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David Ordaz Bulos

15/08/2021 - 11:00 am

Colaboración elástica y Laboratorios ciudadanos

La colaboración elástica que plantea Kahane, está centrada en aceptar el conflicto, en la experimentación en conjunto y en entrarle a un juego que no tiene certezas.

La colaboración es con frecuencia imperativa y a menudo representa un reto.

Mientras más la necesitamos, más difícil resulta.

Adam Kahane

 

Una de las cosas que he aprendido trabajando con grupos durante este año pandémico, es que lo colaborativo no es eso que se suele romantizar como una cualidad innata de las personas. He visto que se trata de un ring de egos, un campo espinoso entre intereses y verdades.

“Colaborar significa trabajar con quienes no estamos de acuerdo, con quienes no nos agradan y con quienes no confiamos”, dice Adam Kahane. Por eso, hay que saber cuándo colaborar y cuándo no, pues siempre existirán otras opciones para hacer frente a los problemas, como forzarlos unilateralmente hacia una solución, adaptarse o huir de ellos.

Kahane, de origen canadiense, es un facilitador de procesos de diálogo y paz que ha trabajado alrededor del mundo, como las Conversaciones por la Paz en Guatemala (1996), Destino Colombia (1997) y el proyecto Méxicos Posibles (2018). Sin embargo, el caso más emblemático fue a principios de los años noventa, con los Escenarios de Mont Fleur en Sudáfrica, luego de la liberación de Nelson Mandela rodeado por un aura mítica de unidad. La experiencia esculpió al debate público, construyó narrativas centradas en los posibles escenarios políticos que iban del pasmo, similar a una avestruz con la cabeza escondida bajo tierra; hasta el desarrollo de una democracia inclusiva metaforizada como el vuelo de una parvada de flamingos.

Desafortunadamente el vuelo de esos flamingos no termina de encontrar tierra firme. Durante estas semanas, el país del arcoiris, ha vuelto a sentir los fantasmas del tan cercano apartheid, con disturbios que han dejado más de 300 personas muertas. Son consecuencia de la desigualdad y la exclusión social, irresoluble tras siglos de colonialismo y segregación racial.

La colaboración elástica que plantea Kahane, está centrada en aceptar el conflicto, en la experimentación en conjunto y en entrarle a un juego que no tiene certezas. Su propuesta nace frente a la colaboración convencional, que se ha vuelto obsoleta y suele estar enmarcada dentro de procesos que supuestamente son lineales, armónicos y centralizados.

Los laboratorios ciudadanos son campos fértiles para la colaboración elástica. Son terrenos de conflicto constante, de experimentación en la incertidumbre; como ir a todo velocidad dentro de una balsa por un río. En ellos nos toca jugar con todo tipo de actores, y abren la posibilidad para el encuentro entre personas que de otra manera nunca se habrían sentado a dialogar en la misma mesa.

Si logran sobrevivir a la precariedad, tener el seguimiento adecuado y no se convierten en falsas promesas de participación ciudadana, los laboratorios ciudadanos pueden tener impactos significativos que debiliten los autoritarismos, la sumisión y la grilla política que ahoga la creatividad social.

Hace unos días salió la convocatoria de proyectos para el Laboratorio Ciudadano El Bordo, una iniciativa apartidista situada en el Antiguo Distrito Minero de Pachuca. Su principal objetivo es contribuir a que la comunidad de El Bordo sea un caso de éxito en el manejo sostenible del territorio a través de la recuperación de la memoria.

Como ya hemos señalado en otros momentos, el Bordo es uno de los barrios fundacionales de Pachuca, es parte de un territorio de riqueza histórica poco valorada con 500 años de explotación minera que aún sigue activa, y que en 1920, sufrió un incendio que provocó la muerte de 87 mineros en completa impunidad. Y, sobre todo, es parte de un paisaje que deja ver la constante relación entre minería y pobreza. En él hay una falta sistemática de servicios públicos que vulnera el cumplimiento de los derechos de sus habitantes.

Por eso, el Laboratorio Ciudadano El Bordo, que está diseñado bajo la metodología de los Laboratorios Ciudadanos y Redes de Colaboración de Medialab Prado de Madrid, conectará proyectos que serán prototipados en septiembre y estarán basados en cinco ejes: cultura y creatividad, desarrollo económico, desarrollo humano, medio ambiente y sostenibilidad y urbano territorial. La invitación está abierta para experimentar la colaboración elástica.

 

David Ordaz Bulos

@David_Orb

 

 

 

David Ordaz Bulos
Maestro en Sociología Política por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, Psicólogo Social por la Universidad Autónoma de Hidalgo y Coordinador de Grupos con Técnicas Psicodramáticas por la Escuela Mexicana de Psicodrama y Sociometría. Twitter: @David_Orb / @institutomora
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