufrido el impacto de casi 9 millones de trabajadores que se ausentaron en enero, debido a la pandemia de COVID-19.
Los Ángeles, 21 de enero (LaOpinión/EFE).- A principios de enero, casi nueve millones de estadounidenses dijeron que no estaban trabajando porque tenían COVID-19 o estaban cuidando a alguien con el coronavirus, una cantidad que triplica la reportada hace un mes, en momentos en que la variante Ómicron se expande por dicho país.
El aumento de trabajadores enfermos está afectando industrias que van desde hospitales hasta aerolíneas, lo que se suma a la escasez de mano de obra del país. La pandemia de COVID-19 está afectando a muchas empresas y hogares y las personas se ven obligadas a dejar el trabajo nuevamente, a medida que la enfermedad se propaga.
Cerca de 8.8 millones de personas dijeron al Censo de Estados Unidos que no trabajaron del 29 de diciembre al 10 de enero porque tenían COVID o estaban cuidando a alguien con la enfermedad, según CBS News.
Otros 3.2 millones de personas dijeron que no estaban trabajando porque les preocupaba contraer o propagar el coronavirus, un 25 por ciento más que a principios de diciembre.
Las solicitudes semanales de desempleo, un indicador de despidos, aumentaron la semana pasada a su nivel más alto en tres meses, una señal de que la ola en curso de infecciones por COVID-19 impulsada por Ómicron está afectando al mercado laboral.
Los datos sobre la cantidad de estadounidenses que no estaban trabajando, recopilados por la Oficina del Censo y citados por CBS News, brindan un vistazo en tiempo real de cómo el aumento en los casos de COVID-19 está afectando a la fuerza laboral de la nación.
Desde principios de 2020, la agencia ha preguntado a las personas por qué no están trabajando, con respuestas que van desde “Estoy jubilado” hasta “Mi empleador cerró debido a la pandemia”, para medir con mayor precisión los efectos de la pandemia de coronavirus en la economía.
El análisis más reciente del Censo refleja la mayor cantidad de personas que han llamado a sus empleos para reportarse enfermas debido a la COVID-19 desde que comenzó la encuesta.
Para poner eso en perspectiva, nueve millones de personas representan alrededor del seis por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos.
“Una y otra vez, vemos que esta recuperación económica está ligada a la pandemia y las medidas de salud pública”, señaló a CBS News Luke Pardue, economista de la empresa de servicios de nómina Gusto, cuya investigación encontró que los trabajadores de servicios en enero trabajaron menos horas cada semana, en comparación con el año anterior.
La cantidad de casos, hospitalizaciones y muertes por COVID-19 siguió aumentando en la primera semana de enero, según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC). Ómicron representa el 98 por ciento de los casos en el país, según esa agencia.
Si hay buenas noticias, son estas: algunas señales sugieren que la última ola de COVID-19 puede estar disminuyendo, incluida la disminución de las tasas de infección en Sudáfrica, donde se detectó por primera vez Ómicron, y en el Reino Unido, donde la variante se convirtió rápidamente en la cepa dominante.
Los economistas creen que las solicitudes de desempleo pueden disminuir tan pronto como la cantidad de casos de COVID-19 y las tasas de infección en Estados Unidos comiencen a disminuir también. Actualmente, casi 800 mil casos nuevos se reportan en Estados Unidos cada día.
OMS PIDE PRECAUCIÓN ANTE ÓMICRON
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció anteriormente que mantiene la emergencia internacional por la pandemia de COVID, declarada desde hace casi dos años, en un momento de cifras récord de contagios debido a la variante ómicron, aunque ésta parece estar más asociada a casos leves de la enfermedad.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus decidió mantener el nivel de alerta por recomendación del Comité de Emergencia para la COVID, que celebró su décimo encuentro de expertos el pasado día 13 aunque ha tardado seis días en hacer públicas sus decisiones.
En la reunión, que duró cinco horas, se subrayó que la actual ola de contagios asociados a la variante ómicron sigue constituyendo grandes desafíos, debido a la presión que impone a los sistemas sanitarios de todo el mundo.
Los expertos coincidieron en que las vacunas anticovid no han eliminado el riesgo de transmisión del coronavirus SARS-CoV-2 causante de la COVID, pero siguen siendo efectivas a la hora de reducir el riesgo de formas graves y mortales de la enfermedad.
Entre las recomendaciones del comité, destaca su petición de que se «levanten o reduzcan» las restricciones a los viajes internacionales, «ya que no proporcionan un valor añadido y contribuyen a las dificultades sociales y económicas de los Estados».
También aconsejan que la prueba de vacunación no sea un requisito de entrada en un país, dada la falta de acceso a vacunas en muchos países, especialmente en economías en desarrollo.
A este respecto, el comité pide más esfuerzos y solidaridad para aumentar las tasas de vacunación, especialmente en aquellas naciones en las que no alcanzan todavía el 10 por ciento.