Los estudios de la dependencia expusieron a aquellas marcas, alimentos y bebidas que no cumplen con lo que prometen, y que son consumidos de manera frecuente por los mexicanos —sin importar la edad— ya que son vistos como prácticos, algunas veces económicos y hasta «nutritivos».
Ciudad de México, 31 de diciembre (SinEmbargo).- A lo largo de 2021, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publicó una serie de estudios de la calidad con los que mostró que varios productos de consumo cotidiano en la dieta mexicana son engañosos.
Los productos que la Revista del Consumidor analizó tienen en común irregularidades en su información nutrimental. Algunos son publicitados con ingredientes que en realidad contienen en mínimas proporciones, mientras que otros son omitidos. Unos más mienten sobre estar libres de químicos y otros no respetan la NOM-051 -sobre el etiquetado frontal simplificado y el retiro de personajes animados en los empaques.
PRODUCTOS CON CAFEÍNA NO DECLARADA
Uno de los primeros análisis que hizo este año la dependencia a cargo de Ricardo Sheffield Padilla fue sobre los productos que contienen cafeína. Aunque la fuente más conocida de cafeína es el café, existen otros que la contienen, como bebidas, chocolate o helados.
En la edición de marzo, se analizó un total de 74 productos: 31 tipos de café, 15 tés, dos chocolates, 12 refrescos de cola, un helado, ocho bebidas con cafeína, una bebida de té, una bebida sin cafeína, dos polvos para preparar bebidas de té y semillas de girasol. En el caso de estas últimas, la Profeco desmintió que contengan cafeína y aseguró que simplemente se trata de un mito de Internet.
Las normas relacionadas para el estudio sobre los contenidos de cafeína son la NOM-002 de productos preenvasados, contenido neto, tolerancias y métodos de verificación; la NOM-051 sobre etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas; la NOM-218 de productos y servicios; además del Acuerdo por el que se determinan los aditivos y coadyuvantes en alimentos, bebidas y suplementos.
La Profeco concluyó que de las 15 marcas de té —en las que se evaluó etiquetado, contenido de cafeína y contenido neto—, cinco se promocionan como productos sin cafeína, pero dos no cumplen con esto. Pese al incumplimiento con lo declarado, el estudio enfatizó que su contenido es mínimo.
El producto “Chocolate Peppermint Tea sin cafeína” de origen mexicano, de la marca alessa (20 bolsas de té por empaque) contiene contiene 0.4 mg de cafeína en una taza de 200 ml preparada con una bolsa. Aunque la Profeco determinó que explica al consumidor el contenido, el producto se comercia como «sin cafeína».
La “Infusión Herbal con Rooi-bos y Cardamomo Jengibre Mango Sin Cafeína”, de origen estadounidense, de la marca YOGI (16 bolsas de té de 2g por empaque) contiene 0.2 mg de cafeína en una taza de 200 ml preparada con una bolsa. La Profeco determinó que esta marca también explica al consumidor el contenido aunque el producto se comercia también como libre de cafeína.
NUGGETS DE POLLO… SIN POLLO
Los nuggets de pollo son un alimento muy popular en la alimentación diaria debido a su rápida y fácil preparación. Estos son principalmente brindados para los alimentos de niños y niñas, sin embargo, en la Revista del Consumidor de abril, la Procuraduría informó que no son la mejor opción, ya que la mayoría de comercializadoras engañan al consumidor.
De acuerdo con la dependencia, los nuggets de pollo elaborados por 11 marcas sólo están constituidos en un 20 por ciento por este tipo de carne.
Según la publicación, este alimento —inventado en un laboratorio de la Universidad de Cornell en Nueva York en la década de 1960— se vende como una alternativa de comida de fácil preparación que, al ser empanizada y frita, puede resultar atractiva para los menores de edad. Sin embargo, señaló que varias de las marcas que ofrecen este producto miente en sus etiquetas, ya que varias tiene porcentajes de grasa que alcanzan 18.23 por ciento, van de 9.56 hasta 20 por ciento de proteína y del 12 al 22 por ciento de carbohidratos.
