La prensa oficial china ha persistido este mes en que los primeros brotes de COVID se pudieron haber producido en otros países, entre ellos España, Italia y Francia, aparte de acusar a las mencionadas instalaciones estadounidenses.
Pekín, 25 ago (EFE).- El director del Departamento de Control de Armas del Ministerio de Exteriores chino, Fu Cong, insistió hoy en que las investigaciones sobre el origen de la COVID deben continuar en Estados Unidos, donde se publicará pronto un informe sobre el origen de la enfermedad encargado por el Presidente del país, Joe Biden.
Fu repitió ante medios extranjeros que se debe respetar el informe elaborado por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras visitar el pasado abril la ciudad central china de Wuhan, donde se comenzaron a propagar los primeros casos de COVID a finales de 2019.
El informe señalaba que la teoría de un accidente en un laboratorio como origen de la COVID era la menos probable entre las cuatro que proponían.
Fu declaró que, dado que el Instituto de Virología de Wuhan ya fue visitado por expertos de la OMS, «sería justo que las siguientes rondas de investigación tuvieran lugar en Fort Detrick y la Universidad de Carolina del Norte», en Estados Unidos, lugares que son objeto habitual de acusaciones por parte de los medios oficiales chinos.
Fort Detrick, que cerró en julio de 2019, es un laboratorio militar estadounidense donde, según Fu, se habrían producido «graves violaciones de seguridad» y «oscuros experimentos», mientras que la Universidad de Carolina del Norte habría llevado a cabo numerosos «experimentos en el campo de los coronavirus».
Pese a que Fu declaró que se deberían efectuar investigaciones en instalaciones estadounidenses, también aseguró que China sigue considerando oficialmente la teoría de un accidente en un laboratorio «improbable».
Sin embargo, Estados Unidos debería esperar «un contraataque» por parte de China por «politizar» las investigaciones y tratar de «echar la culpa» al país asiático.
La campaña se ha intensificado después de que este martes se cumpliera el plazo de 90 días dado por Biden a los servicios de Inteligencia de su país para que elaborasen un informe sobre el origen de la pandemia, aunque las autoridades estadounidenses todavía no han hecho ningún anuncio oficial al respecto.