Mientras el Gobierno federal anuncia la creación de nuevas áreas naturales protegidas, por el otro lado sigue recortando el presupuesto para la comisión encargada de su vigilancia y conservación. En 2022, la Conanp tendrá solo 9.7 pesos por hectárea para su manejo.
Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).– El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció nuevas Áreas Naturales Protegidas en Quintana Roo, Estado de México y San Luis Potosí al mismo tiempo que sigue recortando presupuesto a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) y debilitó al Instituto Nacional de Cambio Climático (INECC).
En noviembre y diciembre el Primer Mandatario ha informado que para evitar más construcciones y disfrute de la ciudadanía se harán áreas protegidas la zona arqueológica y parque de Tulum, una de las estaciones del Tren Maya; el Parque Ecológico Texcoco, la alternativa al cancelado aeropuerto internacional, y la Sierra San Miguelito.
Sin embargo, el presupuesto de la Conanp se redujo de mil 132 millones de pesos en 2018 a 843 millones 553 mil pesos en 2019, el primer año de Gobierno, un monto que ha mantenido la misma tendencia estos años. Para 2022, en que los vigilantes tendrán que cubrir estas nuevas tareas, se contarán con 887 millones 345 mil pesos, un recorte real de 1.2 por ciento con respecto al año fiscal previo considerando inflación.
«Para el 2022 corresponderían apenas 9.7 pesos (de inversión global) por hectárea para el manejo y cuidado de las ANP. Se asignarán tan sólo dos pesos por cada hectárea protegida a la realización de tareas de conservación, restauración y vigilancia», alertó el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
El uso de vehículos terrestres y marítimos es indispensable para realizar labores de vigilancia, pero el presupuesto para 2022 sólo da 251 pesos mensuales para cada ANP para la adquisición de herramientas y refacciones necesarias para el mantenimiento de vehículos y 5 mil 500 pesos mensuales para cada ANP para compra de combustibles y lubricantes.
«Esta reducción presupuestaria contribuye al agravamiento de diversos problemas que existen en ellas como la deforestación y la degradación de los bosques y las áreas costeras, el descontrol y la expansión urbana, la construcción de infraestructura de alto impacto para el ambiente y actividades extractivas como la minería», planteó la organización.
Por otra parte, la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) confirmó que se emprendió una reforma administrativa en la que las atribuciones y personal del INECC pasarán a formar parte de esta secretaría para evitar duplicidad de funciones y vincular las políticas públicas con las acciones.
«Proteger al medio ambiente, ¿qué no lo puedes hacer con un organismo si hay realmente voluntad, si no es sólo una farsa, si es nada más para que tengan trabajo los amigos y hasta que puedan hacer negocio?», cuestionó el Presidente López Obrador en una conferencia matutina.
Pero el Centro Interdisciplinario de Biodiversidad y Ambiente explicó que la Semarnat no puede ejecutar la política ambiental por sí misma sin la investigación técnica y científica en materia de ecología y cambio climático del INECC, para apoyar la toma de decisiones con base en la ciencia. Dentro de sus logros se incluye la actualización del Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, el Atlas Nacional de Vulnerabilidad ante el Cambio Climático y el Índice Nacional de Calidad del Aire.
«Significa un retroceso en materia de derechos humanos (medio ambiente, salud), al tiempo que se contrapone a otros derechos y principios jurídicos previstos en la Constitución y en tratados internacionales como el Acuerdo de París», dijo.
LAS NUEVAS ÁREAS PROTEGIDAS
Desde Quintana Roo, el 17 de noviembre el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó que la zona arqueológica de Tulum y el parque nacional se hará una área protegida de al menos 300 hectáreas como parte del tramo cinco del Tren Maya.
«Tenemos que crear todas estas reservas para no estar nada más pensando en el desarrollo inmobiliario y llenar irracionalmente de construcciones la selva. La gente que llega a Quintana Roo viene por el mar turquesa, pero también viene por la selva», justificó.
Días después detalló que los terrenos colindantes donde están el aeropuerto de la Secretaría de Marina y otro que tiene el Gobierno de Quintana Roo pasarán a formar parte de un área natural protegida unida a la zona arqueológica de Tulum, que se llamará «Parque Ecológico Jaguar», una especie en peligro de extinción que habita la Península de Yucatán. Fonatur está construyendo pasos de fauna para evitar su atropellamiento al paso del tren.
«Vamos a dejar muchos parques con áreas protegidas para cuidar el medio ambiente y para el disfrute de la gente», expuso sobre la posibilidad de decretar otras ANP en más estaciones del Tren Maya.
El 5 de diciembre el Presidente López Obrador anunció que está en proceso una consulta a 16 ejidos para decretar como Área Natural Protegida las 14 mil hectáreas del Parque Ecológico del Lago de Texcoco, donde llegan 250 mil aves migratorias y hay 278 especies de flora y fauna, de las cuales 107 son endémicas. La zona será clave para regular el agua y evitar tanto inundaciones como crecimiento urbano irregular.
De aprobarse, se publicará el decreto presidencial el 24 de febrero de 2022, informó la Secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores. La obra está a cargo del arquitecto Iñaki Echeverría como una alternativa al cancelado Aeropuerto Internacional de Texcoco, proyecto que, entre otras críticas, tuvo la del colectivo #YoPrefieroelLago.
«No existe en ninguna otra ciudad del mundo una oportunidad para tener una reserva de este tamaño que puede cambiar el futuro de todo el Valle de México», destacó Echeverría frente al lago, el cual había sido drenado para construir el aeropuerto del Gobierno Enrique Peña Nieto y en esta época, por la temporada de lluvias, luce con altos niveles de almacenamiento.
«Lo que estamos tratando de hacer es reconciliar algunos de los ciclos hidrológicos que fueron interrumpidos, estamos buscando recuperar espacios de agua y crecer la capacidad de regulación, coadyuvar que no haya inundaciones y, además, abrir este espacio al público para su disfrute», detalló.
De las 14 mil hectáreas, 4 mil ha están en 16 ejidos de cinco municipios mexiquenses, por lo que desde el 19 de diciembre ejidatarios y autoridades de la Semarnat celebran asambleas simultáneas en la cabecera de Atenco y el pueblo de Nexquipayac para discutir la declaratoria de la ANP «para formar un espacio de protección ecológica, recarga y regulación de agua, a la par de ser un espacio para actividades agrícolas y lacustres», destacó el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, que ha señalado presencia de grupos de choque durante este proceso de devolución de tierras.
Además, el 13 de diciembre, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto presidencial por el que se declaró Área Natural Protegida a 111 mil 160 hectáreas de la Sierra de San Miguelito, ubicada en los municipios de Mexquitic de Carmona, Villa de Reyes y Villa de Arriaga en San Luis Potosí, una zona con 50 especies de flora y fauna en alguna categoría de riesgo, y brinda recarga en 15 presas y tres acuíferos que beneficia a un millón de personas.