La marca Tyson Kids, por ejemplo, que comercializa como “Nuggets de Pollo” o “Nuggets de pechuga de pollo empanizados” no comprobó contenidos cárnicos en su composición. En el caso de Del Día “Nuggets de Pollo”, sólo se comprobó el 20 por ciento de pollo. Mientras que en otra presentación de la misma marca, ubicada como “Nuggets de Pollo, con life’sDHA”, únicamente se constató el 21 por ciento de pollo. El resto de sus composición está conformado de piel, pellejos, fécula de maíz, soya y empanizadores.
“Bachoco Nuggets de Pechuga de Pollo” sólo contiene 39 por ciento de pollo, y como en el caso anterior, también contiene soya, fécula y empanizadores. Además, tiene más grasa de la declarada, pues aunque la etiqueta reporta 6.8 por ciento, contiene 11 por ciento.
Después de obtener las conclusiones del estudio, la revista enfatizó que comer este producto no es equivalente a una pieza de pechuga de pollo y que a pesar del contenido, los precios de los nuggets son muy altos, y pueden encontrarse hasta en 842 pesos por kilo.
“El kilo de pechuga deshuesada no vale eso, y si aquí es mucho más alto, y te lo están dando precocinado, pero no están dando pollo, no es algo saludable”, recalcó.
Los nuggets también destacan, sin importar la marca, por tener al menos un sello octagonal del nuevo etiquetado frontal, pues contienen exceso de grasas trans, de calorías, de grasas saturadas y de sodio.
La dependencia sugirió a las familias mexicanas consumir nuggets caseros, ya que tiene mayor proteína y la mitad de grasas que contienen los ya preparados.
BEBIDAS MÁS AZUCARADAS QUE UNA COCA-COLA
En el estudio de calidad de mayo, la Profeco analizó 26 aguas o bebidas saborizadas, en las que halló algunas que contienen una cantidad mayor de azúcar que una Coca-Cola y superan la dosis recomendada al día por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los resultados exponen que la bebida Orangina de 330 mililitros, contiene 33.33 gramos de azúcar por envase, una cantidad superior a la de una Coca-Cola de la misma medida, la cual contiene 25 gramos. Además de que es 33 por ciento mayor al sugerido por la OMS al día, que es de 25 gramos de azúcar.
A su vez, el Jumex Naranjada Frutzzo, de 600 mililitros, tiene 48 gramos de azúcar, también un contenido mayor al de una Coca-Cola de 600 mililitros con sus 48 gramos. Los azúcares de esta bebida son 92 por ciento superior al recomendado por la OMS en un sólo día, resaltó la Profeco.
El organismo explicó que se hizo la comparación con la Coca-Cola debido a que es el refresco que más se consume en México.
Otras bebidas que superan el umbral de contenido de consumo de azúcar diario son:
–La bebida del Valle Frut de 600 mililitros con 27.6 gramos de azúcar por envase
–El agua mineral del Valle NARANJA&NADA de 600 mililitros con 30 gramos
–El agua mineral del Valle LIMÓN&NADA de 600 mililitros con 30.6 gramos
–El agua Bonafont Levité de limón de 1.5 litros con 36 gramos
–El agua Bonafont Juizzy de naranja de 1.5 litros con 39 gramos
–La limonada Peñafiel de limón de 600 mililitros con 54.6 gramos
–El agua mineral de naranja Peñafiel de 600 mililitros con 57 gramos
–El Jumex Frutzzo de limón de 1.5 litros con 102 gramos
–El Jumex Frutzzo de limón de 1.5 litros con 120 gramos
Otras bebidas que están al límite del consumo recomendado de azúcar al día son:
–El agua Bonafont Levité de pepino limón de un litro con 25 gramos
–El agua Bonafont Levité de limón de un litro con 24 gramos
–El JUMEX Fresh cítricos de 600 mililitros con 24 gramos.
“Si te tomas este envase superas la ingesta de azúcares libres recomendada de azúcares libres, por lo que ya no podrás consumir azúcares en otra bebida o alimento durante ese día”, alerta la Profeco.
Otro producto que resalta es el agua Bonafont Kids que presume tener jugo natural de naranja, pero en realidad solamente es el 1 por ciento, pero además de que se ostenta sin azúcar añadida, pero adiciona fructosa. “Sin azúcar no significa, sin azúcares”.
