Los expertos indicaron que pese al aumento en la tasa de hospitalizaciones por COVID-19 en los últimos días en Sudáfrica, podría tratarse de un incremento general de los contagios, no sólo de casos específicamente relacionados con la variante Omicron. Pero también pidieron cautela, ya que esta situación podría cambiar en unas semanas, debido a que aún no saben con certeza cómo se comporta el virus, pues son pocos datos con los que cuentan.
Ginebra, 28 de noviembre (EFE).- No hay indicios todavía de que la nueva variante Omicron del coronavirus provoque más casos graves de COVID-19 o con síntomas diferentes a los de cepas anteriores, destacó hoy el grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estudia esta última evolución del SARS-CoV-2.
Aunque la tasa de hospitalizaciones por COVID-19 ha aumentado en los últimos días en Sudáfrica, el país donde se detectó primero la variante, «ello podría ser resultado de un aumento general de los infectados, y no sólo de contagios específicos con la variante Omicron», señalaron los expertos en un comunicado.
Por otro lado, muchas de las primeras infecciones por Omicron reportadas son de estudiantes universitarios, «jóvenes que tienden a sufrir formas mas moderadas de la enfermedad», destacaron los miembros del Grupo Asesor de Expertos en la Evolución de Virus de la OMS.
El grupo de estudio insistió en que «comprender el nivel de gravedad de la variante Omicron podrá tardar varios días o semanas».
Los expertos añadieron que la variante parece aumentar el riesgo de reinfección (la posibilidad de que una persona que ya ha tenido previamente COVID-19 vuelva a contraer la enfermedad), pero que «todavía no está más claro si es más contagiosa» en otros casos.
Sobre la respuesta de los tratamientos anticovid, los científicos señalaron que los corticoesteroides y los antagonistas de interleucina-6 (IL6) parecen seguir siendo eficaces en pacientes graves, mientras que no hay conclusiones todavía sobre la respuesta de las vacunas existentes a la variante Omicron.
La Omicron, cuyos primeros casos se detectaron hace dos semanas y que preocupa por las más de 30 mutaciones que se han identificado, fue considerada «variante de preocupación» por el grupo de expertos de la OMS este viernes, lo que obliga a un seguimiento especial por parte de laboratorios de todo el mundo.
SUDÁFRICA: HASTA AHORA, CASOS LEVES
Aunque los casos de COVID-19 relacionados con la nueva variante Omicron que se detectaron hasta la fecha en Sudáfrica fueron «suaves», ya que el número de contagios identificados aún es bajo para sacar conclusiones, la situación puede cambiar en las próximas semanas, según expertos sudafricanos.
«Los síntomas son suaves (…) Dentro de dos semanas podríamos tener una imagen diferente, pero por ahora así es como es», indicó la doctora sudafricana Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica (SAMA, por sus siglas en inglés), en declaraciones este domingo a la cadena de televisión local Enca.
En opinión de esta médica, a la vista de lo observado por los facultativos, la situación por el momento no justificaría el «pánico» generado.
Otros expertos del país, sin embargo, incidieron que es muy pronto para extraer conclusiones dado el escaso número de casos identificados.
«Las observaciones de los médicos clínicos sobre el terreno son siempre importantes y nos apoyamos considerablemente en ellas, pero tenemos que ser cautos con los informes tempranos de que todos los casos de esta variante son suaves», puntualizó el especialista en enfermedades contagiosas Richard Lessells, a través de las redes sociales, tras las expectativas generadas por Coetzee.
Lessells hizo hincapié también en que muchos de los casos que está registrando en estos días Sudáfrica -en general, no específicamente los ya identificados con la variante Omicron- fueron entre personas jóvenes.
«Con esto y con la demora temporal (necesaria) para que las infecciones progresen hacia la enfermedad severa y la hospitalización, sólo podríamos esperar ver el impacto en las hospitalizaciones en las próximas semanas», recalcó este experto a través de Twitter.
El descubrimiento de esta nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529 y bautizada con la letra griega Omicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue anunciado el jueves por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas a mediados de noviembre.
En el momento del anuncio se habían identificado contagios ya en Botsuana y en Hong Kong, China, pero posteriormente se añadieron detecciones en Israel, en Bélgica (un caso de una viajera procedente de Egipto sin aparentes vínculos con el sur de África), Australia, Reino Unido y otros lugares.
La nueva variante -de la que, no obstante, aún hay muy pocos casos confirmados en total- se caracteriza por presentar un número inusualmente alto de mutaciones, cuyo impacto aún debe ser estudiado.
La OMS, al categorizarla este viernes como variante de riesgo, reconoció, no obstante, que algunas de estas nuevas mutaciones parecen sugerir una aún mayor capacidad de transmisión que las variantes anteriores.
Pese a la escasa información disponible (por la temprana detección), numerosos países, incluido el Reino Unido, Estados Unidos y las naciones de la Unión Europea, anunciaron rápidamente drásticas restricciones de viaje para los países del sur de África.