Los ingresos de las mujeres son menores que los de los hombres en las instituciones públicas de educación, ciencia y tecnología, de acuerdo con un análisis realizado por el IMCO sobre la brecha de género en la ciencia.
Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).– La ciencia en México, que ha estado bajo escrutinio en los últimos meses, es uno de los sectores donde también persiste la brecha de género: sólo 35 por ciento de las direcciones generales de educación, ciencia y tecnología cuentan con una mujer al frente y en ocasiones sus ingresos son menores a los de sus pares hombres, de acuerdo con el más reciente informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En su análisis el IMCO sistematizó y analizó el puesto y nivel de ingresos de más de 300 mil personas que trabajan en las instituciones públicas de educación, ciencia y tecnología para identificar las principales brechas de género. Entre los principales hallazgos encontraron que:
1. Las mujeres en los sectores de educación, ciencia y tecnología están subrepresentadas en los puestos directivos. Por ejemplo, 20 de 54 instituciones de educación, ciencia y tecnología, como centros de investigación y universidades, son dirigidas por una mujer. Aunque esta proporción dista de la paridad, es superior al resto de la Administración Pública Federal, donde solo 24 por ciento de las instituciones cuentan con una mujer al frente.
En los cargos de mando medio, 39 por ciento de los puestos, que incluyen direcciones y subdirecciones de área, así como jefaturas de departamento, es ocupado por una mujer. La dirección general adjunta es el puesto con menor proporción de mujeres, ya que 29 por ciento está ocupado por mujeres.
En el nivel administrativo y operativo detectó que seis de cada 10 puestos de enlace, último nivel en la estructura federal, son ocupados por mujeres.
De acuerdo con el IMCO, existen contrastes entre instituciones, mientras que en la Secretaría de Educación Pública (SEP) solo 24 por ciento de los puestos de mando superior es encabezado por una mujer, en el Conacyt esta cifra asciende a 54 por ciento.
Otro ejemplo es en la Universidad Abierta y a Distancia de México (UNAD), donde el 67 por ciento de los puestos de mando medio corresponde a una mujer. La participación cae a 20 por ciento en la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte.
2. El IMCO detectó que los ingresos de las mujeres son menores que los ingresos de los hombres en las instituciones públicas de educación, ciencia y tecnología.
«La baja proporción de mujeres en los puestos de mayor jerarquía e ingreso impacta en la brecha salarial. El Gobierno federal cuenta con un tabulador de sueldos, pero este solo limita las diferencias de ingresos en el mismo nivel de puesto», detalla el estudio.
Aunque la UNAD es la institución con mayor proporción de mujeres en puestos de titularidad media, el ingreso promedio de las mujeres es 22 por ciento menor que el de los hombres.
Una investigación de la Unidad de Datos de SinEmbargo reveló que en México, una mujer tendrá un ingreso trimestral de 56 mil 772 pesos en promedio, si tiene un posgrado; mientras que el ingreso de un hombre, con la misma preparación, será de 81 mil 832 pesos.
Esa es la brecha salarial de género, un problema por el que todas las mujeres del mundo atraviesan. Los datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), muestran que en el sector con más preparación hay una distancia de 30 por ciento en el salario.
En el caso del Gobierno federal, el IMCO propone reducir las brechas de género y lograr una mayor representación de mujeres en los puestos directivos permite reconocer y considerar las necesidades diferenciadas de las mujeres, niñas y jóvenes para mejorar el acceso, permanencia y promoción de ellas en el mercado laboral y los sectores de educación, ciencia y tecnología.
Entre las medidas recomendadas están publicar el nivel de puesto y sexo de cada persona servidora pública para generar indicadores de género más precisos y actualizados con base en los registros de nómina y ampliar el número de convocatorias abiertas para los puestos de direcciones generales y de mando medio, niveles con menor participación de mujeres.