El cine Latinoamericano cada vez se hace más presente en las grandes entregas de premios internacionales, y a la par también va ganado terreno en el mundo al viajar a través de plataformas de streaming como Netflix para que sus historias puedan ser vistas, así como una parte de la identidad de la región.
Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).– El cine Latinoamericano cada vez toma más fuerza y es reconocido alrededor del mundo. Cineastas han puesto el nombre en alto de sus países de origen a través de historias que son muestra innegable de la identidad de la región.
Pero, ¿qué difiere al cine Latino de otras producciones realizadas alrededor del mundo?, ¿cuál es el hilo conductor de las historias de esta región, si es que lo hay?, ¿por qué se está volteando a ver éste cine?
Netflix reunió a directores latinos que forman parte de una nueva generación de cineastas y que están de estreno con sus filmes que hablan por sí solos del talento existente en el territorio: La peruana Claudia Llosa (Distancia de rescate), el brasileño Alexandre Moratto (7 prisioneros), y el mexicano Alonso Ruizpalacios (Una película de policías) ahondaron sobre el vínculo que los une.
Ruizpalacios opina que más que una lengua y el humor que acerca, es la historia de los países colonizados lo que los une.
«Sí veo un hilo común y, obviamente, tiene que ver con esta historia compartida de la colonización y los procesos de independencia que ocurrieron, pienso, en un espacio de tiempo de 10 o 20 años… Las independencias de Latinoamérica, así que hay muchos temas comunes y podríamos decir que está muy influenciado por la política, aunque no diría que es un cine necesariamente político», explica en una mesa con medios en donde SinEmbargo estuvo presente.
Así, su mismo filme, Una película de policías, se vio inspirado en la política, concretamente en el sexenio de Enrique Peña Nieto que estuvo marcado por todos los escándalos de corrupción suscitados en ese periodo. La cinta que se denvuelve en un formato híbrido entre la ficción y documental muestra la historia de amor de policías en medio de un sistema roto.
«Es un documental que empezamos a hacer hace como cuatro años… empezamos hace cuatro años, y es que tenía que hacer algo que me hiciera o que me diera esa ilusión de ser útil. Porque veníamos de una etapa muy dura con el antiguo Presidente Peña Nieto y hubo una crisis tremenda de corrupción e impunidad, así que quería hacer algo que hablase de eso. Y al investigar de alguna manera nos enamoramos de la figura del policía y la policía y encontramos estos dos personajes que son tan… tan complejos y tan… tan mexicanos».
7 prisioneros, de Alexandre Moratto, tampoco se aleja a la realidad de un Brasil lejos de bullicio de los carnavales. El director muestra un crudo relato sobre la esclavización actual a la que muchas personas están expuestas en la búsqueda por mejorar su futuro ante la falta de oportunidades en un país desigual.
«Pienso que el aspecto social de Latinoamérica en el cine está ahí en la cultura y pienso que es lo que dice Héctor Babenco, ‘tan solo con encender la cámara estás de inmediato captando algo que de verdad no ves en ninguna otra parte del mundo’ y también lo veo en otras películas latinoamericanas», señaló Moratto, quien presenta su segundo largometraje.
Para Claudia Llosa, que ha sido reconocida a nivel mundial por cintas como La teta asustada (2009), el punto de encuentro entre países como México, Peru y Brasil radica en un sentimiento en común.
«Siento que estamos conectados, unidos o ligados por el sentimiento de una experiencia de ser latinoamericanos y eso parcialmente, incluye la cultura, también una experiencia política y, probablemente, sea la forma en que entendemos el humor, en que entendemos una especie de pensamiento mágico del que yo, nosotros estamos rodeados en nuestra vida diaria, ¿saben? y eso tiene un impacto en nuestros rituales, nuestras canciones, la forma en que entendemos la amistad, las relaciones».
De esta misma de la que habla Claudia Llosa está conformada Distancia de rescate, su última cinta protagonizada por María Valverde y Dolores Fonzi, un drama viaja por el realismo mágico que Latinoamérica ha hecho tan suyo.
DEL STREAMING PARA EL MUNDO
Distancia de rescate, 7 prisioneros y Una película de policías ya son parte del catálogo de Netflix. Tres historias tan diferentes, pero tan cercanas a la vez por ser una entrega de un pedazo de Latinoamérica.
En el caso de Una película de policías, Ruizpalacios dio la vuelta a festivales donde fue reconocida, como con el Oso de Plata en Berlín. El filme tuvo un breve paso por salas para pasar a streaming que la ha acogido para verse en todo el mundo, algo que el director interpreta como una «espada de doble filo».
«A mí me encanta ver cine en la gran pantalla y acabamos de estrenar mi película aquí en San Francisco y es, ¿saben?, para mí es una diferencia enorme ver una película en pantalla de cine, hay una cantidad de… es un ritual en el que inviertes tiempo y energía, y también es una experiencia compartida y todo eso. Pienso que nunca va a desaparecer, pero, al mismo tiempo, vivimos en estos tiempos y pienso que el streaming puede ser también una bendición y el que mucha gente vea tu película a la vez. Sí, pienso que la clave es que no debemos ver a una como el reemplazo de la otra. Pienso que, a veces, cometemos ese error, al pensar que el streaming va a matar el cine y no creo que sea el caso.
Alexandre Moratto ve la llegada de películas a plataformas streaming con más optimismo:
«Para mí, más diversidad en los directores creo que significa crear más espacios para los directores. Es decir, no sé cómo sería mi carrera, a pesar de que es bastante incipiente, no sabría cómo sería de no haber sido por el streaming… […] también como alguien que trabajó mucho tiempo con gente de clase trabajadora y de comunidades con bajos ingresos en Brasil, para muchas de estas personas la única forma de ver películas es a través de Netflix y plataformas de streaming, así que creo que es una solución magnífica para mucha gente que normalmente no podría permitirse el acceso o el privilegio de pagar una entrada de cine y sentarse en una sala y ver la película».
Una de las ventajas que ha demostrada el streaming es justo la que señalan los cineastas, la que sus películas puedan llegar a un público cada vez mayor, diverso y hasta extranjero, puesto que tal vez de otra manera sólo lo hubieran hecho a un sector pequeño que acude y está al pendiente de los festivales de cine que son los que llevan estas cintas a otras partes.
«Espero que el público vea más películas en versión original, en español o portugués. Y cuanto más podamos compartirnos, celebrarnos unos con otros, juntarnos como ahora, ¿saben? Creo que es una experiencia que van a disfrutar. ¡Vi las dos películas y exploté! Y esto es lo que deseo y estoy segura de que ocurra en adelante con Netflix, va a llegar a más público», comenta Claudia Llosa.