El fundador de los talibanes Iván Velázquez Caballero, según reseña Oscar Balmen, recibió en 2007 de manos del “Z-40” la distinción del “Z-50” al tiempo que le entregaba la plaza del estado de Zacatecas, donde fue apodado por sus subalternos como “El Talibán” debido a su afición por decapitar a sus enemigos con machetes.
Ciudad de México,16 de agosto (SinEmbargo).- Los talibanes habían permanecido durante años como un grupo del que se negaba su existencia. Fue hasta el 6 de marzo de 2020 que el gobierno federal los reconoció cuando en una conferencia de prensa en San Luis Potosí, el nombre del cártel apareció en una diapositiva sobre los grupos delictivos que aquejaban a la región.
“Se les puso así por ser muy radicales”, comentó brevemente Alexei Chévez, consultor en temas de seguridad, a SinEmbargo.
Aunque poco se habla de este cártel, el periodista Oscar Balmen publicó en septiembre de 2020 en Emeequis un breve reportaje titulado «El Cártel de los Talibanes: el silencioso grupo del que no habla el gobierno» en el que analizó los orígenes de la organización delictiva y su relación con Los Zetas, durante la época en la que fueron liderados por Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño Morales el “Z-40”.
El fundador de los talibanes Iván Velázquez Caballero, según reseña Balmen, recibió en 2007 de manos del “Z-40” la distinción del “Z-50” al tiempo que le entregaba la plaza del estado de Zacatecas, donde fue apodado por sus subalternos como “El Talibán” debido a su afición por decapitar a sus enemigos con machetes, estilo que mostraba en sus videos el grupo extremista que este fin de semana tomó Kabul, la capital de Afganistán.
“Infundía terror por donde caminara. Su violencia extrema era temida hasta por los policías federales del estado y la transmitía a sus subalternos, quienes para impresionarlo inventaban los más crueles métodos de asesinar a enemigos y a campesinos que no pagaban la cuota de extorsión”, expuso el periodista.
Las prácticas del “Talibán” llegaron hasta sus seguidores quienes en el año 2011 se rebelaron al apoyar a otro integrante del cártel para imponer jefes de plaza en los distintos municipios de Zacatecas, lo que lo llevó incluso a amenazar con abandonar Los Zetas para unirse al Cártel del Golfo.
El 26 de septiembre de 2012 fue detenido por elementos de la Secretaría de Marina asesorados por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) mientras recogía un cargamento en San Luis Potosí.
Según InSight Crime, el momento del arresto de Velázquez Caballero sugiere que probablemente fue una trampa. Un probable informante detrás del arresto es Jorge Eduardo Costilla Sánchez, del Cártel del Golfo, quien fue arrestado dos semanas antes. También pudo haber sido traicionado por sus propios hombres, quienes por cualquier motivo podrían haber decidido que estaban más dispuestos a alinearse detrás de Miguel Treviño Morales.
Velázquez Caballero inició su carrera criminal robando autos en Nuevo Laredo, Tamaulipas, su ciudad natal, cuando era un adolescente. A la edad de veintidós años, fue arrestado y encarcelado por este delito. Luego de su liberación conoció a Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, quien lo designó jefe de plaza en su tierra. Para 2007, «El Talibán» fue reubicado en Zacatecas donde llegó a tener hasta 400 hombres a su mando.
Desde 2009 hasta su captura había aparecido en la lista de los más buscados por las autoridades mexicanas. El 22 de noviembre de 2013 fue extraditado a Estados Unidos.