El Gobierno de Estados Unidos ha sido muy criticado por el trato proporcionado a los migrantes haitianos, sobre todo cuando hombres a caballo los acorralaron violentamente mientras pedían asilo.
Por Evens Sanon
Puerto Príncipe, Haití, 1 de octubre (AP).— Un alto funcionario estadounidense se disculpó el viernes por el trato que recibieron migrantes haitianos en la frontera entre Estados Unidos y México, afirmando que esa no es la forma en que se comportan los agentes fronterizos ni el Departamento de Seguridad Nacional.
Los comentarios de Juan González, director principal del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, se produjeron durante una visita oficial de dos días a Haití para hablar con los funcionarios locales sobre la migración y otros temas.
“Quiero decir que fue una injusticia, que estuvo mal”, declaró. “El noble pueblo de Haití y cualquier migrante merecen ser tratados con dignidad”.
El Gobierno de Estados Unidos fue criticado recientemente por su trato a los migrantes haitianos, con imágenes que mostraban a hombres a caballo, acorralando a los migrantes haitianos que viajaron a la zona para solicitar asilo.
González fue acompañado en la visita por el subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, mientras continuaban las expulsiones de haitianos desde Estados Unidos a su tierra natal. Desde el 19 de septiembre, Estados Unidos ha expulsado a unos 4 mil 600 migrantes haitianos de Del Rio, Texas, en un total de 43 vuelos, según el Departamento de Seguridad Nacional.
González argumentó que la reunión masiva de migrantes a lo largo de la frontera se convirtió en una emergencia de salud pública y advirtió a quienes estén pensando en ir allí que no arriesguen sus vidas.
“El peligro es demasiado grande”, dijo.
Previamente, González y Nichols se reunieron el miércoles con haitiano-estadounidenses y cubano-estadounidenses en Miami y el jueves con el Primer Ministro haitiano Ariel Henry, miembros de la sociedad civil y líderes políticos en Haití para hablar sobre migración, seguridad pública, la pandemia y los esfuerzos para ayudar a los damnificados por el terremoto de 7.2 que asoló la región sur del país a mediados de agosto.