El certamen cinematográfico internacional más antiguo del mundo tiene lugar en el Lido, una isla alargada que separa a la ciudad de los canales del mar Adriático, en concreto en su Palacio del Cine, que hoy era un hormiguero de operarios que daban los últimos retoques.
Por Gonzalo Sánchez
Venecia (Italia), 31 de agosto (EFE).- «Disculpe, ¿puede mostrarme el certificado sanitario?». Esta era hoy la pregunta más repetida en el Festival de Venecia, que se ha encomendado al documento de la vacunación de la COVID-19 para abrir mañana su 78 edición, la segunda de la pandemia, pero con más alegría que la del 2020.
La Mostra presume de ser un bastión de cine en tiempos del virus y se llevará a cabo de nuevo, como ya ocurriera el pasado año, con una situación sanitaria mucho más preocupante que obligó a suspender algunos de sus más directos competidores, como Cannes.
Pero algo ha cambiado en los últimos doce meses: la campaña de vacunación implementada desde finales de diciembre en Italia y toda Europa.
LOS ÚLTIMOS PREPARATIVOS
El certamen cinematográfico internacional más antiguo del mundo tiene lugar en el Lido, una isla alargada que separa a la ciudad de los canales del mar Adriático, en concreto en su Palacio del Cine, que hoy era un hormiguero de operarios que daban los últimos retoques.
La zona debe deslumbrar desde mañana, cuando empezarán once días en los que pasarán por su alfombra roja muchas estrellas que se quedaron en casa en la deslucida edición de 2020. Los primeros serán Pedro Almodóvar y el reparto de Madres Paralelas, la cinta con la que aspira al León de Oro, protagonizada por Penélope Cruz, Milena Smit, Aitana Sánchez-Gijón e Israel Elejalde.
El Palacio del Cine, un edificio blanco de líneas rectas erigido en época fascista, en 1932, ya ha desplegado la moqueta, en su azotea ondean con la brisa del mar las banderas de todos los países que pasarán por el Lido y se han colocado adelfas y otras plantas.
Mientras, varias grúas van y vienen cargadas con las verjas que desde mañana delimitarán los accesos a las proyecciones, organizadas en sesiones maratonianas de cine de la mañana a la noche.
EL MURO «ANTIFANS» SE QUEDA
El pasado año la Mostra tuvo una nota triste, por definirlo de alguna manera: el muro «antifans», una barricada de varios metros de altura dirigida a evitar las aglomeraciones de seguidores ante la alfombra roja y reducir así las posibilidades de contagio.
Y este se ha vuelto a levantar, pues nadie ignora el maremoto que podría ocasionar la presencia por ejemplo de actores como Timothée Chalamet, la joven promesa de Hollywood que llevará a Venecia la adaptación de la saga Dune dirigida por Denis Villeneuve.
MÁS CONTROLES ANTICOVID EN EL AÑO II
De un año a otro los controles contra el virus no han perdido fuelle en Venecia, sino que se han perfeccionado. El año pasado la prensa acreditada debía presentar una prueba negativa, pero ahora lo que se pide es el certificado sanitario.
Se trata de un documento que en Italia es obligatorio para entrar en cualquier cine y que atestigua tres supuestos: que una persona ha sido vacunada con fármacos aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, que se ha pasado la enfermedad o que se cuenta con un test negativo diario realizado al menos 48 horas antes de llegar.
Además, en los aledaños del Casino del Lido, que alberga la sala para la prensa, o del Hotel Excelsior, donde se alojan muchas de las estrellas, se han instalado por primera vez varios centros donde la Cruz Roja realizará test covid de pago todos los días.
MÁS BRILLO
Cuestiones sanitarias aparte, Venecia quiere recuperar el lustre y este martes la ceremonia de preapertura estuvo arropada por algunas estrellas italianas, como la actriz Alba Rohrwache, los cineastas Paolo Sorrentino y Maggie Gyllenhaal (The Lost Daughter), que aspiran al León de Oro, o el actor Toni Servillo.
En estas vísperas, en las calles del Lido además se respira más vida, más barullo, para alegría de los hosteleros, y es casi imposible encontrar una mesa en la que cenar, mientras que en las terrazas empiezan a verse los «spritz», el cóctel típico del Véneto.
Se abren ahora once días en los que el Festival decano exhibirá las nuevas propuestas del cine mundial, cada vez más convertido en antesala de los Óscar, como demuestran algunos de sus estrenos de los últimos años, Roma (2018), Joker (2019) o Nomadland (2020).
Para demostrar que, con o sin virus, la Mostra resiste.