La designación de un panista como candidato a la gubernatura de Hidalgo por parte de la alianza Va por México, fue la gota que derramó el vaso al interior del PRI. Mientras varios de sus militantes se han confrontado abiertamente con la dirigencia tricolor, y han pedido la cabeza de Alejandro Moreno, “Alito”, lo que ha agudizado el conflicto interno por el que este partido atraviesa desde hace varios años, el Gobierno de la 4T ha abrazado a varios priistas, lo que podría mermar a la alianza Va por México en su camino rumbo a presidencia de 2024.
Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).- La inconformidad del Gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, por la selección del candidato que el PRI respaldará por la gubernatura de ese estado en los comicios de 2022, es sólo la punta del iceberg del conflicto interno en el que desde hace años se encuentra sumergido el Partido de la Revolución Institucional (PRI).
Al emitir su postura, contra la decisión de Va por México de seleccionar a un aspirante del Partido Acción Nacional (PAN) para que represente a la alianza durante las elecciones para renovar Gobierno en Hidalgo, Fayad, uno de los cuatro gobernadores que le quedan al PRI, reprochó al tricolor que haya “abierto la puerta de sus territorios” al blanquiazul, lo que calificó como “debilidad” por parte de la dirigencia tricolor.
Mediante sus redes sociales, el mandatario estatal adelantó que acompañará a los priistas que decidan impugnar legalmente la decisión de que sea un aspirante del PAN quien vaya a la contienda electoral por Hidalgo, uno de los últimos bastiones que quedan al Revolucionario Institucional, lo que amenaza con agrietar a la coalición de manera local.
Este descontento se suma a la exigencia de varios priistas que meses atrás exigieron a Alejandro Moreno, “Alito”, su renuncia a la dirigencia nacional del partido luego de que en las elecciones del pasado 6 de junio perdió ocho de las entidades que se encontraban en poder del priismo.
Colima, Baja California Sur, Zacatecas, Tlaxcala, Sonora, Sinaloa y Campeche, de donde es originario Alejandro Moreno, pasaron a manos de Morena, mientras que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se quedó con San Luis Potosí. El PRI conserva sólo cuatro entidades: Estado de México, Oaxaca, Coahuila e Hidalgo, lejos de las 19 que encabezó en 2015, a mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto, y que en 2018 disminuyeron a 12. De esas, Oaxaca e Hidalgo se renovarán el próximo, y las encuestas colocan en la cima de la preferencias al partido del Presidente López Obrador.
Tras la derrota electoral de 2021, distintos miembros del partido señalaron a «Alito» de un mal manejo de la dirigencia nacional y exigieron su renuncia. El primero en pronunciarse a favor de esta posibilidad fue Ulises Ruiz, exgobernador de Oaxaca culpado de reprimir al magisterio en 2006, quien envió una carta a toda la militancia priista, al señalar que el resultado del pasado proceso electoral fue «la más humillante de sus derrotas”. Posteriormente, fue expulsado del partido.
Nayelli Gutiérrez Gijón, presidenta del Colegio Nacional de Derecho, organización adherente al PRI, también se pronunció en favor de que “Alito” renunciara a la dirigencia nacional del partido, e incluso lo acusó de negociar con Morena, y que con ello se aprobaran las reformas propuestas por el Ejecutivo federal.
“Por años hemos trabajado a favor del PRI y hoy exigimos la renuncia inmediata de Alejandro Moreno, que ha acabado con este partido, perdimos ocho gubernaturas, 250 municipios, un millón de votos”, afirmó Gutiérrez Gijón en rueda de prensa.
Subrayó que con sus alianzas, Moreno provocó la peor derrota en la historia del PRI y lo señaló de buscar la Coordinación Parlamentaria del tricolor en la Cámara de Diputados, con el propósito de “ vender al PRI a Morena y con ello aprobar las reformas constitucionales”.