El estudio surgió debido a que en México la primera causa de muerte en edad productiva (18 a 59 años) es la diabétes, de los cuales el 90 por ciento de los casos de atribuyen a la obesidad y desequilibrios en las dietas.
LECHITAS DE SABOR CON AZÚCAR Y MUCHA GRASA
Según el análisis de la Procuraduría, las leches y productos lácteos saborizados, los cuales se ofrecen en el mercado a niños, son en realidad productos engañosos con alto contenido de azúcar y grasas. Además, no contienen fruta a pesar de llevar imágenes de ella en sus empaques.
En el estudio publicado por la Revista del Consumidor en el mes de junio, se lee que de los 42 productos analizados, 28 de ellos son leches saborizadas y cuatro son productos lácteos combinados saborizados, en los que se demostró que no cumplen con lo declarado o presentan menos de lo que dicen ofrecer.
“No todos los productos del estudio cumplieron con el contenido neto declarado; no todos los productos del estudio comprobaron el contenido mínimo de 85 por ciento de leche que exige la norma para ostentarse leche saborizada y se encontraron productos que se ostenta como leche, cuando es una mezcla de leche con grasa vegetal”, señaló la dependencia.
El énfasis del estudio está en que las leches saborizadas son especialmente atractivas para los menores de edad, sin embargo, contienen altos contenidos de azúcares y calorías.
Ante ello, la Profeco recomendó leer la etiqueta, ya que algunos productos aunque presentan la imagen de una fresa no significa que contengan esta fruta, sino que igualan su sabor a través de saborizantes.
Derivado del análisis se expuso que la marca Rancho Don Silvestre, con sabor a chocolate y sabor fresa en presentación de 236 mililitros, no demostró contener 85 por ciento de leche y en su caso contiene una mezcla con grasa vegetal. A pesar de que se solicitó al fabricante la información para corroborar el contenido de leche, no la presentó.
De las leches analizadas, Hershey’s sabor a chocolate de 200 mililitros fue la que más azúcares totales contiene en 100 mililitros; es decir, si se toma el líquido de este envase, se estará consumiendo 16.7 gramos de azúcares libres añadidos, lo que representa el 66.8 por ciento más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 25 gramos al día.
Por su parte, Kellog’s All-Bran deslactosada sabor chocolate, en su presentación de 236 mililitros, fue la leche que más kilocalorías y más grasas presentó en 100 mililitros. Además, registró denominación incompleta, pues no señala el tipo de leche (entera, descremada, semidescremada o parcialmente descremada) de acuerdo con su contenido de grasa conforme a la NOM-155-SCFI-2012.
De los productos lácteos combinados saborizados, Alpura Frutal con pulpa de fresa de 250 mililitros es el que más azúcares tiene con 14.24 g en 100 mililitros y contiene más kilocalorías con 77 en 100 mililitros, por lo que en caso de tomarse el contenido de este envase se estará consumiendo 27.1 g de azúcares libres añadidos, es decir, el 108.4 por ciento de lo recomendado por la OMS. Y la leche Lala Chocolala sabor a chocolate de 330 mililitros tuvo hasta 13.7 mililitros menos del contenido declarado.
TODO CON ALTAS CANTIDADES DE SODIO
La Procuraduría Federal del Consumidor compartió una lista de aderezos, botanas, galletas y más productos enlatados que exceden el nivel de sodio permitido.
La edición de julio de la revista dio a conocer los productos que no siguen los lineamientos establecidos y consumir grandes porciones de estos alimentos podría provocar daños en personas hipertensas y sanas.
La Profeco alertó sobre 80 productos de 17 categorías que tienen la etiqueta “exceso de sodio”, pues según la Norma Oficial Mexicana -051-SCFI/SSA-2010, el sello lo deben tener todos aquellos alimentos que superen los 350 miligramos de sodio por cada 100 mililitros o 100 gramos.
Atún enlatado, botanas, cacahuates, cereales para el desayuno, chiles envasados, frijoles envasados, galletas, mayonesa, mostaza, palomitas para microondas, rajas envasadas, salsa picante, salsas de soya, salsa de tomate cátsup, salsas barbecue, sardinas en salsa de tomate, tortillas de harina y tostadas de maíz.
Los daños que provocarán en el cuerpo dependen del consumo que realice una persona, ya que el consumo de algunos productos se restringe a unas cuantas porciones.
