Antes era más sencillo: el Cartel del Golfo y sus antecesores mantuvieron el control de Tamaulipas durante ocho décadas.
Por Chris Dalby
Ciudad de México, 7 de octubre (InSight Crime).–En la década de 1930, Juan Nepomuceno Guerra contrabandeó whisky por el Río Grande durante la era de la prohibición. Pronto llegó a controlar todos los tipos de contrabando, mediante conexiones políticas en ambos lados de la frontera. En la década de 1980, el negocio ya estaba formalizado por el Cartel del Golfo (CDG). Desde fiscales federales hasta agentes fronterizos y policías, todos respondían al líder del grupo, Juan García Abrego, sobrino de Nepomuceno Guerra. García Abrego fue el primer narcotraficante mexicano en ser incluido en la lista de los diez más buscados del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en 1985.
Este fue el nacimiento de los carteles fronterizos entre Estados Unidos y México.
Pero aquello no pudo continuar así.
En los años 90, Los Zetas, un grupo estilo paramilitar conformado por exintegrantes de las fuerzas especiales mexicanas, fueron contratados para proteger a los líderes del CDG. La historia de cómo Los Zetas aumentaron en número e influencia hasta superar al CDG, la consecuente guerra y su impacto continuo en la violencia en México hasta la actualidad, ha sido bien documentada.
La traición de Los Zetas dio comienzo a una serie de unidades creadas como guardaespaldas o ejecutores que intentaban suplantar a sus propios líderes. Bajo el mando de la familia Cárdenas Guillén, que dirigía el CDG y había reclutado a Los Zetas, en Tamaulipas se crearon diferentes “unidades”, supuestamente para proteger a líderes o ciudades específicas. Por ejemplo, los Metros en Reynosa, y los Rojos en Camargo y Mier. Años después surgieron los Ciclones en Matamoros. Los Escorpiones eran la guardia privada de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta”. Después de que «Tony Tormenta» fue asesinado en 2010, los Escorpiones se replegaron en Matamoros y actualmente están aliados con los Ciclones.
Con el tiempo, Los Zetas también se subdividieron, lo que empeoró la fragmentación de la criminalidad en México. Sin embargo, han tenido menos subgrupos; los principales son los Zetas Vieja Escuela y el Cartel del Noreste.
Estos nombres continúan aterrorizando a Tamaulipas hasta el día de hoy, enfrascados en un ciclo de alianzas endebles y traiciones internas por el control de lo que queda del Cartel del Golfo (CDG). Hay zonas de Tamaulipas que parecen tranquilas por un tiempo, pero vuelven a caer en épocas de violencia. Como el mito de Sísifo, los intentos por detener la violencia resultan inútiles, y continúan los informes según los cuales las fuerzas de seguridad arrestan al líder de una facción o disparan contra un comandante de la otra.
En los últimos meses, Tamaulipas ha estado lidiando con las secuelas de una masacre que ocurrió en junio y en la que murieron 19 personas en la ciudad de Reynosa. Los hechos han sido confusos. Los asesinatos fueron presuntamente cometidos por los Ciclones y los Escorpiones para expulsar a los Metros. Uno de los presuntos responsables de la masacre fue hallado muerto. El líder de los Metros fue detenido por la policía, rescatado de manera espectacular por un comando de sus hombres, y encontrado muerto semanas después. Posteriormente, todas las facciones rivales del CDG incluso pactaron una tregua en julio de 2021.
A continuación, InSight Crime describe el estado actual de los principales actores en el conflicto de Tamaulipas:
FRACCIONES DEL CDG: ESCORPIONES Y CICLONES
Los Ciclones son la facción del CDG con base en Matamoros. Han librado una larga batalla con los Metros en Reynosa, donde ambos bandos se han estado atacando mutuamente desde por lo menos 2015. Los Ciclones obtienen gran parte de su influencia a partir del control que ejercen sobre el cruce fronterizo entre Matamoros y Brownsville, Texas, por el cual, según Borderland Beat, hay un flujo de drogas, armas y bienes de contrabando. Después de un estallido de violencia en 2015, los Ciclones al parecer estuvieron apaciguados hasta 2021, cuando efectuaron un ataque en Reynosa, apoyados por los Escorpiones. Cinco presuntos miembros de esta alianza han sido acusados de llevar a cabo los asesinatos de Reynosa.
