La Reserva Federal estadounidense (Fed) comunicará su decisión de tasas el miércoles, y un día más tarde, lo harán el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE).
Por Laura Sánchez
Estados Unidos, 9 de diciembre (Investing.com) – Los mercados mantienen la atención de cara a la semana que viene, semana de bancos centrales.
“En principio se espera que la Fed opte por acelerar el proceso de reducción de compras de bonos, para darlo por finalizado tan pronto como en marzo -antes se barajaba como fecha de su finalización el mes de junio-. La fuerte caída que experimentaron ayer los precios de los bonos del Tesoro a largo plazo y el consiguiente repunte de sus rentabilidades parece que confirman este posible escenario”, explican en Link Securities.
Mark Holman, CEO de Twentyfour AM (boutique de Vontobel (SIX:VONN)), explica que “la Reserva Federal ya debería haber terminado con el tapering, pero lo cierto es que solo acaba de empezar y lo está haciendo a un ritmo muy lento, lo que indica que tardará siete reuniones más en completar la retirada de estímulos”.
“Teniendo en cuenta nuestro temor a que la Reserva Federal actúe con retraso, pensamos que el ritmo de reducción se incrementará en la reunión del 15 de diciembre y finalizará en la reunión de marzo, dando así a la Reserva Federal la flexibilidad que necesita para subir los tipos antes si tuviese que hacer frente a una tasa de desempleo en rápido descenso”, añade este experto.
En cuanto al BCE y al BoE, “ambos órganos de gobierno se enfrentan a una difícil papeleta: endurecer sus políticas monetarias para intentar controlarla inflación, con el impacto negativo que ello tendría en unas economías en franca desaceleración o, por el contrario, dejar ‘correr’ la inflación y mantener sus actuales políticas acomodaticias, decisión que también conlleva un elevado riesgo, ya que la inflación a la larga también penaliza el crecimiento económico”, señalan en Link Securities.
Para Mark Holman, la previsión más complicada es lo que hará el BCE con los dos programas de flexibilización cuantitativa que tiene en marcha, a saber, el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), que actualmente compra 70 mil millones de euros de deuda soberana al mes, y el antiguo programa de compra de activos (APP), que adquiere mensualmente 20 mil millones de euros.
“Pensamos que el BCE aumentará temporalmente el APP y después intentará que el mercado se desprenda de este aumento en 2023. Nuestra previsión principal es que el APP se incremente hasta alcanzar 50.000 millones de euros al mes para evitar un endurecimiento no deseado de las condiciones financieras”, destaca el CEO de Twentyfour AM.
Por su parte, en Banca March recuerdan que “Isabel Schnabel ha advertido sobre los efectos negativos del programa de compras. La ejecutiva del BCE ha valorado las compras de bonos como una herramienta importante en periodos de turbulencias, aunque ha puesto en la balanza los efectos negativos que provoca en las valoraciones de activos y las distorsiones en la toma de riesgos. Las palabras de Schnabel, que suena para ocupar el trono del Bundesbank, apuntan a una menor intensidad del programa de compras para el próximo año”.