“Los productos analizados presentaron el sello de ‘exceso sodio’. Los contenidos de sodio varían entre ellos. Sin embargo, se debe considerar que algunos son aderezos o salsas que se consumen solo por porciones, otros se consumen completo y otros requieren preparación por lo que las cantidades que se ingieren dependen de las instrucciones de uso”, destaca la Profeco.
Advirtió que sobre todo se debe tener precaución en el consumo de salsas picantes, pues normalmente se acompañan con otras botanas que también tienen altos contenidos de sodio.
También expuso que aunque se piense que sólo las galletas saladas contienen sodio, éste también se encuentra en productos dulces. Si bien las porciones de consumo se ubican entre los 30 gramos, una persona normalmente consume 100 gramos de galletas, por lo que, dependiendo del producto, se pueden llegar a consumir hasta 1554 miligramos de sodio en las saladas y hasta 562 miligramos de sodio en las galletas dulces.
Para las palomitas de microondas, si se consume todo el contenido del empaque, dependiendo del producto, se pueden llegar a consumir hasta 451 mg de sodio. Para el caso de los cacahuates hasta 1517 mg de sodio, lo que equivaldría al 73.3 por ciento de la ingesta recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al día, y las botanas 2542 mg de sodio, exceden los dos mil mg recomendados por la OMS.
El estudio de Profeco reveló que las mostazas, mayonesas y chiles enlatados son de los productos que más exceso de sodio contienen por porción, por lo que exhortó a un consumo moderado y no frecuente de los mismos.
CUBITOS DE POLLO: UN DOLOR DE CABEZA
En la misma séptima edición de este año, la Profeco advirtió que el caldo de pollo industrializado, más conocido en su presentación de cubos de pollo, tiene alto contenido en sodio, por lo que se pueden implicar graves riesgos a la salud pública, debido a su frecuente consumo en la dieta mexicana.
En la investigación se evaluaron 24 caldos de pollo en polvo y cubos con el fin de verificar que la información que se lee en sus etiquetas se apegara a la realidad, siguiendo como normas la NOM-002-SCFI-2011, NOM-051-SCFI/ SSA1-2010 y la NMX-F603-NORMEX-2003.
Acorde con el estudio, los cubitos, el polvo y los granulados de caldo de pollo se componen de una mezcla de nueve ingredientes, entre los que se encuentran saborizantes naturales y artificiales, colorantes, especias, carne y grasa de pollo, sal yodada, grasas vegetales, glutamato monosódico, fécula de maíz y azúcar.
En ese sentido, recalcó que es importante checar las etiquetas de los alimentos que se compran, ya que el primer ingrediente declarado, es el que se contiene en mayor cantidad. En este caso, en el octágono que se ha puesto por parte de la Secretaría de Salud (SSa), se especifica que dichos sazonadores contienen exceso de sodio.
Sobre el uso del glutamato monosódico en los cubitos de caldo de pollo, la Profeco señaló que “es controvertido”, ya que se relaciona con cuadros de dolores de cabeza, sudoración, opresión en el pecho, ardor en la boca y mareos.
Este químico es un potenciador de sabor que comúnmente se añade a los alimentos procesados, pues activa ciertas terminales de la lengua que hacen que el sabor de cada alimento sea más fuerte.
ALCOHOLES BARATOS QUE NO CUMPLEN
La Revista del Consumidor del mes patrio detectó las marcas de alcohol destiladas y licores de menos de 130 pesos que no cumplen con el contenido que declaran, entre ellas se encuentran Tonayán y Oso Negro.
La Profeco analizó 41 marcas de alcohol destiladas y licores para conocer su procedencia y contenido.
Se realizaron 343 pruebas para verificar que cumplan con las normas NOM-002-SCFI-2011, relacionada con productos envasados, contenido neto, tolerancias y métodos de verificación, y la NOM-142-SSA01/SCFI-2014, que tiene que ver con bebidas alcohólicas, especificaciones sanitarias, y etiquetado sanitario y comercial.
La Profeco analizó 41 productos, seis de ellos son licores de caña, uno de ginebra, dos destilados de caña, dos charandas, cinco de ron, tres de brandy, 12 licores de agave, seis vodkas, un licor de agave con sabor y tres whisky. Los aspectos a evaluar fueron: Información comercial, contenido de componentes volátiles (como metanol, alcoholes superiores y aldehídos), contenido de azúcares, contenido energético, contenido neto y contenido de alcohol.
