Las mantis religiosas son llamadas así por la forma peculiar de sus patas delanteras, que están dobladas y unidas en un ángulo que sugiere la posición de la oración.
Ciudad de México, 10 de septiembre (SinEmbargo).– El fotógrafo de vida salvaje Pang Way se especializa en pequeños bichos que normalmente no nos llaman la atención. Son tan pequeños que pasamos junto a ellos sin siquiera darnos cuenta.
Way, sin embargo, ha puesto énfasis en las mantis y mantis religiosas. Recibieron este nombre por sus prominentes patas delanteras, que están dobladas y unidas en un ángulo que sugiere la posición de la oración. Estos insectos son grandes depredadores formidables. Tienen cabezas triangulares colocadas sobre un cuello largo o un tórax alargado.
Las mantis pueden girar la cabeza 180 grados para escanear el área con dos ojos compuestos y otros tres ojos simples ubicados entre ellos. Típicamente verdes o marrones o camufladas a su entorno, las mantis tienden una emboscada o acechan pacientemente a su presa. Usan sus patas delanteras con reflejos tan rápidos que son difíciles de detectar a simple vista. Sus patas están además equipadas con púas para atrapar presas y sujetarlas en su lugar.
Pan Way es un verdadero artista. Las fotos que ha tomado nos hablan de la belleza en un animal que muchas veces despreciamos o al que le tenemos miedo porque también se comen a otros de su propia especie. Lo que realmente destaca es el comportamiento de apareamiento de la hembra adulta, que a veces se come a su pareja justo después, o incluso durante el apareamiento. Pero, en su defensa, son los machos los que se acercan a ella.
La siguiente selección de fotos son de la cuenta de Instagram de Pang Way. Vale la pena visitarlo porque captura, además, la belleza de otras especies, unas más grandes como cocodrilos o medianas como ranas.