Los pobladores no dejaron que el equipo médico administrará las vacunas contra la COVID-19 y agredieron al personal de salud y a los vehículos en los que se transportaban; además, destruyeron los envases de biológicos.
Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).- Tres brigadas del centro de salud de Alta Verapaz partieron con el objetivo de administrar la vacuna contra la COVID-19 a pobladores de una comunidad de Guatemala, sin embargo, fueron retenidos y agredidos física y verbalmente antes de llegar a su destino.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Salud de Guatemala dio a conocer el acto de violencia y que las brigadas salieron hacia la comunidad de Semuy Sincheu para aplicar los biológicos como parte del Plan Nacional de Vacunación, pero no pudieron llegar.
Los pobladores de las seis comunidades se organizador previo a la llegada del personal médico con el propósito de retenerlos, debido a que no estaban de acuerdo en recibir la dosis ni en que los habitantes de sus aldeas fueran vacunados.
Acto seguido, llevaron a cabo los actos de violencia, iniciaron con la agresión verbal y violencia física, luego atacaron las llantas de los vehículos que los transportaban y de igual manera agresiva destruyeron los envases que contenían las dosis que se utilizarían para inmunizar a los pobladores.
La comunidad de Maguilá amenazó con aplicarle al personal de salud las cinco dosis que conforman los frascos de las farmacéuticas AstraZeneca y Moderna, sin embargo, posteriormente optaron por desechar las vacunas, ya que esa acción evitaría que fueran utilizados para el beneficio de otras personas.
«Arrojaron los viales al suelo y los quebraron hasta con piedras», expresó el personal de salud.
Además, sin autorización tomaron el medicamento que era trasladado para la comunidad de Semuy.
Luego de asegurarse de tener a salvo al equipo médico, las autoridades de salud del área, como el Gobernador departamental, llegaron a un acuerdo a través de un acta administrativa que garantiza la seguridad de las personas agredidas; además, los pobladores explicaron que el personal de salud no tendría permisos para promocionar la vacunación en ese territorio.
También se celebró una reunión para determinar las acciones para garantizar la seguridad del personal.
«Teníamos mucho miedo, pues nunca nos había tocado vivir algo igual. Nosotros cumplimos con nuestro deber. Es nuestro trabajo, pero nos tocó vivir esto que es lamentable. Intentamos explicar de diversa maneras que la vacunación es voluntaria y que nosotros no queríamos obligar a nadie, aún así no nos dejaron ir», comentó el equipo de Alta Verapaz.
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social rechazó los actos de violencia y garantizó que se tomarán las acciones correspondientes para que estos actos delictivos sean tratados conforme la ley.
Guatemala ha reportado casi 575 mil contagios por COVID-19 y alrededor de 13 mil 938 fallecidos, con cuatro millones 763 mil 912 personas que cuentan con la primera dosis anticovid y dos millones 714 mil 813 tienen el esquema completo.