Los Ciclones también están involucrados en una guerra con el Cartel del Noreste, un grupo escindido de Los Zetas, por los municipios de San Fernando, El Mante, Ocampo, Méndez, San Carlos y Ciudad Tula.
Los Escorpiones fueron fundados después de una riña entre dos de los principales líderes del CDG, Osiel Cárdenas Guillén y su hermano, Antonio Ezequiel. Creados para hacer frente a Los Zetas fundados por Osiel, estaban conformados por antiguos miembros de la policía y el Ejército, y desde el principio se destacaron por su brutalidad y por el uso de tácticas militares. Se cree que el grupo se disolvió después de la muerte de Antonio Ezequiel en 2010. Sin embargo, en 2015, en Matamoros y Tampico surgió una facción del CDG que se hace llamar Grupo Escorpiones. Estos mantuvieron sus conexiones con la policía, pues su líder era el exdirector de la policía de Madero, una ciudad de Tamaulipas, hasta que también fue asesinado.
Hoy en día, los Escorpiones actúan en connivencia con los Ciclones. Algunos analistas se refieren a los Escorpiones como el brazo armado de los Ciclones, y los ven como una sola amenaza criminal. Su base está en Matamoros, pero los mensajes que dejan junto a los cuerpos confirman que tienen presencia en gran parte de Tamaulipas. La masacre de junio, atribuida a los dos grupos, determinó el punto más álgido de un largo y prolongado conflicto con los Metros, el brazo del CDG en Reynosa. Este conflicto se ha centrado en el control del puente Pharr-Reynosa, una vía esencial para el narcotráfico entre Tamaulipas y Texas.
Sin embargo, una ráfaga de atención a nivel nacional y el aumento de las operaciones militares en Tamaulipas parecen haber contribuido a una tregua entre los Escorpiones, los Ciclones, los Metros y los Rojos.
LOS METROS
Si bien los Metros fueron creados en Matamoros por Osiel Cárdenas Guillén en la década de 1990, su base de poder ahora está consolidada en Reynosa y a lo largo de la frontera norte de Tamaulipas, en las ciudades de Camargo, Mier y Miguel Alemán. Este control ha sobrevivido a varias rivalidades, ya que los Metros han estado en el centro de la continua fragmentación del CDG. Primero, después de la muerte y el arresto de varios miembros de la familia Cárdenas Guillén, los Metros se pusieron del lado de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, quien asumió gran parte del control del cartel. Los Rojos, una facción rival que apoyaba al clan Cárdenas Guillén, fueron expulsados de la zona fronteriza hacia el sur de Tamaulipas en 2011.
En 2021, los Metros fueron blanco de una campaña de violencia por parte de los Ciclones y los Escorpiones, lo que parece apuntar al asesinato de 19 personas en Reynosa en junio pasado. Los Metros firmaron una tregua con los Ciclones, los Escorpiones y los Rojos en julio de 2021, pero el presunto líder de los Metros, José Alfredo Hernández Campos, alias Comandante Calamardo, fue hallado muerto en el mes de septiembre.
Los Metros también se han enfrentado con el Cartel del Noreste por el control de pequeños municipios entre Reynosa y Nuevo Laredo. Sin embargo, estos parecen estar ahora en manos del Cartel del Noreste.
LOS ROJOS
En la división entre los Metros y los Rojos en 2011, a estos últimos no les fue muy bien. Si bien se originaron a partir de la familia Cárdenas Guillén, actualmente controlan menos territorio que sus rivales en Tamaulipas. Su base de poder se encuentra en el sur del estado, a lo largo de la frontera con Veracruz, y se centra en Altamira, Ciudad Madero y, lo más importante, Tampico.