De acuerdo con el estudio los licores de caña analizados son:
-Jacalito de Tonaya, 960 ml (30 pesos). El producto cumple con lo que ofrece.
-El León Dorado, 960 ml (98 pesos). El producto no cumple con el contenido alcohólico que declara y no contiene en mínimo de azúcares para denominarse licor.
-El Mezcalito de Tonaya, 1.75 ml (39 pesos). El producto presenta el símbolo de ANIDA, además de una imagen de agave, sin embargo es un licor de caña. Además tuvo 3.4 por ciento menos del contenido neto declarado.
-No te Rajes (blanco), 1 L (53 pesos). La información que da al consumidor es completa.
-No te Rajes (oro) 1 L (53 pesos). No cumple con el contenido alcohólico que declara.
-Tonayán, 960 ml (35 pesos). Presenta el símbolo de ANIDA, pero es un licor de caña.
Los licores de Agave estudiados fueron:
-Cielo Azteca, 750 ml (63 pesos). El producto cumple con lo que promete en su etiqueta.
-El Compadre (blanco), 1 L (80 pesos). La forma en que se coloca la leyenda 100 por ciento agave puede inducir al error. Tampoco cumple con el contenido alcohólico que declara, ni tiene el mínimo de azúcares para denominarse licor.
-El Compadre (oro), 750 ml (68 pesos). Igual que su hermano, la forma en que se coloca la leyenda 100 por ciento agave puede inducir al error. No tiene el mínimo de azúcares para denominarse licor.
-Enigma, 750 ml (46 pesos). Su información es correcta.
-Llano Escondido, 750 ml (69 pesos). Tiene 2.4 por ciento menos del contenido neto declarado.
-Paloma Blanca, 1 L (60 pesos). No contiene el mínimo de azúcares para denominarse licor.
-Paloma Negra, 1 L (72 pesos). Cumple con su etiquetado.
-Rancho Escondido 750 ml (oro 65 pesos y plata 78 pesos): Cumple con todo lo que ofrece.
-San Luis, 750 ml (blanco y oro 120 pesos). Cumple con el etiquetado.
-Vértigo, 750 ml (60 pesos). No contiene el mínimo de azúcares para denominarse licor.
De acuerdo con el estudio, de las marcas analizadas al menos 16 no cumplen con alguna de sus características, ya sea en el contenido declarado de alcohol de los ingredientes con los que está elaborado.
La dependencia recordó que este tipo de productos deben incluir una advertencia sobre el no consumo para embarazadas ni los menores de 18 años pueden ingerir alcohol ni tampoco se recomienda hacerlo si se va a conducir.
«¡CON MIS SOPAS INSTANTÁNEAS NO!»
La más polémica de las publicaciones de este año de la Revista del Consumidor fue la de octubre, cuando se analizaron sopas instantáneas.
En ese entonces, la Profeco anunció que retiraría tres marcas y explicó por qué en la Revista del Consumidor. En resumen: engañan. Dicen que traen pollo o verduras y en la foto se ve todo tan sabroso y saludable, pero no es así. Son lo que son: calorías, sodio, azúcar, sal, harinas, saborizantes y colorantes artificiales.
En total se analizaron 33 marcas de sopas instantáneas —contenidas en vaso, tazón o sobre, así como sopas de pasta de preparación rápida— con las que se realizaron 363 pruebas en total.
Los ingredientes que se contienen en estos productos pueden ser harina de trigo, sazonadores, salsas, verduras, extractos cárnicos, queso y tomate. También suelen contener potenciadores de sabor (que sirven para que la lengua sea más receptiva a los sabores salados y fuertes) como glutamáto monosódico, inosinato, guanilato de sodio, extracto de levadura y proteína hidrolizada de soya.
Incluso, algunos de los productos contienen sacarosa (azúcar de mesa), glucosa, fructosa y/o lactosa.
En el proceso de elaboración se someten a cocción, por lo que ya preparadas aportan agua, carbohidratos proteína, grasa y sodio. En el caso de la grasa, Profeco destacó que la mayoría de los fabricantes agregan aceites vegetales, pero hay productos que también contienen gasa de leche, quesos y grasa de pollo.
