Los resultados del estudio mostraron que las telas de algodón y de toalla de tres capas fueron las más eficaces para bloquear los aerosoles.
Madrid, 15 de septiembre (Europa Press).- Dado que la propagación del virus causante de la COVID-19 continúa, los expertos recomiendan utilizar mascarillas caseras cuando no se disponga de mascarillas quirúrgicas o N95 para evitar la propagación de la pandemia. Aunque estas mascarillas improvisadas son más económicas y accesibles en los países de pocos ingresos, la eficacia de las mascarillas de tela no se ha estudiado en profundidad.
Investigadores del Instituto de Ciencias de la India han estudiado el destino de gotas simuladas de tos de gran tamaño a diferentes velocidades, desde leves a graves, mientras utilizaban como mascarillas diversos tejidos adquiridos localmente y han comprobado que las mascarillas caseras funcionan pero su eficacia varía en función de su elaboración. Las de tejido de toalla de algodón de tres capas son las más eficaces para bloquear el virus en aerosol, según publican en la revista Physics of Fluids.
«Nuestros resultados muestran que las telas de algodón y de toalla fueron las más eficaces entre las consideradas y que deben coserse en varias capas para fabricar mascarillas caseras –afirma el autor Saptarshi Basu–. Se recomienda una mascarilla casera de tres o más capas, ya que puede suprimir la aerosolización de forma significativa».
Los investigadores analizaron el efecto del lavado en la eficacia de la mascarilla, y los resultados mostraron una influencia insignificante del lavado durante hasta 70 ciclos de lavado.
Utilizando un dispensador de gotas basado en un sistema piezoeléctrico, los investigadores crearon gotas de tos sustitutos que impactaron en una sola capa de diferentes muestras de tejido a diferentes velocidades. Los tejidos utilizados en la investigación incluían capas individuales de estola de verano, pañuelo, toalla de algodón y mascarillas quirúrgicas.
Los materiales de tela de algodón específicos se seleccionaron en función de su uso diario y de la propensión de las personas a cubrirse la cara con estos materiales de tela. Los investigadores utilizaron imágenes de alta velocidad para cuantificar el umbral de penetración y la cantidad de gotas que penetran a diferentes velocidades.
Los investigadores observaron cómo las propiedades del tejido, como el tamaño de los poros y la porosidad, influyen en la penetración de las gotas a través de la mascarilla.
Resaltan que los resultados son relevantes para muchos grupos, incluidos los responsables políticos que investigan cómo contrarrestar la generación de aerosoles a través de la atomización secundaria de las gotas de tos al penetrar en el tejido de la mascarilla. Para los fabricantes de mascarillas y la población en general, es útil saber que las mascarillas N95 y quirúrgicas son las más eficaces, pero cuando no se dispone de ellas, apuntan que algunos materiales de algodón específicos o tejidos caseros son adecuados para crear mascarillas improvisadas eficaces.
Los hallazgos también podrían aplicarse a aplicaciones que van desde la agricultura hasta las prácticas médicas, donde la colocación de una malla metálica o quizás una malla de celulosa de ingeniería de porosidad variable puede reducir el impulso de la pulverización entrante desde una boquilla, asegurando así la propagación óptima de nutrientes o pesticidas a los cultivos o una mejor desinfección en el hospital.