El actor se refirió a lo difícil que fue interpretar a Peter Parker en Spider-Man: No Way Home y confesó durante una entrevista lo duro que fue grabar cada escenas de acción de la película; sin embargo, se encuentra satisfecho con el resultado que ha tenido la cinta.
Por Adrián Córdoba
Ciudad de México, 27 de diciembre (AS México).- La película de Spider-Man: No Way Home se ha postulado ya como una de las favoritas de todo este año 2021 pese a haberse estrenado hace apenas 10 días. Una trama que ha reenganchado a los amantes del Universo Marvel y a aquellos fans del «hombre-araña» más famoso del mundo.
Una cinta que no habría sido lo mismo sin Tom Holland, quien se ha vuelto a meter en el traje de Spider-Man después de hacer su estreno en 2016, y de ella ha admitido que es «la película de superhéroes más cinematográfica y teatral que se haya hecho».
Sin hacer spoilers a nadie, destacamos que Tom Holland no tuvo unos días especialmente fáciles en el rodaje de la película, y es que han sido muchas las escenas de acción que ha tenido que hacer, lo cual le ha llevado a pasar auténticas calumnias en mitad del set, y de esto ha hablado en una entrevista concedida a OK! Magazine.
ENSANGRENTADO POR LAS ESCENAS DE ACCIÓN
Para quien haya visto la película, y para quienes esperen verla, sabrán que una película del Universo Marvel tiene un gran número de escenas de acción, y más si eres Peter Parker, quien esta vez ha tenido que hacer frente a diferentes villanos, variando mucho sus estilos de lucha e incluyendo uno que «nunca antes habían visto en Spider-Man», tal y como ha comentado el protagonista.
Y es que detrás de las cámaras no todo han sido risas, pues el actor ha confesado que hubo una escena de lucha que se grabó «una y otra vez» durante cuatro días seguidos, y que era tan extrema y ponía tan al límite a su cuerpo que acabó sangrando: «Recuerdo que mis nudillos estaban ensangrentados, estaba hecho polvo, pero seguimos luchando y luchando… ¡Fue horrible!».
Un momento muy complicado para Tom Holland, quien se estuvo preparando muy bien las escenas de acción con el coordinador de acrobacias George Cottle. Sin embargo, a pesar de la dureza del rodaje, el actor ha confesado que mereció la pena porque en la película quedaba «espectacular y abrumador».