Algunas de las marcas analizadas que están en presentación de vasito o tazón son las siguientes: J-Baskest, con un precio al publico de 84 pesos (siendo la de mayor costo en todo el estudio de la Procuraduría); Maruchan (Bowl, Instant Lunch, Yakisoba, Ottima) con precios entre los 10 y 25 pesos; Knorr instantáneas y preparado fácil, con costos entre los 15 y 30 pesos; Nissin (Cup noodles, Maki Nissin, Pasta U.F.O) con precios entre los 10 y 20 pesos; Nongshim con un costo de 38 pesos; Ottogi Jin Ramen Mild, de 22 pesos por envase; Udon, en 42 pesos cada empaque; Kraft Macaron and Cheese, en 21 pesos; y La Moderna Ya!, en 20 pesos.
Pese a que la Profeco indicó que todas las marcas cumplen con la porción por envase que prometen, los productos mencionados cuentan con altos contenidos de sodio (mayores a 230 miligramos por cada 100 gramos de producto).
En el caso de las sopas tipo ramen o fideos orientales, la dependencia a cargo de Sheffield Padilla abarcó nueve marcas: Buldak Cheese, Chikara Udon, Maruchan Ramen, Nissin, Myojo, Ottogi Ramyon y Sapporo. Buldak Cheese contiene publicidad engañosa.
“Una sopa que retiramos se llama Buldak Cheese, que está todo en chino y en inglés, que dice tener queso y pollo, y no tiene pero nada de queso ni de pollo, es publicidad engañosa. La persona puede comprarlo pensando que siquiera viene algo de recaudo de pollo, pero no tiene ni trazas de pollo. Ahora sí que besando un pollo tenemos más pollo que con esa sopa”, expuso en la mañanera del 4 de octubre el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield.
En ese sentido, la Revista del Consumidor ahondó que es el producto que más grasa, carbohidratos y kilocalorías contiene por 100 gramos de producto preparado. Además presenta un personaje en caricatura (ya no permitido en México para productos con bajo contenido nutrimental) “que no debería, ya que presenta los sellos EXCESO DE GRASA SATURADA Y EXCESO DE SODIO”.
Para este tipo de sopas, la Profeco señaló que Chikara Udon, Myojo y Sapporo tampoco cumplen con la norma de etiquetado al no poner las instrucciones en español y al no mostrar la información nutrimental.
La Procuraduría también incluyó en su estudio sopas de fideos de fácil preparación. En esta sección analizó dos productos de la marca Great Value (sopa de fideos y fideos con sabor a pollo), dos de Knorr (fideos con pollo y fideos con chile y limón), fideos de La Moderna, fideos con pollo de Maggi y sopa de fideos de Selecto Brand.
Esta última fue la que más grasa tiene de los productos analizados, además de que no cumple con la norma de etiquetado al no indicar el contenido energético en total del envase, sólo por cada 100 gramos de producto.
En las conclusiones del estudio se expuso que Knorr no reporta el contenido calórico y contiene azúcares añadidos que no declara en la información nutrimental; que Maruchan Ramen dice tener vegetales pero sólo contiene 0.0085 gramos de verduras.
Profeco también expuso que la mayoría de las sopas contienen muy poca o nada de cantidad de vegetales o producto cárnico, pese a que lo promocionan en su envase.
Maruchan Instant Lunch (presentación más conocida de esta marca) y Nissin Cup Noodles están empaquetadas en vasos de unicel, por lo que no deben prepararse en horno de microondas, ya que este material vierte sustancias tóxicas al producto que luego se injerirá. Sin embargo, ninguna de las marcas reporta esta advertencia de manera visible y entendible para el consumidor.
En desglose de conclusiones también se resaltó que los consumidores deben tener en consideración que antes de comprar este tipo de productos, es necesario revisar la información nutrimental, preferentemente no hacer caso omiso de las advertencias por excesos, leer detalladamente la etiqueta de preparación, no consumirlas si el envase presenta algún tipo de daño y no consumirlos en exceso.
Finalmente la Profeco expuso en el estudio que todas las marcas contenidas en éste que tengan al menos una «falla» son acreedores a una falta administrativa.