Han protagonizado actos de violencia de manera esporádica, pero al parecer se han mantenido al margen de la violencia reciente centrada en Reynosa. Hicieron parte de la tregua del Cartel del Golfo en julio de 2021.
LOS PANTERAS
Últimamente se ha informado poco sobre los Panteras, una división más pequeña del CDG ubicada en el sureste de Tamaulipas. Fueron conformados y liderados por Eleno Salazar Flores, alias “Pantera 6”, y también estaban integrados por expolicías, que son utilizados principalmente para cometer asesinatos.
El grupo se aplacó tras el arresto de Salazar Flores en 2014. Su área de control abarca actualmente los municipios de Abasolo, Soto la Marina, Aldama y González. Estos forman un corredor crucial para el movimiento de drogas desde Veracruz hasta la frontera. Dado que se han reportado pocos brotes de violencia en la zona, se puede suponer que los Panteras mantienen una colaboración neutral con otras facciones del CDG en el estado.
GRUPOD ESCINDIDOS DE LOS ZETAS: CARTEL DEL NOROESTE
La legitimidad del Cartel del Noreste (CDN) como herederos de Los Zetas es innegable. Cuando el fundador de Los Zetas, Omar Treviño Morales, alias “Z-42”, fue capturado en 2015, su hermano Juan Francisco no tardó en aprovechar la oportunidad. El Cartel del Noreste, si bien es de reciente creación, se ha convertido en una de las principales amenazas criminales de México, con presencia en estados clave del norte y centro de México, donde se enfrenta contra grandes enemigos, entre ellos el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Pero el núcleo del poder y las ganancias del Cartel del Noreste proviene de su control de Nuevo Laredo, un cruce clave hacia Estados Unidos, donde regularmente se incautan enormes cantidades de drogas. Al sureste, tiene presencia en Mier, Camargo y Ciudad Alemán, donde ha competido con los Metros.
El brazo armado del CDN, conocido como Tropa del Infierno, se dio a conocer en 2019 y 2020 por una serie de ataques violentos contra el CJNG y por varios enfrentamientos con las autoridades.
Sin embargo, llamar tanto la atención no ha sido beneficioso. En 2021, las fuerzas de seguridad mexicanas han dado duros golpes al CDN, tras matar a varios de sus integrantes y arrestar al líder de la Tropa del Infierno, en el mes de agosto.
Es probable además que ahora esté bajo la presión de facciones más unidas del CDG, que pactaron una tregua en julio y pueden tomar la decisión de enfrentarse a un enemigo común, el CDN.
LOS ZETAS VIEJA ESCUELA
Si bien ninguno de los grupos escindidos de Los Zetas puede competir en número y agresividad con la organización original, Los Zetas Vieja Escuela han intentado hacerlo. Comenzaron con una base en el norte de Veracruz y se han extendido gradualmente por gran parte del centro y este de México en los últimos años, con operaciones en Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y Quintana Roo.
Pero uno de sus principales objetivos, al igual que sus rivales del CDG, ha sido el control de las ciudades fronterizas de Tamaulipas. Los Zetas Vieja Escuela han estado operando en los municipios de Río Bravo, Valle Hermoso y San Fernando, todos a un paso de la costa del Pacífico desde su sede en Veracruz.
Hasta la fecha, su presencia en Tamaulipas ha sido discreta en comparación con la de sus rivales. El Cartel del Noreste, otro grupo escindido de Los Zetas, ha sido más proactivo en la división del territorio en el extremo norte de Tamaulipas, especialmente en Nuevo Laredo.
Sin embargo, esto podría cambiar, ya que parece que los Zetas Vieja Escuela quizá cruzaron la línea para aliarse con los Ciclones y enfrentar al Cartel del Noreste.
No se sabe de qué manera los Zetas Vieja Escuela se verán afectados por la tregua entre los grupos escindidos del CDG, que también parecen enfocados en derrocar al Cartel del Noreste.