Aunque la estatura la heredamos de nuestros padres, hay otros factores que intervienen para que un individuo alcance su altura máxima como el entorno y la alimentación, afirmó una investigadora de la UNAM.
Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).- Una investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirmó que la población indígena del México de hace dos siglos tenía una estatura más baja que la actual.
María Elena Sáenz Faulhaber, investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, explicó que, aunque es difícil establecer cuánto medían los mexicanos en ese tiempo, se sabe que la población del norte siempre ha sido más alta que la del sur.
Agregó que los habitantes de estados como Yucatán, Oaxaca o Chiapas siempre, desde la antigüedad y hasta hoy, han tenido las estaturas más bajas del territorio mexicano. «Dependiendo de la región de la que se trate, vamos a encontrar distintas dimensiones corporales», comentó
Sáenz Faulhaber también enfatizó que incluso antes de la llegada de los españoles «Mesoamérica era un mundo plural y con la Conquista esa pluralidad se potenció».
La investigadora comentó que la estatura la heredamos de nuestros padres, sin embargo, hay otros factores que intervienen para que un individuo alcance su altura máxima como el entorno y la alimentación.
En este sentido, ahondó que, con base en cálculos «muy subjetivos», los expertos han estimado que la diferencia de estatura entre la población indígena de hace dos siglos y la población actual es de aproximadamente 10 centímetros, lo que también dependerá de la región, pues en el norte son de ocho a 10 centímetros más altos que en el sur.
Respecto al mestizaje, afirmó que este contribuyó a que poco a poco los mexicanos fuera aumentado su estatura, aunque se debe tomar en cuenta, añadió, que los españoles que nos colonizaron «no era de las poblaciones más altas en Europa. Hasta la fecha lo es la del norte del viejo continente”.
Esta mezcla de genes se unió al cambio de condiciones socio-económicas y alimentarias, como la higiene, la nutrición, entre otras, para que se diera un aumento de la estatura, que no obstante, no va «más allá», pero que aún no ha llegado a su límite.
«En México nos falta mucho, porque las condiciones sanitarias y de alimentación no son las óptimas para toda la población», reiteró Sáenz Faulhaber, y recordó que gran parte de la población indígena de nuestro país poseen condiciones mínimas para sobrevivir.
La experta afirmó que más allá del factor genético, «las condiciones ambientales, de salud y alimentación» son factores claves para determinar la estatura de un individuo, cualidad que a su vez dice mucho de la salud de una persona.