Con la pandemia, la medición de la temperatura corporal se ha vuelto parte de la vida cotidiana, pero ¿sabemos cómo medirla correctamente? Una experta explica a detalle cómo hacerlo y qué zonas del cuerpo son las más efectivas.
Madrid, 14 de enero (Europa Press).- La fiebre de forma aislada no es una enfermedad, sino una respuesta de nuestro cuerpo ante una infección u otra patología de mayor o menor trascendencia. Por tanto, podemos decir que la fiebre es una defensa natural de nuestro organismo.
Ahora con la pandemia de COVID-19 todos estamos más concienciados sobre la importancia de controlar la temperatura corporal y, para ello, es fundamental saber medirla bien, así como emplear correctamente los termómetros. ¿Te has preguntado alguna vez si los empleas de la forma correcta? ¿Cuándo se considera que hay fiebre?
Para poder atender a todas estas cuestiones en Europa Press entrevistamos a la doctora Beatriz Torres Blanco, miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quien explica que cuando un virus o una bacteria logra penetrar las barreras físicas de nuestro cuerpo, este lo que hace es aumentar la temperatura con el fin de activar nuestro sistema inmune y lograr la destrucción de esos gérmenes perjudiciales.
«En definitiva, debemos saber que las causas de aparición de la fiebre son muy variables y es función del médico estudiar su origen», subraya la especialista, al tiempo que especifica que la temperatura corporal normal varía de una persona a otra, incluso cambia a lo largo del día.
«Es decir, sigue un ritmo circadiano. Esto significa que existen momentos donde la temperatura será ligeramente más elevada, comúnmente este aumento de la temperatura corporal aparece entre las 16:00 y las 20:00 horas para posteriormente descender hasta aproximadamente las 06:00 horas. Es difícil precisar el límite considerado normal para la temperatura corporal; clásicamente, el límite fijado son los 37ºC medidos en la región axilar, a partir de ese límite consideramos que aparece febrícula y por encima de 37.8ºC se considera fiebre», detalla la médico general y de familia.
ZONAS DONDE MEDIR LA FIEBRE
En concreto, apunta que existen diversas zonas donde medir la temperatura corporal: «Para ello es importante diferenciar la temperatura central, que engloba a las vísceras y al sistema músculo esquelético, del sistema periférico, que forma la piel y el tejido celular subcutáneo».
Tanto en niños como en adultos, la doctora Torres remarca que la mejor forma de medir la temperatura es la forma axilar; sin embargo, dependiendo de la edad del niño, esta toma de temperatura puede resultar compleja, por lo que, se pueden llegar a utilizar otras zonas de medición de la temperatura corporal como la boca o la rectal.
En cuanto a las mediciones sobre la cavidad oral, la experta pide no olvidar que primero hay que tener en cuenta la colocación del termómetro, ya que este debe situarse debajo de la lengua. «La temperatura bucal es ligeramente superior a la axilar, entre 0.4-0,5ºC», apostilla.
Después, indica que se encontrarían las mediciones periféricas y la rectal, generalmente 0.5ºC-1ºC superior a la medición axilar (que es la de referencia). «Perteneciendo al segundo grupo, la medición axilar es el método más estandarizado, y al que el personal sanitario se refiere, de no especificar lo contrario», resalta la miembro de la SEMG.
Eso sí, esta médico general y de familia advierte de que los valores estándar considerados normales varían en una misma persona, e incluso a lo largo del día. Por ello, ve recomendable que, siempre que nos comuniquemos con personal sanitario, especifiquemos la zona donde hemos realizado la medición.
LOS TERMÓMETROS SIN CONTACTO
En cuanto a los termómetros sin contacto, los termómetros infrarrojos, comúnmente llamados los termómetros de frente, ahora tan de moda en esta pandemia de COVID-19, la miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la SEMG reconoce que se trata del método que mayor auge ha tenido. Señala que estos aparatos funcionan haciendo una medición de los rayos infrarrojos de la piel, dando en pocos segundos un resultado y sin precisar contacto con el enfermo.
«Son muy variables e influyen múltiples factores que pueden interferir en la correcta medición de la temperatura corporal como es el uso de maquillajes, de cremas, el impacto directo del sol sobre la superficie corporal, entre otras variables», sostiene.
En su opinión, tienen un uso actualmente limitado, si bien afirma que son útiles en situaciones concretas como la medición de la temperatura corporal a grandes masas poblacionales. «Sin embargo, para una medición fiable y en el ámbito doméstico y sanitario, es preferible continuar con la medición axilar», apostilla.
En última instancia, y sobre si son mejores los termómetros digitales o los de mercurio, la doctora Beatriz Torres subraya que los más empleados en la actualidad dentro del ámbito sanitario son los termómetros digitales: «Los termómetros de mercurio están en desuso y, a pesar de ser aparatos fáciles de usar y que presentan gran exactitud en sus mediciones, el contenido dentro del cristal es tóxico, por lo que no es aconsejable su uso por el riesgo de rotura y exposición directa con el mercurio».