Los reclamos a Alejandro Moreno se intensificaron luego de que el tricolor se sumara a la coalición, de la que también forman parte el PAN y el PRD.
En ese sentido, el Gobernador de Hidalgo, incluso, consideró que lo malo en el PRI son las decisiones de sus dirigentes, quienes, afirmó, han cometido “muchos agravios (..) en lo oscurito”.
ABRAZA A EXTRAÑOS
La alianza Va por México, que se conformó en 2020 bajo la batuta del empresario Claudio X. González, es un proyecto que sólo unos años atrás resultaba improbable, pero que nació con el propósito de quitarle fuerza a Morena, el partido presidencial, y que avanza rápidamente por el país.
Como era de esperarse, las diferencias entre las fuerzas políticas que componen la coalición no tardaron en salir a flote, pues aunque parecía que el PRI dejó atrás sus rivalidades con el PAN y el PRD, en la práctica no fue así, sobre todo con los liderazgos a nivel local, lo que se reflejó en los resultados electorales de junio pasado.
No obstante, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, presentó su iniciativa de Reforma Eléctrica, estas diferencias se hicieron más evidentes, pues el partido tricolor se mostró dispuesto a negociar e indicó que se convocarán a unos foros con expertos para analizar los detalles de la propuesta de ley.
“Queremos un sector eléctrico que fortalezca a nuestra Comisión Federal de Electricidad (CFE), orgullo de este país. Pero también se debe de buscar que no se deterioren más las finanzas públicas de nuestro México”, indicó el PRI a través de un comunicado, que se reforzó con las declaraciones de Ruben Moreira: “Nosotros podemos dialogar, para eso somos diputados. Sería un despropósito llegar a la Cámara y no querer dialogar”, dijo el coordinador del tricolor en la Cámara de Diputados en entrevista a medios.
La postura de la bancada tricolor no fue del agrado del PRD y del PAN, particularmente de este último, del que sus dirigentes, Julen Rementería, en el Senado de México, Jorge Romero, en la Cámara de Diputados y Marko Cortés, líder nacional, han afirmado que la propuesta presidencial no tendrá el respaldo de su partido.
El PRI no sólo dejó abierta la posibilidad de una negociación en el tema eléctrico, pese a que dijo que será tras los comicios de 2022, también en lo relacionado a lo electoral y a la Guardia Nacional, puntos claves para la Administración del tabasqueño, que a su vez refuerzan los dichos de la presidenta del Colegio Nacional de Derecho y la inconformidad entre sus militantes.
«ALITO» SE ALEJA, AMLO SE ACERCA
El rechazo a las decisiones de Moreno se manifestó de manera explícita cuando decenas de priistas llevaron a cabo una protesta en la sede nacional del PRI, en la que echaron en cara al líder tricolor el mal manejo que ha hecho del partido, lo que distanció, aún más, a la dirigencia tricolor de su militancia.
Con pancartas y al grito de “eres una vergüenza para el PRI”, “Alito. ¡Renuncia!”, los priistas exigieron la salida del exgobernador de Campeche, manifestación que encabezó Gutiérrez Gijón el pasado 29 de junio.
Mientras los roces entre “Alito” y otros priistas continuaban, el Presidente López Obrador ha dado muestra de la buena relación que mantiene con varios gobernadores del tricolor. Incluso, invitó a algunos de los mandatarios salientes de la oposición a sumarse a su Gobierno, entre ellos al de Sinaloa, Quirino Ordaz, a quien propuso como Embajador de México en España.
Fue en septiembre pasado cuando el tabasqueño propuso a Ordaz Coppel para representar a México en España, lo que se confirmó en un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). En tanto, el propio mandatario federal comentó que al exgobernador se le encomendó restablecer las relaciones a plenitud entre México y España.
“Estamos ya en una etapa nueva y pienso que es oportuno que se lleve a cabo este cambio y considero que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel puede y tiene capacidad para hacer ese trabajo”, añadió luego de visitar la presa Picachos, a unos 52 kilómetros del puerto de Mazatlán.
