El INM lamentó que los líderes de la caravana “obstruyan y descalifiquen” las propuestas para regularizar a las personas, lo que, dijeron, afecta de manera directa a la población migrante y hace que «permee un ambiente de animadversión hacia la autoridad».
Arriaga (México), 6 nov (EFE).- Agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM) desplegaron un operativo para detener a la caravana de migrantes que partió el viernes de la ciudad de Tonalá, Chiapas, en dos camionetas de carga.
Los agentes instalaron su operativo en un punto de revisión ubicado a unos cinco kilómetros de la ciudad de Arriaga, ubicada en los límites con el estado de Oaxaca. Algunos migrantes accedieron a bajar de los vehículos de manera voluntaria, pero otros se negaron hacerlo y fueron bajados por la fuerza.
Deli Yanet, originaria de Guatemala, dijo que las autoridades del INM prácticamente «le pasaron por encima» porque no quería soltar a su hija, a quien se iban a llevar y le provocaron una herida en el pie izquierdo, esto porque no quiso bajar de los vehículos donde sólo viajaban mujeres y niños.
En esa garita migratoria, los agentes mexicanos, que cuentan con equipo antimotines, intentaron obligar a los extranjeros a descender de los vehículos, pero ante la negativa de los migrantes les dieron el paso y les entregaron sus pertenencias.
De acuerdo con Aristeo Taboada, representante estatal del Instituto Nacional de Migración (INM), le marcaron el alto a los vehículos para ofrecer a los migrantes albergue, comida y trabajo, sin embargo dijo que se negaron a recibir ayuda y lo único que buscan es llegar a la Ciudad de México para regularizar su estancia en el país.
Estela de León, también proveniente de Guatemala, dijo que los migrantes viajan «pacíficamente».
«Las autoridades se acercaron a los vehículos, les dijimos que no nos tocaran porque somos migrantes, trabajadores, y no venimos a pedirle nada a nadie. Nos dijeron que bajáramos de los vehículos ya que nos iban a llevar a migración y nos iban a dar papeles (documentos)», relató.
En un comunicado, el INM lamentó que los líderes de la caravana Irineo Mujica, de la organización Pueblos Unidos Migrantes, y Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana, «obstruyan y descalifiquen» las propuestas para regularizar a las personas, lo que, dijeron, afecta de manera directa a la población migrante y hace que permee un ambiente de animadversión hacia la autoridad.
«Se dicen engañados por el INM cuando este ha sido transparente en sus ofrecimientos y los líderes se victimizan al acusar represión por parte de la autoridad, cuando en realidad las víctimas de ellos son las personas migrantes que integran la caravana», señaló el organismo.
En el citado punto migratorio, las autoridades mexicanas mantienen operativos de revisión en vehículos de transporte y aunque en este caso detuvieron a una decena de extranjeros, estos fueron liberados minutos más tarde.
La caravana, integrada en su mayoría por centroamericanos y haitianos, salió a las 15:30 hora local (21:30 GMT) del municipio de Tonalá, desde donde recorrieron unos 18 kilómetros para avanzar hasta Arriaga, en la costa de Chiapas. Desde el 23 de octubre, la caravana ha caminado más de 200 kilómetros.
La caravana avanza en medio del dolor que ha ocasionado la muerte por disparos de la Guardia Nacional de un migrante cubano, quien viajaba en un vehículo junto con otras personas, el pasado fin de semana.
Un hecho que fue condenado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Este grupo -que lleva más de diez días de camino- se puso en marcha luego de que en los primeros días de septiembre las autoridades mexicanas frustraran el avance de cuatro caravanas de migrantes que partieron precisamente desde Tapachula, municipio de Chiapas fronterizo con Guatemala.
Entonces, varias agencias de la ONU y ONG criticaron el uso de la fuerza en los operativos para desintegrar dichas caravanas.