A pesar de que los talibanes han dicho que su Gobierno ahora sería más suave que durante su período anterior, han habido numerosos informes de duras represiones desde que tomaron el poder de la nación en agosto, incluida la detención y el asalto de periodistas, y el uso de látigos contra las mujeres que participan en protestas.
Hermand, 27 de septiembre (AP/SinEmbargo).– Los barberos de la provincia de Helmand en Afganistán ahora tienen prohibido afeitar la barba de los hombres y tocar música en sus tiendas, según un comunicado emitido por el Departamento de Virtudes y Vicios liderado por los talibanes de la provincia.
Las nuevas regulaciones marcan la última de una serie de restricciones impuestas al pueblo de Afganistán basadas en la estricta interpretación de los talibanes de la ley islámica Sharia. “Se les informa con urgencia que a partir de hoy está estrictamente prohibido afeitarse la barba y tocar música en peluquerías y baños públicos”, dijo la autoridad local el domingo en un comunicado.
“Si se descubre que alguna peluquería o baño público le ha afeitado la barba a alguien o ha tocado música, se le tratará de acuerdo con los principios de la Sharia y no tendrá derecho a quejarse”, agrega el comunicado.
Si bien los talibanes han dicho que su Gobierno sería más suave que durante su período anterior, ha habido numerosos informes de duras represiones desde que tomaron el poder de la nación en agosto, incluida la detención y el asalto de periodistas, y el uso de látigos contra las mujeres que participan en protestas. También se ha hecho común el ahorcamiento público de presuntos delincuentes.
El grupo tampoco ha permitido que las niñas y mujeres afganas reanuden la educación secundaria, a pesar de haber prometido que se permitiría estudiar a las estudiantes. Los niños afganos ya han sido llamados a regresar a la escuela.
TIERRA DE ABUSOS
Y es que el pueblo afgano ha sido víctima de abusos de un lado y de otro. Apenas este lunes se dio a conocer en La Haya que el Fiscal jefe de la Corte Penal Internacional pidió a los jueces del tribunal que autoricen con urgencia las investigaciones sobre crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Afganistán. Con los nuevos gobernantes talibanes del país, señaló, “ya no existe la perspectiva de investigaciones nacionales genuinas y efectivas” en Afganistán.
Los jueces del tribunal internacional dieron luz verde en marzo del año pasado a una investigación de la predecesora de Karim Khan, Fatou Bensouda. El caso abarca delitos supuestamente cometidos por fuerzas del Gobierno afgano, el Talibán, tropas estadounidenses y agentes extranjeros de inteligencia a partir de 2002.
La decisión de investigar a estadounidenses hizo que el Gobierno del expresidente de Estados Unidos Donald Trump impusiera sanciones sobre Bensouda, que dejó el cargo en verano al terminar su mandato de nueve años.
La investigación quedó suspendida después de que las autoridades afganas pidieran asumir el caso. La CPI es un tribunal de último recurso, establecido en 2002 para procesar supuestas atrocidades en países que no pueden o no quieren llevar a los responsables ante la justicia.
En un comunicado el lunes, Khan dijo que ahora tiene previsto centrarse en los delitos cometidos por el Talibán y la filial afgana de Estado Islámico, y añadió que “despriorizará” otros aspectos de la investigación.
“La gravedad, escala y naturaleza de los supuestos crímenes del Talibán y Estado Islámico, que incluyen acusaciones de ataques indiscriminados contra civiles, ejecuciones extrajudiciales, persecución de mujeres y niñas, crímenes contra menores y otros crímenes que afectan a la población civil en su conjunto, exigen énfasis y recursos apropiados de mi oficina, si queremos construir casos creíbles capaces de demostrarse más allá de la duda razonable ante el tribunal”, dijo Khan.