Tal invitación no fue bien recibida por Moreno, quien amenazó con expulsar del partido a los militantes que hayan aceptado cargos en el Gobierno federal sin antes solicitar una licencia al Consejo Político del tricolor. Además, acusó a morena de intentar dividir a la alianza Va por México y al PRI.
La lealtad, unidad y compromiso de un priista se demuestra al lado del Partido. Cualquier invitación a nuestros gobernadores, por un partido distinto, se asume a título personal y debe someterse a consideración del Consejo Político Nacional para decidir si se aprueba o no.
— Alejandro Moreno (@alitomorenoc) September 13, 2021
Más de un mes después, “Alito” dio a conocer que el Consejo Político Nacional del Revolucionario Institucional rechazó la solicitud de licencia a la militancia tricolor que promovió Quirino Ordaz Coppel, exgobernador de Sinaloa.
En un tuit, el líder priista detalló que la mayoría del Consejo votó en contra de la solicitud de licencia que impulsó Ordaz Coppel, una decisión que, enfatizó, “se tomó democráticamente, en un proceso en que las Consejeras y Consejeros expresaron su opinión y la razón de su voto”.
Pero la buena relación entre el Jefe del Ejecutivo federal y el priista Ordaz Coppel, no es la única que ha dado buenos frutos. Lo mismo sucede con Hector Astudillo, quien también fue abrazado por el Ejecutivo federal, incluso estuvo contemplado dentro del grupo de exgobernadores pertenecientes al tricolor que fueron invitados a sumarse al equipo presidencial.
La situación también se repite con varios de los actuales gobernadores priistas, por ejemplo, Alejandro Murat, en Oaxaca, quien pese a ser proveniente del tricolor, manifestó públicamente su apoyo a la Reforma Eléctrica que impulsa el tabasqueño, y exhortó a que se le “diera una oportunidad”.
En entrevista a medios locales, opinó que el mandatario federal tiene un objetivo, y habría “que darle por supuesto la oportunidad para que pueda transmitirnos cuáles son los argumentos para plantear esto [la Reforma Eléctrica], y en función a eso tomar las mejores decisiones para México”.
Alfredo del Mazo, Gobernador del Estado de México, ha sido captado en eventos presidenciales, y el mismo López Obrador ha destacado que mantiene una buena relación con el priistas mexiquense, de la misma manera que con Fayad, quien en octubre pasado pactó una colaboración con el Gobierno de México para participar en la ExpoDubai.
Marcelo Ebrard, titular de la SRE, informó que se reunió con el Gobernador de Hidalgo “para comentar su próxima visita a Francia e Inglaterra así como coordinar acciones para ampliar la presencia de México en ExpoDubai”, lo que ya le fue reprochado a Fayad por Moreno, quien lo calificó de “sumiso”.
En respuesta a los señalamientos que el hidalguense hizo contra el líder morenista, este lo acusó de haberse arrodillado ante el Gobierno del Presidente López Obrador y su partido Morena. “Su deslealtad con el priismo que lo llevó al poder quedó evidenciada al entregarse de rodillas con el Gobierno de Morena ¡Lamentable papel!”, expresó Moreno en un tuit.
“La molestia del Gobernador Omar Fayad responde a intereses personales y nunca a los del Partido. A lo largo de los últimos años ha demostrado su sumisión y entreguismo con el poder. No vamos permitir que le entregue el estado de Hidalgo a Morena”, agregó el dirigente nacional del PRI, con lo que se agrava la confrontación al interior de este instituto político.
La molestia del gobernador @OmarFayad responde a intereses personales y nunca a los del Partido. A lo largo de los últimos años ha demostrado su sumisión y entreguismo con el Poder. No vamos permitir que le entregue el estado de Hidalgo a MORENA.
— Alejandro Moreno (@alitomorenoc) December 30, 2021